¿Estás sacando agua o tapando los agujeros de tu productividad?

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¿Podrías ser más productivo (o efectivo)? Seguramente sí. ¿Estás sufriendo agobios y estrés por tu falta de organización? Seguramente también. Y perdona si soy negativo. Estoy bastante seguro de esto porque hasta personas muy trabajadoras, y que se preocupan por su tiempo, tienen problemas para organizarse bien. Y lo sé, no solo porque lo veo en muchos, sino porque algunos me lo dicen directamente.

Quizá el problema es que están echando agua fuera, en vez de tapar el agujero. Ya sabes, como en una barca donde está entrando agua.

Para muchos, la solución para su falta de organización es trabajar más horas, o usar aplicaciones nuevas. Otros intentan librarse de ciertas tareas, o eliminan espacios de tiempo de ocio, de estar en la familia, o de hacer deporte.

Pero todos estos intentos no son más que sacar agua del bote. Nada de esto mejorará tu organización personal. Y en el fondo, esto ya lo sabes.

Entonces… ¿Por qué nos sucede esto? ¿Por qué insistimos en dejar para más adelante la verdadera solución del problema?

Por qué preferimos echar agua afuera

En realidad, creo que esta forma de actuar tiene sentido. Nuestro cerebro busca la eficiencia, gastar pocos recursos. Y sacar agua de la barca es sencillo.

Sí, requiere esfuerzo, pero si te fijas…

  • Es un movimiento repetido: llenas el cubo, echas el agua fuera.
  • No requiere pensar. Es sencillo. ¡Todo el mundo sabe llenar un cubo de agua y tirarlo fuera!
  • No requiere demasiado trabajo. Una hora sacando agua puede ser cansado, pero las repeticiones son suaves.
  • Es urgente. Debes hacerlo ya, o si no, te hundes.
  • Es importante. Que la barca se llene de agua no es algo que puedas obviar.

Por contra, tapar un agujero requiere de planificación, diseño, creatividad. Hay que salir de la zona de confort y mojarse las manos.

Lo mismo pasa con la productividad personal. Contestar correos electrónicos, echar una horita más en la oficina, retrasar actividades… Todas estas actividades son, en realidad, como sacar agua del bote. Debes hacerlo, son urgentes, son relativamente sencillas… es cómodo.

El problema está en que nada de esto va a tapar los agujeros. Seguirán entrando correos, reuniones con los clientes y citas de todo tipo. Y lo peor es que, mientras sigas sin tomar acciones distintas, no avanzarás. Solo estarás… sacando agua del bote.

Cómo tapar los agujeros de tu productividad

Para solucionar el problema de raíz, debes tapar los agujeros por donde se te está yendo el tiempo. Y para eso, vas a tener que correr algunos riesgos. No vas a poder responder correos, o revisar las redes sociales. Tendrás que decir NO a muchas cosas. El bote se te va a llenar de agua, pero esto es necesario para dedicarte a tapar los agujeros.

No te preocupes, ya terminarás de sacar agua después. Lo importante es tapar agujeros, mejorar el bote.

En la práctica, para solucionar los problemas de falta de organización, tienes que aprender un método.

No conozco otra forma mejor. Ni las aplicaciones, ni los truquitos que encontrarás en internet van a arreglar de verdad el problema. Esto sería mejor que simplemente sacar agua, pero se podría comparar a poner parches. Al final, estarás peor que al principio: con los mismos agujeros y con un montón de agua en el bote.

Yo te recomiendo el método C.A.R. por su sencillez y su eficacia. Llevo años estudiando trucos, métodos, apps, y de momento, no he encontrado nada mejor. El método C.A.R. se aprende en poco tiempo, y es muy sencillo poner el sistema en marcha.

Puedes probar otros métodos, por supuesto. Lo que está claro es que hay una gran diferencia entre seguir sacando agua a tapar de una vez por todas los agujeros de tu productividad.

Así que… ¿Qué vas a hacer tú?

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?