«Invicto», de Marcos Vázquez

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«Invicto», de Marcos Vázquez
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El título completo de este libro es: «Invicto. Logra Más, Sufre Menos». El autor es Marcos Vázquez, un gran divulgador de temas centrados en la salud y el deporte. Su libro «Invicto» está considerado como uno de los mejores libros que se han escrito en español sobre el estoicismo. Muchos lectores lo califican de excepcional e imprescindible.

El libro no es solo una colección de dichos estoicos. También es un esquema sencillo y ordenado de esta forma de pensar. Al mismo tiempo, permite al lector reflexionar en las aplicaciones prácticas que puede llevar a cabo en su vida. Como el propio autor dice, «es un programa para actuar, más que para contemplar». De hecho, el libro propone un cuaderno de trabajo que puedes adquirir aparte.

En el extracto del libro, el autor deja claro el objetivo principal del libro: «La calidad de tu vida depende en gran medida de la calidad de tu mente. Por desgracia, dedicamos poco tiempo a mejorar la calidad de nuestros pensamientos, y no es algo que se enseñe en el colegio. En consecuencia, pasamos la vida sin entender realmente cómo usar nuestra mente. Tenemos en nuestra cabeza el órgano más sofisticado del universo, pero desconocemos su funcionamiento.«

Aspecto y contenido del libro

El libro está escrito en español, y además, en un lenguaje sencillo. Usa frases breves, y evita comparaciones complejas. Pasa de un tema a otro sin demasiados enlaces, por lo que consigue un dinamismo enorme. Aunque es un libro de tamaño medio, es bastante fácil de leer.

El libro contiene 5 grandes secciones:

Primero, se revisan los principios estoicos básicos. Después se centra en los 3 pasos en cualquier proceso de cambio:

  • Visualizar con claridad
  • Actuar con determinación
  • Resistir con disciplina

Por último, el bloque final nos da las herramientas o técnicas que los estoicos usaban para enfrentarse a situaciones difíciles.

Así de simple. Nada de grandes introducciones, ni apéndices elaborados, ni bibliografía… un libro sencillo y directo al grano, muy al estilo de Marcos Vázquez.

En honor a la verdad, tengo que decir que el libro me costó más al final. Empezó muy fuerte, y me fui despegando de él en la parte final. Creo que una razón es que el autor repite con frecuencia el recurso de frases estilo épico. Me parece que soy algo sensible a este tipo de recursos, y me molesta cuando se abusa de ellos. Por otro lado, me faltó alguna historia y alguna comparación más. También creo que habría tenido cabida una mayor variación de recursos de escritura para no hacer la parte final algo repetitiva.

Por supuesto, esta es una percepción muy personal, y a otras personas, el libro les ha parecido fascinante de principio a fin.

Ideas y citas clave

De entrada (perdón Marcos), creo que lo de «sufre menos» del título completo no es muy estoico que digamos. Pero bueno, eso es una anécdota. Vayamos al contenido…

Más allá de centrarse en la teoría, el autor intenta en todo momento conseguir aplicaciones prácticas de los principios y herramientas estoicas. El objetivo es el más alto posible: la felicidad. Los estoicos la llamaban «eudaimonia», y consistía en desarrollar tu potencial, cerrando la brecha entre lo que eres y lo que podrías llegar a ser. Los 2 grandes pilares para lograrlo son:

  1. Virtud (actuar siempre según la moral y la razón)
  2. Tranquilidad (serenidad mental, también llamada ataraxia)

Dentro de la virtud, habría varios apartados clave:

  • Sabiduría (esforzarte por adquirir conocimiento)
  • Coraje (actuar a pesar del miedo)
  • Justicia (tratar bien a los demás)
  • Disciplina (superar los obstáculos y tentaciones)

Citando de varios filósofos, especialmente, de Séneca y Epicteto, se dejan claras 2 ideas muy importantes. La primera es que no somos inmunes ante lo que sucede.

Si escuchamos un ruido fuerte nos alarmamos, y si cometemos un error en público nos ruborizamos. Citando de nuevo a Séneca: “Ninguna cantidad de sabiduría te permitirá eliminar estas respuestas naturales. Ninguna cosa innata puede ser eliminada, pero sí moderada con la práctica”. En otras palabras, la razón no puede prevenir una emoción, pero sí ayudar a regularla y darle una perspectiva más adecuada.

La segunda idea clave es la llamada dicotomía de control. Hay cosas en las que tenemos cierta influencia y otras en las que no. El objetivo es enfocar nuestra energía y esfuerzo en lo que depende de nosotros.

En el libro se cita una analogía que usaban los estoicos. Imagina un perro atado a una carreta. La carreta está guiada por animales mucho más fuertes que el perro, por lo que solo tiene dos opciones:

1) Caminar junto al carro y aprovechar la longitud de su correa para ir explorando todo aquello a su paso.

2) Resistirse al avance del carro clavando sus patas en el suelo.

En ambos casos el perro llegará al mismo destino, pero la experiencia del viaje será muy distinta. Si elige la primera opción pasará un tiempo agradable y tranquilo, disfrutando incluso del camino. En el segundo caso sufrirá dolor y frustración.

Los estoicos consideraban todo lo que no dependía de ellos como indiferente. Eso sí, no eran tontos. Había indiferentes preferidos (como la riqueza y la salud) y no preferidos (como la muerte o la pobreza). Sabían disfrutar de las cosas buenas, pero entendían que acostumbrarse a ellas les llevaba por mal camino. El problema no era la riqueza sino esforzarse por buscarla. Necesitar menos les hacía más libres. Aún así, si tenían mucho, bien, si no, seguían esforzándose por hacer lo correcto.

