¿Es más efectivo usar el lavavajillas o lavar «los platos» a mano?

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Si buscas en internet «¿Es mejor usar lavavajillas o lavar a mano?» encontrarás un montón de páginas posicionándose a favor o en contra. La mayoría, a favor del lavavajillas. Aún así, el tema es digno de una tertulia de cuñados y suegras, porque, como podrás comprobar, hay muchos matices envueltos.

Algunos puntos a tener en cuenta

Algunas webs dicen que lavar con el lavavajillas es más higiénico por la temperatura del agua y la calidad de los detergentes que se utilizan, además de la potencia de chorro. Ok, pero… ¿cuánto tiempo exactamente ha estado la vajilla sin lavar y llena de restos? Porque, obviamente, no es lo mismo lavar los platos según se termina de comer, que mantenerlos en el fregadero un par de días. En el segundo caso hay riesgo de encontrar bacterias del pleistoceno. Además, ¿se tuvo en cuenta la fricción de un buen estropajo unida a una mano curtida? Por muy caliente que pongas el agua, y aunque uses una manguera de bomberos a presión, como rascar con fuerza no hay nada.

Otro ejemplo. Muchos sitios afirman que el lavavajillas gasta mucha menos agua que el lavado a mano. Probablemente esto sea cierto si solo medimos el consumo de agua. Pero, ¿qué hay del consumo eléctrico? Y… ¿se tuvo en cuenta en el estudio el coste medioambiental de fabricar el lavavajillas? ¿Y qué hay de la habilidad del freganchín? ¿Y la calidad del electrodoméstico que compraste?

Son solo dos ejemplos. El lavavajillas es un mundo infinito. En este artículo podrás comprobar la complejidad de afirmar que usar lavavajillas es mejor o peor que lavar a mano. Vamos a ver algunos sesgos, estafas, intenciones ocultas, y sobre todo, factores que te pueden ayudar a llegar a una conclusión con un mínimo de base. Todo ello aderezado con una tabla de excel que hará las delicias de los contables y te permitirá que tú mismo calcules qué te renta más.

Cuidado con el origen de los estudios

Para empezar, me gustaría que tuvieses mucho cuidado con lo que lees en internet. En una conversación, alguien usó una página para demostrar que el lavavajillas era más rentable. Pregunté la url. Resultó ser una fundación medioambiental. Todo sonaba precioso, hasta que descubrí que esa fundación la mantenía un conglomerado de empresas del sector eléctrico. ¿Hay alguna duda de en qué equipo jugaban y por qué?

Otras muchas páginas son simplemente nidos de afiliación. Es decir, promueven que compres un lavavajillas a cambio de llevarse una comisión por picar en uno de sus enlaces. ¿Adivinas? Juegan en el mismo equipo que las eléctricas.

En los mejores casos, encontrarás opiniones con buenas intenciones, pero con poco rigor. Se centran en si se gasta más o menos agua, o si los platos quedan más o menos higiénicos. La realidad es que hay muchos factores más.

Así, en resumen, lo que quiero decirte es que tengas mucho cuidado al fiarte de lo que dice una página de internet cuyo único interés es que poses tus ojos allí el mayor tiempo posible.

Factores a tener en cuenta

Aquí van (solo) algunos factores que deberíamos tener en cuenta.

  • TIEMPO DE MEDICIÓN DEL ESTUDIO: Para empezar, es necesario establecer un tiempo de medición. No es lo mismo comparar lavavajillas y lavado a mano durante un día, una semana, o dos años. Lo mejor para esta comparación es usar el tiempo promedio de vida útil de un lavavajillas. Es decir, desde que lo compras hasta que tienes que adquirir otro. Cuanto más barato, menos consuma y más dure un lavavajillas, más rentable será.
  • GASTO DE ADQUISICIÓN DEL LAVAVAJILLAS (No incluye toma eléctrica, toma de agua, espacio para colocarlo, tiempo invertido en elegir y comprar, transporte, reparaciones…). En el caso del fregadero, por contra, conllevaría un coste mínimo y esencial en una casa. No conozco ninguna casa que no tenga un fregadero. Además, aunque tengas lavavajillas, hay ciertas piezas que necesitan lavarse a mano. Curiosamente, como se podrá comprobar, el coste de adquisición del lavavajillas es uno de los factores más importantes, al que rara vez se le presta atención en los estudios que hay por ahí.
  • CONSUMIBLES (Hablamos del jabón, el estropajo, el abrillantador, la sal…)
  • REPARACIONES (Incluye el coste y también el tiempo de llamar al técnico, intentar tocar tú, y cuando finalmente llamas al servicio técnico pidiendo socorro. No incluye los nervios, la frustración ni el estrés; ni otros daños colaterales)

Aquí vienen 4 factores que variarán muchísimo dependiendo dónde vivas, o la época del año.

