El arte del sitzfleisch para completar tareas

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¿Te cuesta terminar algunas tareas? ¿Se te atragantan como si fueran una bola de pan enorme en tu garganta? Hace un tiempo, capturé una palabra que me llamó la atención: sitzfleisch. Investigando un poco, encontré otra expresión muy relacionada: «Old iron ass». Sí, la traducción es correcta. Vamos a ver de qué se trata y si realmente es efectiva, porque aparentemente choca con algunas técnicas modernas de productividad.

Sitzfleisch

Esta palabra alemana significa literalmente «sentar la carne», aunque el traductor de google me puso: «sedentario». Y puede que tenga razón, depende de para qué te sientes. Ya analizamos hace tiempo lo malo que es permanecer mucho tiempo sentado. Sin embargo, en esta ocasión, me parece que puede haber razones para descansar las posaderas.

El término sitzfleisch se suele usar en el mundo laboral para hacer referencia a la capacidad de permanecer quieto durante el tiempo necesario para concluir una actividad difícil. Es algo así como lo que nos decían nuestros padres: «¡Siéntate ahí y no te levantes hasta que acabes la tarea!».

Old Iron Ass

Hay otra expresión interesante que está relacionada con el término sitzfleisch alemán. Se trata de «Old Iron Ass». Hace referencia a personas que se sentaban en su silla de montar y peleaban hasta la extenuación, sin levantar «las posaderas». Esto hacía que las mismas se hicieran de «Iron» (hierro).

Encontré esta expresión en un libro sobre el rey Arturo. También se ha usado para referirse a militares como el general Curtis. George Bush también la utilizó para criticar a algunos miembros del gabinete de su hijo, incluidos Rumsfeld y Dick Cheney.

¿De verdad es útil sentarse hasta acabar?

La pregunta clave aquí es si eso de «sentarse hasta haber acabado» es realmente efectivo.

Hoy en día se sabe que los periodos muy largos reducen la productividad, y que es mucho mejor usar tiempos pomodoro para descansar las neuronas. Aún así, el concepto de concentrarse en algo hasta acabarlo suena interesante. En realidad, si lográramos sentarnos, comenzar y acabar una tarea del tirón, estaríamos ganando tiempo. Obviamente no es algo que podamos hacer todos los días ni creo que se pueda aplicar a todas las tareas, pero sí que es cierto que a veces, deberíamos ser un poquito menos blandos con nosotros mismos.

De hecho, por culpa de la multitarea, de la falta de enfoque por la distracción, la fatiga por decisión y un montón de efectos modernos, nuestra capacidad de concentración es cada vez menor. Una persona capaz de sentarse y terminar lo que empieza es muy valiosa en el mundo empresarial. Además, seguramente será capaz de lograr más objetivos que el término medio.

Creo que la idea clave es si realmente eres capaz de controlarte a ti mismo y ponerte en serio con esa maldita tarea. A veces me pasa que busco otras tareas más ligeras para no tener que enfrentarme a la tarea clave. Que si adelanto esto o aquello, que si ahora no tengo enfoque, que si no estoy inspirado. Vivimos en un mundo de salida fácil, donde todo vale como excusa. Y sí, hay que ser razonables, peeero, la verdad es que nos falta un poco de disciplina.

Para la mayoría de tareas, puedes olvidarte del «old iron ass» y del «Sitzfleisch». Ahora, si notas que algo te está costando, prueba a enfrentarte de lleno y sentarte hasta acabarlo.

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*Imagen de cabecera: StartupStockPhotos from Pixabay

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?