💪 Reto 11: Tareas importantes

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El comienzo del año suele venir con ilusión y con ganas de mejorar. Sin embargo, suele ocurrir que tenemos un montón de tareas importantes pendientes. Intentar algo nuevo sin «limpiar el escritorio» suele ser mala idea. Por eso me encantó el reto que se decidió para enero de 2023.

Con un 42%, el reto elegido por la comunidad fue «Tachar una tarea importante cada día».

Este reto es un típico Kaizen. Si cada día, logramos avanzar un poco, al final de un período, como puede ser un mes, habremos logrado un progreso increíble. El efecto es acumulativo, y la sensación de progreso es enorme gracias a la constancia. Obviamente, kaizen no se mantiene en períodos largos. Así que proponer este reto durante un mes sonaba interesante.

*Puedes ver la dinámica de los retos, las «normas» básicas, y los retos efectuados hasta ahora aquí.

Cuál fue mi propuesta

En mi caso, comencé el reto el día 9 de enero, porque la primera semana nos tomamos una pequeña pausa para descansar y pensar. Evidentemente, no era el mejor momento. Eso sí, después de un mini-retiro, podría acometer el reto con más fuerzas.

¿Qué me propuse? Esto es lo que compartí en el grupo:

Por mi parte, comenzaré el lunes día 9 porque en casa nos vamos a tomar un pequeño respiro de una semanita. Mi intención es aprovechar para pensar. Primero decidiré qué tareas importantes quiero hacer durante el reto. Además, me voy a poner un bloque de día completo para cada tarea (en total, serían 17 tareas). Esto me permitirá tener a mano las tareas y variar el orden por si surge algo que me impide realizar alguna.

Empecé mal porque después de pensar en posibles tareas importantes, me di cuenta de que la tarea importante era terminar con un montón de micro-tareas acumuladas en el proyecto EfectiVida. La mayoría tenían que ver con cuestiones de diseño, estructura de la web y similares.

Así que, finalmente, lo que hice fue añadir un bloque de 30 minutos, de lunes a viernes, para avanzar con esas micro-tareas. Así seguía respetando el espíritu del reto, y logrando progreso constante.

Otras propuestas de la comunidad

Otros miembros de la comunidad hicieron propuestas interesantes. Al principio, hubo algo de confusión con ciertos términos, como el de «tachar». Es lo que tiene una comunidad con gente de diferentes países. A veces una misma palabra significa lo contrario en sitios distintos.

Más allá de estos detalles técnicos, hubo algunas ideas que variaban el reto original. Por ejemplo, Yolanda, al igual que me pasaba a mí, tenía tareas pendientes, más que una tarea importante para cada día.

Laura decidió marcarse objetivos relacionados con proyectos personales y familiares.

Raül Solbes se propuso bloquear 30 minutos al día, a primera hora de la mañana, para una tarea clave. Si la terminaba en los 30 minutos, bien. Si no lo conseguía, al día siguiente continuaba con ella.

Kris se sumó a la idea del bloque de media hora al día, en su caso, con tareas relacionadas con sus propósitos.

Yendira lo tenía algo complicado por la carga de trabajo del mes, pero sí añadió algo muy útil. Definir la tarea a tachar en la revisión profunda (esto viene del método C.A.R. y consiste en revisar al final de la jornada, al principio de la jornada, o en ambos casos, las actividades que hemos planificado para el día).

Grethel también decidió terminar tareas pendientes. Se sugirió por el grupo usar un checklist. Me pareció otra forma sencilla de ejecutar el reto sin tener que programar bloques de tiempo.

¿Cómo nos fue con el reto?

Según iba pasando el mes, el momento de ejecutar la tarea clave (o las micro-tareas pendientes) fue variando. Algunos lo habían propuesto por la mañana y lo pasaron a la noche.

También se comentó la importancia de tener a mano y de forma visual, aquello que nos parece importante.

Algunos miembros del grupo se descolgaron del reto por la exigencia enorme del mes de enero. Para los docentes, por ejemplo, fue un mes complicado. Decía Yendira, que desde que amanecía hasta que anochecía estaba haciendo cosas. Obviamente, cosas importantes. Raül, en la misma línea añadía que muchas tareas llevaban plazo de entrega, así que era difícil escapar de ellas. Es un recuerdo algo doloroso de la carga de trabajo que estamos teniendo, sobre todo después de la pandemia.

Se charló al respecto, y una conclusión fue priorizar al máximo, y descartar las tareas menos importantes para tener algo de respiro. Siempre, con equilibrio. Necesitamos distraernos, descansar y disfrutar de ocio en familia.

También se observó una tendencia curiosa. En algún caso, se pasó de tareas que en un inicio estarían relacionadas con proyectos personales a tareas laborales. De nuevo, la carga de trabajo al ataque. Creo que es un tema para reflexionar, sin duda.

En todo caso, todos compartimos una sensación de avance con respecto a lo que hubiese sido un mes normal, sin este reto.

Por mi parte, ya a mediados de mes, noté un avance espectacular. A medida que iba «tachando» micro-tareas, mejor me sentía. Al principio tenía la sensación de no estar haciendo nada, pero poco a poco veía mejoras en diseño que me iban a permitir un ahorro de tiempo a futuro enorme.

También noté cómo el enfoque mejoraba, al liberar espacio mental. Cada vez que entraba en la web para trabajar en algo, mi cerebrito, en algún rincón, recordaba cosas que tenía que hacer. De hecho, tenía notas duplicadas en el archivo de trabajo del proyecto. Eso demuestra que veía errores, capturaba y archivaba para un futuro, pero no ejecutaba. Así que, a medida que iba solucionando cositas, mi mente podía trabajar en la web sin esos pensamientos molestos que no aportaban nada. Más claridad, sin duda.

¿Seguiré con la rutina?

Como ya adelantaba antes, este tipo de retos no es de los que se pueda mantener mucho tiempo. Al menos esa es mi opinión. Hay rutinas que deberían ser toda la vida, y otras puntuales que nos permiten algo de enfoque y trabajo extra.

Lo he disfrutado mucho, pero el siguiente mes descartaré la tarea importante diaria. Sí que me parece interesante hacer sprints al estilo SCRUM de una semana apx.

Algo que creo que nos llevamos del reto, además de todo el trabajo efectuado es lo siguiente.

  • La mayoría estamos sobrecargados de trabajo, sobre todo laboral. Es necesario parar y tomar decisiones para ganar tiempo. No se trata de dejar de planificar o de abandonar el aprendizaje, sino de descartar tareas tipo no urgente-no importante.
  • Un sprint durante un tiempo limitado nos permite sacar mucho trabajo acumulado.
  • Es importante planificar bien el momento del día en que realizaremos estas tareas clave, o micro-tareas.
  • También hace falta acotar el tipo de tareas en cuanto a su relación con el trabajo, con hobbies, con metas y proyectos personales, etc.

Como en otras ocasiones, el reto ha merecido la pena, y las aportaciones del grupo han sido de alta calidad. ¡Seguimos! A por el próximo.


*Imagen de cabecera: Imagen de Ryan McGuire en Pixabay

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?