Si fuese objeto, sería objetivo

Una diana como objetivo

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Me gustaría compartir una frase que encontré hace tiempo, y que tengo en mi perfil del whatsapp. Desconozco el autor, la verdad, pero me parece super ingeniosa. La frase es: 

Si fuese objeto, sería objetivo, pero es que soy sujeto

¿Qué quiere decir? Pues tampoco conozco el contexto en el que se dijo y la intención de su autor, así que me limitaré a dar mi interpretación personal. 

Creo que la frase hace un juego de palabras con los distintos elementos de la oración: sujeto y objeto. 

En cualquier oración dada, debe haber un sujeto y una acción. De forma adicional, suele haber un objeto. Dicho de forma muy sencilla (espero no equivocarme), el sujeto es quien realiza la acción, y el objeto, quien la recibe. 

Por ejemplo, en la oración “El gato come pescado”, el gato sería el sujeto, y el pescado, el objeto. Para saber quién es el sujeto, basta con preguntar quién come. Y para encontrar el objeto, hay que preguntar qué come.

Por otro lado, creo que la frase añade un mensaje de liberación de todo lo impuesto por otros. 

Es decir, si fuese objeto (alguien que sufre el resultado de las acciones de otros), sería objetivo. Sí, sería el objetivo de alguien. Y es que en este mundo, sobran las personas que quieren usarte de una u otra manera para conseguir sus fines. 

Pero… amigo, resulta que no soy objeto. Soy sujeto. Un “sujeto”, una persona libre de tomar sus decisiones, y de ser el que hace, y no solo el que recibe. 

Por supuesto, ni soy totalmente libre, ni tampoco es que no me deje utilizar por nadie. Parte de ser útil consiste en dejarte manejar, en sujetarse a determinados roles u organizaciones. Pero esto debe ser consciente, permitido, y escaso. Creo que, en la mayoría de contextos en la vida, debe ser uno el que tome las decisiones, ya que, al fin y al cabo, será uno mismo el que viva las consecuencias. 

¿Qué te parece la frase? ¿La interpretarías de otra manera?

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?