En el libro de Daniel Goleman, La inteligencia emocional, se explica una cosa curiosa sobre los gestos, principalmente los del rostro. Hay gestos y micro-gestos para cada emoción que se nos ocurra. Y lo lógico sería pensar que, si uno está alegre, o enfadado, o ansioso, eso se reflejaría en su semblante. Es correcto, pero hay algo más. Los diferentes experimentos realizados han demostrado que, si tu realizas de forma forzada un gesto asociado a una emoción, el cerebro responde aceptando la emoción como propia.
Dicho en otras palabras, los gestos son bi-direccionales. Si estás alegre, sonreirás. Si sonríes aunque no estés alegre, terminarás sintiendo alegría.

Muchas veces se habla de diferentes hábitos de productividad y desarrollo personal que nos ayudan a vivir mejor. Aquí, en EfectiVida, también hemos hablado del ritual mañanero. Se aconseja hacer ejercicio, meditar, leer y realizar agradecimientos. Todo eso está muy bien, pero, ¿qué te parece sonreír varias veces todas las mañanas?
Además, la sonrisa es bi-direccional en otro sentido. ¿Qué ocurre cuando te encuentras con un desconocido frente a frente y le sonríes? En muchas ocasiones, la otra persona también sonríe. ¡Sí! La sonrisa es contagiosa. Hay quien atribuye este efecto a las llamadas “neuronas espejo”.
Siguiendo con la idea anterior, aunque esa persona estuviera triste, le hemos hecho sonreír. Siendo optimistas, hasta es posible que le hayamos alegrado un poco el día. Le hemos hecho un regalo que no nos ha costado nada.
La risa cura. Es la obra social más barata y efectiva del mundo – Roberto Pettinato Clic para tuitearHay muchos más beneficios de sonreír. Una sonrisa sincera es una muestra de lo que somos. Por algo dicen que la cara es el espejo del alma. En términos más modernos, podríamos decir que es parte de la marca personal. Claro, no vale usar la famosa «Sonrisa de Duchenne«.
Más beneficios de sonreír
Hay muchos beneficios más de sonreír. Por ejemplo, te hace atractivo o atractiva, genera confianza, aumenta las endorfinas y calma la ansiedad… Y otro dato curioso: aunque la cifra no es concluyente, se necesitan 12 músculos faciales para sonreír. Difícilmente podríamos decir que eso es «hacer ejercicio». Pero, y aquí viene otro motivo para sonreír, según algunos, sonreír es equivalente a 10 minutos de ejercicio aeróbico.
Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de una espada – William Shakespeare Clic para tuitearSonreír ayuda a curar el organismo. En muchos hospitales se está poniendo en práctica con éxito la llamada risoterapia. Según parece, el período de recuperación es más corto y más efectivo cuando se implementan acciones relacionadas con esta corriente «de sonrisas».
Parece que, viendo todos estos argumentos, el título de «sonrisa bidireccional» se quedó un poco corto, ¿no?
Lo cierto es que aprendemos a sonreír cuando somos bebés, y lo practicamos mucho siendo niños. Pero… llegamos a adultos y, como muchas otras cosas bonitas y sencillas de la vida, las sonrisas se quedan en el camino. Según algunos estudios, los adultos sonríen una media de 25 veces al día, mientras que los niños lo hacen 300 veces.
Probablemente conocías muchos de los datos expuestos hasta aquí. Ahora bien, la pregunta es: ¿Estás sonriendo lo suficiente? Que te parece… ¿por qué no intentamos sonreír un poco más? Sí, sí, ahora mismo, no lo dejes pasar. Venga… ¡sonríe! ¡Valdrá la pena!
Una sonrisa es una línea curva que lo endereza todo – Phylis Diler Clic para tuitear