La curiosa relación entre mindfullness y capturar

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¿Cuánto tiempo crees que puedes aguantar enfocado en tu respiración y sin que un pensamiento te distraiga? Si no lo has hecho nunca, prueba. Lo más probable es que dures tan solo unos segundos. ¿Por qué sucede esto? ¿Cómo puedes mejorar? ¿Y qué relación tiene el mindfullness con capturar? Lo vemos…

Definición rápida de mindfullness

Si no has oído hablar sobre mindfullness, te lo explico rápido. Es simplemente centrarse en el momento, sin dejarse distraer por los numerosos y variados pensamientos que interrumpen constantemente nuestra concentración.

Así de simple.

No se trata de meditación trascendental, ni de técnicas raras, ni de ritos religiosos. El mindfullness se puede aplicar a todo.

  • ¿Estás comiendo? Disfruta de la comida. Saborea, huele. No pienses en lo que te dijo tu amigo ayer y te sentó mal.
  • ¿Estás leyendo? Lee concentrado, piensa en el contexto. Imagina los personajes. Olvídate de pensar en a dónde irás el fin de semana.
  • ¿Estás dando un paseo por el campo? Toca las flores, abraza un árbol. Huele el aire. Respira hondo. Deja de hacerte selfies sin sentido.

Mindfullness es atención plena. Claro, habrás notado que esto no es fácil. El ejercicio que proponía al principio demuestra su dificultad. Hace poco, en una mini-formación, los participantes duraron menos de 20 segundos en desconcentrarse. Y eso que estaban sentados, con los ojos cerrados, y en silencio.

Por qué nuestra mente nos interrumpe tanto

Nuestra mente está constantemente interrumpiendo. Hay muchos motivos. De hecho, es parte de su intento por aumentar la eficiencia. Al cerebro no le gusta mucho gastar recursos para concentrarse en algo. Prefiere ir saltando de tema en tema.

Además, su red neuronal es una amalgama de información entrelazada. Así que un olor, un sonido, una palabra, cualquier cosa, activará otros recuerdos y funciones.

Por otro lado, el estilo de vida actual está sobrecargando nuestras capacidades. La capacidad de atención promedio sigue bajando año tras año. Los dispositivos electrónicos, el ruido, las ondas electromagnéticas, nuestra propia ansiedad… En realidad, es totalmente normal que nuestro cerebro esté tan “nervioso”.

Por supuesto, el cerebro se puede entrenar. Y precisamente el mindfullness tiene ese objetivo.

Para ello, se fuerzan periodos más largos de concentración. Obviamente, nos vendrán pensamientos que intentarán interrumpir. Lo único que tenemos que hacer nosotros es actuar como un observador pasivo. Vemos llegar el pensamiento, y sin juzgar si es bueno o malo, sin darle mayor importancia, lo despedimos.

Hay quien lo compara a una mosca. Viene a molestar, y nosotros la alejamos con la mano, y seguimos a lo nuestro.

La relación entre mindfullness y capturar

¿Y qué tiene que ver esto con capturar? Bueno, si usas un método de organización personal como C.A.R., sabrás que capturar información es clave.

Hay dos tipos de capturas: ajenas y propias. Las ajenas se producen automáticamente. Son las llamadas bandejas de entrada, como el correo electrónico, el Whatsapp o el buzón de correos. La información va llegando ahí sin que hagamos nada. Si quitamos las notificaciones, logramos que dejen de interrumpirnos.

Por otro lado, las capturas propias son las que nosotros hacemos. El ejemplo más sencillo es tomar una nota, pero también podemos capturar una foto, un enlace o grabar un audio.

Y ahora viene lo importante. Cuando capturas, estás haciendo mindfullness.

Lo que estás haciendo es espantar la mosca y seguir a lo tuyo. ¿Cómo?

Cuando estás trabajando enfocado en algo, y te viene una idea a la cabeza, lo que haces es capturarla. Tomas nota, y vuelves a lo que estabas haciendo. ¿Que viene otra idea? Capturas de nuevo, y continuas.

No analizas esas ideas, no entras en detalle, no haces nada con ellas. Simplemente, capturas y listo. ¿Por qué puedes volver a enfocarte? Porque confias en el sistema. Sabes que eso que has capturado está guardado, y sabes que, en un momento que has definido, te enfocarás en analizar todo lo que has capturado.

Por eso tener un sistema de organización personal es tan potente. Te permite enfocarte en una sola tarea, al mismo tiempo que guardas y procesas toda la información que se te viene a la cabeza.

¡Es mindfullness total!


Resumiendo

El mindfullness es el hábito de la atención plena. Al igual que un músculo, el cerebro se puede entrenar para que aprenda a concentrarse. Al capturar las ideas que nos vienen a la mente, logramos que no nos distraigan, y aumentamos nuestro enfoque. Claro, trabajar en entornos adecuados y sobre todo, contar con un método de organización fiable es clave para que todo funcione y no perdamos información importante.


*Imagen de cabecera: Joe en Pixabay

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?