La lista de tareas que no quiero hacer

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Hace unos días, en el podcast de un tocayo, Jaír Barragán, de Utopikal, escuché una idea que me pareció muy interesante. Toda persona organizada tiene sus tareas en listas, de un modo u otro. En esos contenedores almacenamos nuestros sueños y proyectos, con todo lujo de detalle. Y está muy bien. Pero ya sabemos que hay una pelea enorme entre el tiempo disponible y nuestros deseos. Así que no nos queda más remedio que descartar objetivos, aunque nos gusten, para centrarnos en lo que preferimos de verdad.

Bien. El punto está claro. Otra cosa que sabemos es que, para lograr metas, debemos construir sistemas. Es decir, genera un hábito, y si eres constante y la acción elegida es la correcta, con el tiempo obtendrás un resultado. Por fuerza.

Ahora, pongámosle la tapa al boli y juntemos las piezas. Una conclusión lógica es que, si queremos centrarnos en los hábitos correctos para lograr nuestras metas, debemos descartar otros hábitos. A veces serán cositas tontas, pero su acumulación puede llevarnos a retrasar los objetivos o peor aún, a arruinarlos completamente. Y aquí entra en juego la lista de tareas que no quiero hacer.

Es una lista sencilla. Aquí va una propuesta:

  • No quiero ver noticias.
  • No quiero comer alimentos procesados.
  • No quiero criticar a personas que no están delante.
  • No quiero trabajar hasta muy tarde.
  • No quiero abrir el correo ni las redes sociales hasta las 11 de la mañana.

Creo que con 5 ítems está bien. Si añadimos muchos, la lista pierde su efecto.

Cuanto más específicos sean los puntos del listado, mejor.

¿Cómo funciona esta lista? Pues sencillo, porque como no hay que hacer nada, es tan simple como repasarla al comienzo del día. Si usas el método C.A.R. puedes incluir la lista en el bloque de tiempo del ritual mañanero. Ves la lista, la lees (son literalmente 10 segundos), y a seguir con las rutinas. Y, ojo, recuerda que has dicho que todo eso, no lo quieres hacer. No hagas trampas, y a por todas.


*Imagen de cabecera: Steve Buissinne en Pixabay

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?