Off… Uff

No stress

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Me encantan las onomatopeyas. Son como la versión en letras de los emoticonos. Una de ellas es “uff”. Puede expresar varias cosas, pero hoy resaltaremos esa sensación de paz, de tranquilidad; esos momentos en que uno se siente bien, en calma.

El problema con esto es que hay que ponerse. Vivimos en un mundo agobiante, que nos empuja a una carrera sin final y sin descanso. Por eso es tan necesario hacer pequeñas pausas en la rutina diaria; desconectar.

Casi todo el mundo busca hacer más cosas en menos tiempo. Incluso hay quien, en un esfuerzo contra-natura, intenta hacer varias cosas a la vez. 

Se premia a quien consigue más, a quien engorde resultados. 

Pero… ¿se puede realmente hacer bien algo si no le prestas toda tu atención? ¿puedes acaso disfrutar el momento? ¿llegar a amar aquello que te roba tu preciado tiempo?

¿Por qué no, por una vez, le llevamos la contraria al sistema? Piensa en algo que te guste hacer, céntrate en ello, solo en ello, y dedícale más tiempo del necesario. Disfruta cada detalle, cada movimiento. ¡Siente!

No es necesario escalar el Himalaya para lograrlo. Simplemente necesitamos un rato para parar un poco; buscar un sitio con menos bullicio del que estamos acostumbrados a tener, intentar encontrar un sitio en donde nos rodeemos de naturaleza. O, si estamos en casa, preparar un café, encender una chimenea, agarrar un buen libro o apagar las luces y encender unas velas… Son cosas sencillas que nos ayudarán a encontrar estos huecos de relax.

Y… ya que hemos usado la onomatopeya “uff” para la sensación, ¿qué palabreja corta podríamos usar para la desconexión? Creo que el título se adelantó, ¿verdad?

Efectivamente, aquí tenemos una frase hecha, un código para nuestras desconexiones. Un modo (como cuando decimos figurativamente: “estoy en modo avión”).

El modo Off.. Uff

*Dedicado con cariño a mi compañera, alguien que sabe encontrar y disfrutar de los pequeños momentos de paz que nos brinda la vida.

GPS, brújula y un mapa
Reflexión

Se ha perdido la señal GPS

Hace poco, asistí a un funeral. Es curiosa la relación entre la vida y la muerte. Cuanto más tiempo llevas vivo, más te enfrentas a

Los negros del ataúd te enseñan efectividad
Reflexión

El baile del ataúd te enseña efectividad

Tengo un amigo que tiene un canal de YouTube. No es famoso ni nada de eso. Al contrario. El canal tiene 16 suscriptores ahora mismo. Hace poco, este amigo mío publicó un video grabando con el móvil un juguete de Hot Wheels con los bailarines del ataúd, y la archiconocida música de fondo. El video tiene 1371 visualizaciones. Así que mi amigo me dijo «partido de risa» que estaba perdiendo el tiempo, y que me dedicara a otra cosa. Pues bien, el artículo de hoy es la respuesta a mi amigo. Porque, al final, resulta que el baile del ataúd también te enseña efectividad.

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?