Un pájaro no canta mejor en una jaula de oro sino en una jaula del tamaño del planeta.
Jodorowsky
Me llamó la atención esta frase por su profundidad, y reconozco que tuve que dedicarle un tiempo a terminar de comprenderla bien. No te vayas, porque resulta que el pájaro puedes ser tú (o yo).
Poco le importa al pájaro que la jaula sea de oro, ya que no sabe apreciar eso, y ni mucho menos le influye para cantar. Lo que el pájaro necesita es no tener jaula, o dicho de otra manera, que sea del tamaño del planeta.
Un pájaro no recorrerá todo centímetro del planeta ni en toda su vida. Al contrario, lo más probable es que permanezca en el mismo sitio la mayor parte del tiempo. Pero el pájaro sabe que, si quiere, puede ir tan lejos como le apetezca. Esa es la diferencia.
Lo mismo nos pasa a los humanos. Por más comodidades que tengas en una cárcel, es la ausencia de libertad la que te impide sentirte pleno.
Pero lo más interesante es que esto también sucede a nivel emocional y mental. Nuestras limitaciones son la peor jaula que existe, pues en realidad, no existen. Solo están en nuestra cabeza. Nos impiden liberar nuestro potencial sin ni siquiera probarlo.
Por eso, ¡rompe las cadenas! ¡libera tu mente! Niégate a ponerte límites. No hace falta que explores hasta dónde puedes llegar en todo ámbito de la vida. Se trata de que tengas la sensación de que, si quieres, puedes. Que seas tú quien decides qué quieres hacer y hasta dónde quieres llegar. Eso es lo que te permitirá, al igual que al pajarito de la frase, cantar sin miedo, y lograr lo que te propongas con mucha más facilidad de lo que imaginas.