  • CONSUMO ELÉCTRICO: La cantidad de energía que gasta el lavavajillas en cada lavado. En el caso de fregar a mano, también habría consumo eléctrico si usamos agua caliente y un calentador (termo) de agua eléctrico. Para calcular el consumo eléctrico podemos ir al manual del aparato. Aunque variará según el programa que usemos, las tablas que aparecen en los manuales nos darán una idea aproximada.
  • PRECIO ELECTRICIDAD: La factura eléctrica es muy compleja. Incluye impuestos y tasas según el tramo horario. Para no complicarnos podemos buscar en internet: «Precio Kwh en (localidad)»
  • CONSUMO DE AGUA: La cantidad de agua por lavado. También se puede mirar este dato en el manual.
  • PRECIO AGUA: Se suele medir en m3, es decir, 1.000 litros. Como el precio de la electricidad, lo mejor es hacer una búsqueda para saber a cómo se cobra en nuestra localidad.
  • CANTIDAD DE VAJILLA A MANTENER: Si usas el lavavajillas, y dependiendo de cuántas personas vivan en casa, tendrás que tener más o menos vajilla. Normalmente, hablamos del doble de piezas si usas el lavavajillas. ¿Por qué? Porque necesitarás usar un vaso mientras el otro está lavándose o para lavar. Hay que tener en cuenta que un lavado ECO puede llevar hasta 6 horas. Además, para que el lavavajillas sea rentable, hay que llenarlo, y pueden pasar varias comidas hasta lograrlo.
  • REPOSICIÓN DE VAJILLA: Sí, si no lo has notado, el lavavajillas se come la porcelana. Lo va haciendo a mordiscos, poquito a poquito. Así que si tienes tazas con dibujitos por fuera o colores llamativos, te quedan 2 opciones. O calcular cada cuanto tiempo vas a tener que reponerlas, o lavarlas a mano. Este es un factor menor, pero también hay que tenerlo en cuenta.
  • TIEMPO DE LAVADO: Aquí no cuenta el tiempo que el lavavajillas lava solo. Nos referimos al tiempo que inviertes en colocar la loza en el lavavajillas y ponerlo en marcha en comparación con lo que se tarda en lavar a mano. El tiempo de colocación de las piezas lavadas y secadas se da por sentado que es igual o muy similar en ambos casos. La cantidad de tiempo de lavado será muy distinta dependiendo de si los cálculos los hace una persona que vive sola o una familia tipo equipo de fútbol.
  • FACTORES EMOCIONALES: Para muchas personas, el lavavajillas es un invento infernal contra natura. Otros piensan que es algo muy muy práctico. Hay a quien le cuesta lavar y encima no soporta ver la loza sucia pidiendo ayuda. También está quien agradece su momento de atención plena mientras friega a mano y hasta aprovecha para escuchar un podcast. Y muchas familias creen que un poco de trabajo manual colaborativo no hace daño. Este factor dependerá de cada persona. Aunque es difícil de medir, creo que es fundamental tenerlo en cuenta. Lo más sencillo es que pongamos un valor subjetivo en una escala del 1 al 10. Este será el valor divisor final. Atenuará el coste total.
  • FACTORES ÉTICOS: Algunas personas buscan el mayor ahorro energético para contribuir al bien común. En este caso, aunque es muy difícil de determinar, habría que intentar gastar menos agua y menos electricidad, además de usar productos de limpieza naturales. Por otro lado, para ser totalmente honestos, también habría que calcular el impacto medioambiental de la fabricación y posterior eliminación del aparato en sí.
  • TIPO DE ALIMENTACIÓN: Este es un factor interesante. No va a ser lo mismo alguien que tenga una alimentación vegana y climatarian, que una familia grande que cocine mucho. Si tus platos más habituales son ensaladas y fruta, ahorrarás mucha loza que lavar.
  • OTROS FACTORES. Hay muchos otros más detalles difíciles de medir, como la habilidad de lavar a mano, o la de llenar un lavavajillas en plan Tetris; si lavas con agua fría o caliente, o en su caso el tipo de lavado; el tiempo que tardes en comenzar a lavar; lo cara o delicada que sea la vajilla; calidad del lavado… Vamos, que se puede complicar todo lo que quieras y más.

