Ponlo donde lo veas

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¿Te ha pasado alguna vez que tienes que entregar algo a alguien y te olvidas? Incluso ves a esa persona y aún así te olvidas. Nos quejamos porque pensamos que es mala memoria, pero la realidad es que la memoria funciona así, no es culpa suya. El problema es la mala planificación.

Te lo explico con 2 ejemplos (uno malo y uno bueno).

Ej. Malo: Teníamos que darle una bolsa con ropa a un familiar. La ponemos en el maletero del coche. Llegamos a la casa de este familiar; pasamos un día fantástico. Volvemos a casa, y entrando por la puerta, nos acordamos. No le dimos la bolsa. ¡Qué rabia da!

Ej. Bueno: Me encargaron entregar un disco duro para mi compañero de trabajo, que lleva la isla de enfrente (Tenerife). Viajo en avión y no llevo nada prácticamente. No sirve poner el disco junto con las herramientas ni con la tablet porque no las llevaré. Tampoco puedo dejarlo en el coche porque ahí se quedará. Así que, lo subí a casa y lo dejé al lado de la cartera. La cartera siempre está en el mismo sitio, y estoy seguro de que mañana la llevaré (o eso o me quedo en tierra). Mañana, posaré la cartera y el disco duro en el asiento del copiloto, y cuando llegue al aeropuerto agarraré ambos objetos y los llevaré en la mano.

Los dos ejemplos se parecen, pero hay algunas diferencias. Pero primero, veamos el orden correcto para que no se nos olvide en casa ese objeto que tenemos que llevar.

1. Tomar nota (si usas el sistema C.A.R. sabrás de lo que hablamos)
2. Pensar dónde vas a poner ese objeto (memoria vincula lugares con recuerdos)
3. Los objetos que más usas deben estar accesibles y en el mismo lugar (son puntos de anclaje sencillos)
4. Añadir bloque de tiempo o hasta un recordatorio sonoro

*El punto 1 puede ser tomar nota o hacer directamente

¿Cuál fue el error en el primer caso? Faltó pensar un poco más. Poner la bolsa en el maletero del coche no era suficiente. Mi mujer podía haberla puesto en los pies, en el asiento del copiloto. Así, al salir del coche la podía coger. También podía haberla atado a su bolso. Incluso hubiese estado bien poner una alarma por si acaso.

La clave es la visualización. Imaginar los pasos que vas a dar, y anclar ese objeto a algo conocido.

Puede parecer una tontería, pero imagina que llegas al aeropuerto y no tienes la cartera. En organización personal se da importancia a lo virtual, pero los objetos también deben formar parte de la planificación. Por eso insisto en que los métodos deben ser integrales. CAR es uno de los pocos métodos que lo son.

En conclusión, sea que uses un método o no, procura poner los objetos a entregar donde los veas.
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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?