No salgas de tu zona de confort

Zona de confort

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¿Has oído la expresión «sal de tu zona de confort»? ¿Lo has hecho ya? Muchos expertos te animan a “salir de tu zona de confort”. Pero… ¡cuidado! ¿Sabes cuál es tu zona de confort? ¿Has determinado a dónde te diriges y por qué? ¿Estás preparado? ¿Tienes un camino a casa? A veces, lo mejor no es salir de la zona de confort, sino hacerla más grande.

RESUMEN DEL AUDIO:

Zona de confort es ese sitio donde estás cómodo (no es bueno ni malo). Puede ser un trabajo horrible, pero tienes miedo a cambiar (es zona de confort).

Gurús te dicen: “Sal de tu zona de confort”, “Abandona tu zona de confort”, “Rompe tu zona de confort”. La idea es buena (resiliencia), pero podría hacerse a lo loco. Te abroncan, y te obligan a algo tratándote como un estúpido si no lo haces.

Algunas frases sobre la zona de confort

“La zona de confort es un hermoso lugar, pero nada crece allí”. (Exagerado, es necesario cambiar para crecer, pero no tienes que salir de tu zona de confort para hacer cambios)

“Zona de confort: Aparente estado de comodidad que te lleva a la muerte en vida”. Conozco personas que viven permanentemente en la zona de confort y son muy felices. No todo es blanco o negro. Probablemente serían más felices si hicieran cosas nuevas, pero ellos no lo saben, así que son felices. Es incluso posible que hayan salido de la zona de confort de mala manera, y por eso, prefieren quedarse como están. (Más vale malo conocido, que malo por conocer – Más vale pájaro en mano que ciento volando)

“La vida comienza donde termina tu zona de confort” (La vida empieza en tu zona de confort, y continúa fuera. Cada etapa es necesaria. Un bebé vive en zona de confort, y a medida que crece, se le debe preparar para enfrentarse. Ambas etapas son positivas)

Y más frases…

Puntos a tener en cuenta antes de salir de la zona de confort

¿Te has planteado por qué quieres irte y a dónde te llevará eso, incluyendo las consecuencias? (Mudarse a otro país puede ser interesante, pero ¿por qué? ¿Qué vas a ganar? ¿Cómo afectará a tus seres queridos?… Conozco gente que se fue para ganar dinero, pero perdió mucho. Incluso algunos no pudieron volver) Mirar la motivación. Puede que las razones no sean las mejores. Huir de los problemas no los elimina. ¿Has contado con otras personas?

¿Estás preparado? ¿Has buscado información? ¿Te has capacitado? ¿Has pedido ayuda u orientación a otros? Te vas a ir a una zona de confort a otro sitio que no va a ser confort, sino de penurias.

¿Tienes un plan para volver a casa si la cosa sale mal? No es lo mismo irse de casa de tus padres llevándote bien con ellos, que lo contrario. Siempre hay que tener un nido, un hogar donde poder regresar. Hay quien dice “Mi hogar es el mundo”. Pero esto en la práctica no se suele cumplir.

Otras opciones a salir de la zona de confort

Dar un paseo fuera (probar un poco sin que tenga consecuencias mayores)

Ampliar la zona de confort (hacer cambios lentos y progresivos, con lo que estiras el círculo y el área de confort se amplia). Cuanto más te acostumbres al cambio, cuanta más resiliencia tengas, más fácil será cambiar, y el cambio será de hecho, parte de tu zona de confort.

Cuidado con el otro extremo, estar siempre cambiando “culo inquieto”. “Le quema el asiento”. Para algunos, su zona de confort es no tener estabilidad, sea en una relación, o en un trabajo, o en un lugar donde vivir.

Un ejemplo sobre romper o no tu zona de confort

Si te enseñan a nadar tirándote al mar, aprendes. Pero quizá no sea tu zona de confort. Depende de cómo te vaya. Si te enseñan, puede que tardes en aprender, pero no habrás salido de tu zona de confort, sino que la habrás ampliado.

Equilibrio entre los extremos. Hacer las cosas con sentido, no porque te lo digan los demás.

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?