COLUMNAS DE LA TABLA:

Como parte del artículo, he elaborado una hoja de cálculo para ver qué nos sale más rentable. Se compone de 2 columnas: una para el lavavajillas y otra para el lavado a mano. Obviamente, no he incluido todos los factores anteriores. Sería tan complejo que la dificultad echaría por tierra el estudio. Lo que he hecho es poner los factores más sencillos de medir y que más importancia tienen.

Vamos con una explicación un poco más técnica de las filas que encontrarás en la tabla «excel» que nos va a servir para ver las diferencias entre el lavavajillas y el lavado a mano.

  • Tiempo del estudio: en meses
  • Cantidad de lavados al día
  • Coste adquisición lavavajillas: en euros
  • Consumibles (gasto mensual): en euros
  • Reparaciones (coste total de todas las reparaciones que surjan durante el tiempo de vida del lavavajillas): en euros
  • Consumo eléctrico por lavado: Kw/hora
  • Precio electricidad: Precio kw/hora
  • Consumo agua por lavado: En litros. En el caso del lavado a mano, se suele multiplicar por 2.
  • Precio agua: Precio m3

Todos estos datos nos dará un resultado inicial: el coste económico total. En la mayoría de los casos, usar el lavavajillas será bastante más caro que lavar a mano. Aún si calculáramos el gasto del agua caliente con un calentador eléctrico y desperdiciáramos mucha agua, el coste sería mayor en el caso del lavavajillas. La explicación es sencilla: el coste de adquisición, el consumo eléctrico y los consumibles. Estos 3 costes son siempre más elevados que en el lavado a mano.

Vamos a añadir algunas filas más. En este caso lo que queremos saber es cómo nos afecta el factor tiempo. La verdadera diferencia entre lavar a mano y el lavavajillas es el tiempo que tenemos que invertir, y el esfuerzo.

  • Tiempo de lavado (en minutos al mes): Para esta columna haremos una aproximación midiendo varios días cuánto tardamos lavando a mano / lavando en lavavajillas, y haciendo un promedio en minutos. Los que usan lavavajillas deben sumar los minutos que pasan tirando a la basura los restos, echándole un poco de agua a la vajilla para facilitarle el trabajo al lavavajillas, o lavando a mano las piezas que no pueden ir en el lavavajillas.
  • Precio hora: En esta columna tendrás que establecer cuánto cuesta una hora de tu tiempo. Intenta ser realista. La idea es que calcules cuánto dinero podrías generar en una hora si en vez de estar lavando los platos a mano, estuvieses trabajando.

Con estas dos nuevas filas tenemos un resultado más: COSTE TOTAL + TIEMPO. Lo que encontraremos aquí es que, si añadimos el factor tiempo, se cambian las tornas. Para muchas familias, el lavavajillas es más rentable, no porque les ahorre dinero, sino porque les ahorra tiempo.

Claro, cada casa es distinta. Una persona que vive sola quizá no tenga problema para lavar unos cuantos platos. Alguien desempleado probablemente tenga tiempo, pero no mucho dinero. Así que tirará por la opción más barata. Una familia grande puede decidir asignar tareas a sus hijos adolescentes. Un alto ejecutivo quizá llegue a la conclusión de que su tiempo vale mucho como para «tirarlo» lavando platos.

Como se puede ver, entramos en un campo más subjetivo. Por eso, he añadido una última fila:

  • Factor emocional: Una cifra del 1 al 10 que nos dará un resultado totalmente sesgado. 1 es «No me gusta nada», 10 es «Me gusta muchísimo».

Esta última fila dividirá el resultado anterior por su valor. Es un factor atenuante. El resultado final nos dará una comparación entre lo que nos «cuesta» lavar a mano en comparación con lavar con lavavajillas.