“Si mis riquezas desaparecen no se llevarán nada más que a ellas mismas. Tú quedarás aturdido si ellas se alejan de ti. En casa del sabio las riquezas están al servicio, en casa del necio están al mando”

Séneca

Una idea que me gustó especialmente es que los estoicos se centraban en las decisiones y el comportamiento, no en los resultados, que consideraban fuera de su control.

Otro punto interesante del libro es la parte de la atención. La mayoría de la gente pasa sus vidas en piloto automático, sin pensar. Esto ya sucedía en tiempos de los estoicos. Por eso, ellos proponían un esfuerzo consciente por usar la mente.

Lo llamaban prosoche y buscaban con ello centrarse en el presente (atención plena), y postergar las reacciones emocionales ante lo que les sucedía. Los estoicos llamaban a las primeras impresiones «phantasias», y animaban a cuestionarse lo que aparentemente estaba ocurriendo.

No dejes que la intensidad de una primera impresión te arrastre al golpearte. Responde así cuando llegue: «Espérame un poco, impresión, deja que vea quién eres y qué representas, deja que te ponga a prueba».

Epicteto

Usaban la analogía de una máscara. Al ver a alguien con una, puede que nos asustemos, pero al reconocer que detrás hay un ser humano como nosotros, nos tranquilizábamos. Séneca hablaba de quitarle la máscara al mundo que nos rodea. Así, viajar en avión no es más peligroso que otro medio de transporte. Es más bien TU sensación sobre subir en avión lo que te hace creer eso.

En la parte sobre consecución de objetivos, se da una definición interesante de libertad y sacrificio:

Perseguir las cosas que realmente quieres implica necesariamente renunciar a otras. La libertad es por ejemplo un valor al que muchos aspiran, pero solo es posible a través de la disciplina. Si no aprendes a controlar tus impulsos serás esclavo de ellos.

Marcos Vázquez

También hay una sección muy interesante sobre el uso del tiempo. Creo que se puede resumir en esto:

En la mayoría de casos no necesitas más horas, sino menos distracciones.

Otras secciones que me parecieron muy prácticas son «Vence la procrastinación», «Crea tu tribu», «Vence la tentación», y «Pon en perspectiva las críticas».

Personalmente, y dado el momento de emprendimiento en el que me encuentro, me pareció muy práctica la parte de la paciencia. El libro deja claro que la virtud y los resultados no siempre caminan al mismo tiempo. Por ejemplo, se dice: «Tus acciones serán tu mensaje, y quienes lo entiendan te seguirán. Actuar es más efectivo que predicar. La gente presta más atención a tus acciones que a tus instrucciones.» También, «Sé impaciente con las acciones pero paciente con los resultados.»

En el libro se van dando herramientas sueltas. Algunas de ellas son bastante interesantes, y dignas de mayor reflexión:

  • Empaquetado de tentaciones
  • Cláusula de reserva
  • Visualización negativa (antítesis de la adaptación hedónica) o memento mori
  • Incomodidad voluntaria (privación temporal)
  • Contemplación del sabio
  • Distanciamiento cognitivo

Por último, se nos recuerda la importancia de la gratitud, y de la revisión de hábitos. Séneca lo compara a sentarse cada noche ante un juez que determinará si tu día fue un buen día. No por los resultados, sino porque hiciste lo correcto. Epicteto se preguntaba al final de cada día qué cosas no había logrado completar, y las dejaba como propósito para el día siguiente.

Al leer el libro, tuve la sensación, varias veces, de que se estaba hablando de los estoicos como super humanos, capaces de resistir cualquier problema. Por suerte, el autor incluyó algunos párrafos sobre esto.

Si te parece que todo lo anterior suena a ficción, estás en lo cierto. El verdadero estoico no es real, es simplemente un ideal, un estándar contra el que medirse. […] Nunca llegaremos por tanto a ser verdaderos estoicos, pero al intentarlo nos convertiremos en versiones mejores de nosotros.

Marcos Vázquez

Conclusiones finales

En definitiva, «Invicto» es, efectivamente, un libro básico si quieres entender la forma de pensar estoica. Para mí, el estoicismo no es tanto una filosofía, sino una forma de plantear la vida. A diferencia de muchos filósofos griegos, que se dedicaban a hacerse preguntas, los estoicos detectaron los hábitos que de verdad funcionaban, y que hoy la ciencia ha validado.

Creo que el estoicismo es una forma de actuar, sobre todo. Además, al no plantearse cuestiones más profundas, como por qué sufre el hombre o qué sucede después de la muerte, es bastante compatible con otro tipo de creencias religiosas. De hecho, la mayoría de credos coinciden de alguna manera con los pilares del estoicismo, como la virtud o la justicia.

Existen muchos libros sobre estoicismo. Sin embargo, algunos se quedan en la parte histórica o narran sucesos de la época, sin darle una explicación ni un orden entendible. Otros profundizan en una técnica concreta o en un personaje, pero no dan un contexto que permita aplicar las ideas.

Por eso «Invicto» es un libro tan recomendable. Para mí, cumple con todos los criterios básicos de un manual sobre un tema; una especie de Biblia a donde acudiría para recordar los principios clave del estoicismo.

Así que, ¿lo recomiendo? Sin dudarlo, sí.

*Por si te interesa el libro, lo tienes aquí con más opiniones y reseñas.

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?