Por qué prioridad es singular y no plural

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Prioridad es una de estas palabras curiosas que por su significado choca con las normas gramaticales. En realidad, prioridad es singular, y no plural. Te explicaré mi argumento, pero sobre todo, hablaremos de su aplicación práctica. Porque… tú también tienes prioridades, ¿no?

El significado de prioridad

El término prioridad significa ventaja o preferencia sobre otra persona, o cosa que se considera más iportante que otra.

Su etimología da a entender la cualidad de anterior o primero.

Así, por su significado, el uso en plural carece de sentido en muchos contextos. Por ejemplo, tú pides que te den prioridad (no prioridades) en la cola del banco. Te gustaría tener prioridad (no prioridades) al solicitar una ayuda. Y cuando llegas a una rotonda, tienes prioridad (no prioridades) si circulas por el carril exterior.

Por qué no puedes tener muchas prioridades en la vida

¿Y qué pasa con las prioridades de vida? ¿Puedes tener más de una? Esto es relativo.

Sucede algo parecido a la palabra favorito. A una de mis hijas le pregunté cuál es su comida favorita. Me dijo: “Lasaña”. Y después de dudar, añadió: “Y tortilla también”. ¿Pero cuál es la favorita?

En otras palabras, no se pueden tener varios favoritos, ni tampoco muchas prioridades. A veces pienso que quizá la clave es ponerse una prioridad en cada ámbito de la vida. Podría ser una solución.

El punto está en que si tienes muchas prioridades, al final no tienes ninguna. Al haber varias, no se puede saber cuál es realmente prioritaria.

Si observas la vida de muchos a tu alrededor, quizá hasta la tuya misma, verás que la mayoría no tienen sus prioridades claras. Todavía más raro será encontrar a alguien que tenga una sola prioridad perfectamente definida.

¿Y cuál es el problema con esto? Pues que, al no saber qué quieren en su vida, transitan por ella como pollos sin cabeza. Hoy me gusta esto, mañana aquello. Ahora tengo está pasión, mañana la odio. Voy a usar una app que me han recomendado, y a los dos días, ni me acuerdo.

Tener una o varias prioridades bien definidas no quiere decir que no podamos hacer cambios. La diferencia está en que tenemos claro por qué hacemos las cosas. Todo lo que hacemos tiene sentido.

Cómo establecer prioridades

Incluso diría más. Es necesario tener una prioridad en la vida. Y después, y solo después de esa prioridad, una segunda opción, y quizá una tercera, cuarta o quinta. Y se acabó. El resto no son prioridades. Como explicó Warren Buffett a su piloto, todo lo que no está en tus prioridades te robará la energia para cumplirlas.

Por eso, en el método C.A.R. lo primero que se hace es definir las prioridades. Al principio no es necesario que seamos super concienzudos. El sistema nos irá guiando, porque puede suceder, y de hecho es bastante normal, que descubramos en la práctica que lo que creíamos que era una prioridad, al final era un pasatiempo, o al revés.

Sea que uses este método u otro, te recomiendo que hagas este ejercicio: escribe en una nota tu prioridad (singular, no plural). Y si quieres, en esa misma nota, abajo, o en otra aparte, tus otras 4 prioridades en la vida (mejor, una por cada diferente ámbito).


Resumiendo

Al igual que no puedes tener varias comidas favoritas, tampoco parece lo más sabio tener muchas prioridades. De hecho, sería interesante definir tu prioridad (singular). Quizá una prioridad en cada ámbito. Medita en ello, y escríbelo en algún sitio. ¡Quién sabe! A lo mejor esa lista te lleva a elegir un método de organización, u otro, o ninguno. ¡Nos seguimos viendo!

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?