Puede que te preguntes por qué tú necesitas un método para ser más efectivo. De hecho, si estás leyendo esto, seguramente te gusta el orden, la productividad, el desarrollo personal, y este tipo de temáticas, y probablemente conozcas muchas técnicas para ganar tiempo y conseguir más resultados.
También es posible que seas uno de tantos que luchan por cumplir con su agenda; por ir tachando tareas de la lista, hasta acabar el día.
Es bastante probable que hayas hecho de todo para ser más efectivo. Que si la regla de Pareto, que si ahora me voy a levantar a las 5 de la mañana para escribir un diario, que si voy a usar esta aplicación de la que me han hablado…
¿Te suena todo esto?
Pues bien, la solución no está en conocer muchas técnicas, ni leer muchos libros. La clave está en un método.
Dice el diccionario que un método es un “modo ordenado y sistemático de proceder para llegar a un resultado o fin determinado“, o también un “procedimiento que se sigue para conseguir algo”.
Me gusta mucho la etimología de esta palabra. Según parece, viene del griego “méthodos”, y está compuesta por 2 palabras: meta (hacia) y hodos (camino). Así que sería el camino que tienes que recorrer para llegar a un sitio.
Nosotros queremos llegar a ser personas efectivas, que controlan su vida. Y el método es la forma de lograrlo.
¿Por qué un método es fundamental para ser más efectivos?
Hay muchas razones, como por ejemplo:
- Con un método, sabes lo que tienes que hacer y lo que no
- Al tener un procedimiento, no pierdes tiempo en investigar cuál es el siguiente paso.
- Como el método se repite, cada vez es más automático.
- Cuando el método no funciona, simplemente hay que buscar el eslabón de la cadena que falla, y mejorarlo.
- Un método te dice cuál es el orden correcto de las acciones a realizar.
- Un método se puede plasmar en papel o en formato electrónico, y, por lo tanto, se puede modificar, guardar, compartir, recordar…
- Otra ventaja es que el método es replicable, y puede ser usado por más de una persona.
Mi método
En mi caso, he pasado por muchas etapas en las que he probado de todo. Durante años, practiqué GTD. También he usado Time Blocking. He estudiado todo tipo de técnicas, trucos y sesgos cerebrales para intentar aumentar la efectividad.
También he leído muchos libros sobre esta temática, y sigo suscrito a podcasts y blogs que hablan de efectividad, de una u otra manera.
Desde hace un par de años, uso mi propio método, que he ido modificando para encontrar el punto exacto.
Es un método que cumple varias premisas que considero imprescindibles:
- Que sea sencillo, fácil de recordar y de ejecutar
- Preferiblemente, que no dependa de aplicaciones o de recursos específicos
- Que sea adaptable a diferentes personas
- Y que, al mismo tiempo, aproveche los rasgos comunes de todo ser humano
Lo que he hecho, básicamente, es juntar todas las técnicas y métodos que conozco, mezclarlos, extraer lo mejor, y sintetizar una y otra vez, hasta lograr algo muy muy sencillo, pero que siga siendo eficaz.
Después de practicarlo durante meses, pasé a elaborar un esquema que me permitiera enseñarlo para que otras personas pudieran probar el método. Este esquema ha ido variando hasta lograr un punto de equilibrio entre eficacia y eficiencia.
Si quieres más información sobre este método, y cómo hacer el curso, puedes ver una presentación completa aquí:
Solo una cosa más. Si de verdad quieres mejorar tu vida, no hagas como el de la frase de abajo…
"Definitivamente voy a tomar un curso en administración del tiempo, tan pronto como pueda hacerle un hueco en mi agenda" – Louis E. Boone Clic para tuitear