No pedí ese problema

Zapato pisando chicle

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En estos días se ha hablando mucho del Mobile World Congress celebrado en Barcelona, y que contó con unos 109.000 asistentes. En este congreso se ven las novedades que los gigantes tecnológicos proponen a los consumidores.

Aunque hay opiniones para todos los gustos, según parece, ha habido una novedad interesante. Los aparatos más sofisticados, como los famosos móviles plegables, estaban detrás de una vitrina y no se podían tocar.

Por otro lado, se presentaron muchos modelos con capacidad para redes 5G, tecnología que, curiosamente, todavía no está disponible.

También fueron protagonistas los altavoces inteligentes dotados de asistentes virtuales. Son unos aparatejos a los que puedes hablar y dar órdenes sin sentirte mal porque, como no son mayordomos humanos…

La tecnología es un siervo útil, pero un amo peligroso

2 novedades interesantes

Dos de las novedades llamaron mi atención y me hicieron pensar: los altavoces con asistente virtual y los móviles con pantalla plegable.

Me surgen algunas preguntas… ¿Para qué quiero un altavoz con asistente virtual cuando ya tengo lo mismo en mi smartphone, además disponible también fuera de mi casa? ¿Y para qué quiero un móvil con pantalla plegable cuando tengo, por mucho menos dinero una tablet con la pantalla al tamaño que necesite?

Además, si fuese que lo regalan… Pero ni mucho menos. Un móvil con pantalla plegable ronda los 2.000 dólares.

Yo no pedí eso

De ahí la frase del título: No pedí ese problema.

Desconozco si preguntaron a la gente con alguna encuesta o algo así, si querían estos aparatos. Lo dudo mucho.

Me parece que, en muchos casos, se nos ofrecen soluciones a problemas que no teníamos. Se inventan necesidades.

Probablemente mucha gente piense como yo en este caso. Aún así, si las grandes marcas han acertado, poco a poco se irán vendiendo más y más de estos sofisticados inventos. Habrá clientes auto-convenciéndose de la buena compra que hicieron. Se generarán apps que solo pueden ser usadas precisamente por esos terminales, y poco a poco, habrán colado en nuestras vidas una necesidad vital más.

La tecnología se alimenta a sí misma. La tecnología hace posible más tecnología.

Nadar contra corriente

Competir contra un consumismo generalizado es hacer de salmones virtuales y nadar contra corriente. Por eso, ¿cómo conseguirlo?

Una opción mucho más efectiva a comprar por comprar (y más sana en todos los sentidos) es que busquemos soluciones a los problemas reales que tenemos. Además, es necesario un ejercicio de reflexión antes de caer en compras compulsivas. Y basta una pregunta simple:

¿Lo necesito?

El Mobile World Congress de este año se ha convertido en realidad en una feria de prototipos, así que habrá que esperar en qué quedan los altavoces inteligentes y los móviles de pantalla plegable.

Mientras tanto, recordemos que la tecnología más avanzada que se ha creado se llama cerebro.

Soy un cerebro, Watson. El resto de mí es un mero apéndice. – Sherlock Holmes Clic para tuitear

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?