El otro día participé en una conversación sobre un coordinador de equipo de trabajo que daba muchos problemas. Más allá de capacidades, había un desfase digital.
Notas del episodio
Es un problema porque nos guste o no, el mundo es digital y no podemos hacer nada por cambiarlo. Además, en muchos casos, lo digital es mejor (ejemplo notas digitales).
Hay muchos campos en los que se nota esta transición:
- Manejo de finanzas por internet (ejemplo banco, cajeros, pagar con el móvil)
- Viajes (ir a una agencia en vez de organizarlo tú)
- Compras (comprar por internet, se puede hasta ropa)
- Organismos públicos (más desde la pandemia; declaración de hacienda, citas médicas…)
- Organización personal (uso del calendario; método CAR requiere de apps digitales)
- Organización de equipos (ejemplo de sincronización zoom)
- Relaciones personales (uso de whatsapp, videoconferencias…)
¿Dónde está el problema, el punto de fricción?
- No querer dedicar tiempo a aprender
- Orgullo; pensar que nuestras capacidades valen suficiente (error, el mundo avanza)
- Falta de autoestima; pensar que no podemos (en realidad no es tan complejo)
- Comodidad (nos ha ido bien y nos hemos acostumbrado)
Empecemos por cosas sencillas y veremos la utilidad. Veamos esto como una inversión a futuro. Pero también pensemos en nuestra reputación y en cómo afecta a otros. Un analógico en un mundo digital va a sufrir, y puede hacer sufrir a otros. Puede seguir así, es su decisión, y puede ser muy feliz, pero quizá tenga que aceptar un papel diferente.