Un ejemplo real

Al final te dejaré un botón para descargar la hoja de cálculo en formato .xls (excel). Antes, me gustaría poner un ejemplo real.

En la imagen puedes ver un cálculo aproximado de mi caso personal. Te explico algunas cifras:

  • En tiempo de estudio he puesto 60 meses porque es la duración aproximada de un electrodoméstico. Puede durar más, pero el agua que tenemos en la zona donde vivo es bastante «dura» y se come las lavadoras y lavavajillas en poco tiempo.
  • Somos 4 personas en casa, así que se hace un lavavajjillas al día. Si se lava a mano, serían 3 veces.
  • En reparaciones he puesto 150€ de una sola reparación del programador fuera de garantía (mano de obra, 2 visitas y materiales). El lavavajillas que tenemos en casa es más nuevo y de momento no he pagado reparaciones. Aún así, ya tiene varias cosas mal. Así que esta cifra la he inventado, pero creo que es bastante realista.
  • Los consumos los he sacado del manual. También he buscado a cómo está la electricidad y el agua en mi localidad.
  • En cuanto al tiempo por lavado, he hecho un promedio calculando los últimos días.
  • El precio hora lo he dejado en 5€. Más que nada, porque si invirtiera el tiempo en lavados a mano en trabajar haciendo algo en internet, podría conseguir ese dinero. En realidad, el tiempo que ahorraría usando el lavavajillas seguramente iría a parar a estar tumbado en el sillón o tonteando con el móvil. Pero bueno, dejemos 5€.
  • Finalmente, en el factor emocional he puesto un 2 al lavavajillas. No me gusta, no me parece que deje la vajilla limpia. «Gasta» el cristal y la porcelana. Casi siempre hay que repasar alguna pieza. Además, en casa tenemos el lavavajillas en un patio, así que hay que trasladar lo que se va a lavar. Hay más factores, pero siendo consecuente le pongo un 2. Al lavado a mano le pongo un 7. Ahora mismo, en casa estoy lavando los platos yo. No es que me flipe, pero he encontrado un momento de atención plena. Poco a poco me voy haciendo más hábil, y el consumo de tiempo tampoco es tanto. Digamos que es una tarea que me agrada (por el momento). Un 7 está bien.

¿Resultados? Lavar con lavavajillas es más caro, pero ocupa mucho más tiempo. Y si añado el factor emocional, el resultado me dice que para mí es más rentable lavar a mano.

Ahora, ¿qué pasaría si viviera solo? ¿Y si tengo tiempo de sobra y además disfruto como un niño chico de lavar los platos? Vamos a jugar un poco con la tabla variando algunos factores.

Si te fijas, los resultados ahora son muy concluyentes. Lavar a mano sería muchíiiiisimo más barato.

Vamos a seguir jugando. ¿Y qué pasa si somos familia numerosa y todos trabajamos como autónomos por proyectos? ¿Y si además odiamos lavar a mano y solo estamos deseando un breve descanso de la guerra diaria? Vamos a ver…

Ahora el resultado cambia totalmente. Aunque usar el lavavajillas sigue siendo más caro, si calculamos el tiempo y el factor emocional nos sale un total de 108.000€ en 5 años. Es evidente qué opción usaría una familia grande en esta situación.

Algunas consideraciones finales

Es evidente que no pretendo hacer un estudio científico. Además, aunque se hiciera, solo obtendríamos un resultado promedio. Cada casa es distinta, y por eso es conveniente hacer un cálculo más personal. Eso sí, con esta sencilla tabla podrás calcular con más base si de verdad es más rentable un lavavajillas o lavar a mano.

Te recomiendo jugar con la tabla de cálculo, ya no solo para satisfacer tu curiosidad y tomar decisiones efectivas, sino para convertirte el rey de esa tertulia de cuñados y suegras que decíamos al principio. ¡Los vas a destrozar!


*Imagen de cabecera: Eak K. en Pixabay

Viviendo con tan solo 5 objetos

¿Cuántas cosas posees? Aunque parezca increíble, encontré una persona que vive con solo 5 objetos. Te cuento su caso, y qué reflexión podemos sacar.
Por cierto, ¿qué te parece a ti? ¿crees que es “efectivo” vivir con tan poco?

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?