¿Qué tamaño tiene tu jaula?

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Un pájaro no canta mejor en una jaula de oro sino en una jaula del tamaño del planeta.

Jodorowsky

Me llamó la atención esta frase por su profundidad, y reconozco que tuve que dedicarle un tiempo a terminar de comprenderla bien. No te vayas, porque resulta que el pájaro puedes ser tú (o yo).

Poco le importa al pájaro que la jaula sea de oro, ya que no sabe apreciar eso, y ni mucho menos le influye para cantar. Lo que el pájaro necesita es no tener jaula, o dicho de otra manera, que sea del tamaño del planeta.

Un pájaro no recorrerá todo centímetro del planeta ni en toda su vida. Al contrario, lo más probable es que permanezca en el mismo sitio la mayor parte del tiempo. Pero el pájaro sabe que, si quiere, puede ir tan lejos como le apetezca. Esa es la diferencia.

Lo mismo nos pasa a los humanos. Por más comodidades que tengas en una cárcel, es la ausencia de libertad la que te impide sentirte pleno.

Pero lo más interesante es que esto también sucede a nivel emocional y mental. Nuestras limitaciones son la peor jaula que existe, pues en realidad, no existen. Solo están en nuestra cabeza. Nos impiden liberar nuestro potencial sin ni siquiera probarlo.

Por eso, ¡rompe las cadenas! ¡libera tu mente! Niégate a ponerte límites. No hace falta que explores hasta dónde puedes llegar en todo ámbito de la vida. Se trata de que tengas la sensación de que, si quieres, puedes. Que seas tú quien decides qué quieres hacer y hasta dónde quieres llegar. Eso es lo que te permitirá, al igual que al pajarito de la frase, cantar sin miedo, y lograr lo que te propongas con mucha más facilidad de lo que imaginas.

Reflexión

Tener el instinto de un ciervo

Imagina por un momento que estás en un monte, en medio de un paraje natural, en total silencio. Estás en el suelo, observando entre unos

Diferentes vehículos
Psicología

Motor, volante y freno

Hace poco compartí una frase que me gustó: “Que el amor sea tu motor, y la inteligencia tu volante”. Pero un usuario hizo una observación:

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?