El ruiseñor no envidia a la gaviota porque vuele alto y sea fuerte. La gaviota tampoco envidia al ruiseñor por su canto. Cada cual con su talento. ¡Tú también tienes el tuyo!
Cuando nos comparamos con otros, normalmente, perdemos. Parece que todos queremos lo que no tenemos. Sin embargo, si dedicamos un poco de tiempo a conocernos a nosotros mismos, seguro que encontraremos nuestros talentos. Después, solo queda dedicarles un poco de mimo.
*La foto consiguió capturar a dos bailaoras que actuaban en la plaza de España, en Sevilla. Tanto la plaza, como Sevilla entera rebosaban de talento.