Según algunos estudios, pasamos 250 días de nuestra vida leyendo. Creo que el cálculo no es muy acertado, o por lo menos, me resisto a creerlo, dado que el mismo estudio dice que dedicamos 5 años y medio viendo tv, y unos 500 días haciendo cola. El caso es que la lectura es, o debería ser, parte fundamental de nuestra vida. Pero, contrario a lo que se suele creer, no hay una única manera de leer. ¿Conoces la diferencia entre lectura lineal y lectura orgánica?
¿Qué es lectura lineal y qué es lectura orgánica?
Antes de nada, definamos bien qué es orgánico y qué es lineal.
Aunque el diccionario de la Real Academia española es bastante «cerrado» en cuanto a la definición de orgánico, se entiende comúnmente que algo orgánico está relacionado con la vida, con sus procesos, muy frecuentemente, complejos y variados, aunque, en perfecta sincronía.
Por otro lado, lineal es más sencillo de definir. Nos hace pensar en orden, en principio y fin, como una línea recta. Lo lineal está definido, es sencillo y fácil de seguir.
A pesar de que nuestro cerebro se empeña en hacerlo todo lineal, la vida es muy distinta. Nos gusta mucho categorizar, y tomar datos, pero lo cierto es que las nubes, la lluvia, las relaciones personales y prácticamente todo lo que nos rodea se mueve de forma desorganizada, pero al mismo tiempo, en perfecta armonía. Si pudiéramos dibujar la vida, sería más un fractal que una línea recta.

Las diferencias entre orgánico y lineal están claras. Solo nos falta aplicarlas a la lectura.
¿Qué sería una lectura lineal?
La lectura lineal es en realidad la lectura estándar, la de «toda la vida». Uno comienza a leer un libro por el principio, y continúa hasta que lo termina.
Por eso, la mayoría de los libros tienen números de páginas, capítulos, secciones, apéndices, etc.
Se presupone que uno lee un libro en el orden marcado por el autor, sobre todo si lo que leemos es una novela o algún tipo de historia.
Además de esto, normalmente, leemos un solo libro. Cuando terminamos de leerlo, empezamos otro, y así sucesivamente.
Una cosa más dentro de la lectura lineal. Muchos se marcan un tiempo definido para leer, ya sea todos los días, una o varias veces, o en un día específico. A veces se marcan propósitos como el de leer un libro a la semana, o al mes.
¿Y qué sería lectura orgánica?
La lectura orgánica consistiría en saltarse la línea recta. No haría falta leer un libro de principio a fin, sino solamente una sección. Tampoco sería necesario leerlo en orden. Podríamos saltar entre capítulos o secciones a conveniencia.
Tampoco nos limitaríamos a leer solamente un libro al mismo tiempo. En la lectura orgánica, puedes leer varios libros, 6 o 7 o los que te apetezca, al mismo tiempo. Puedes leer uno hoy, y otro mañana, abandonar el primero por un tiempo, o definitivamente.
Por supuesto, aunque definiremos esto más adelante, en la lectura orgánica no hace falta marcarse metas como la de un libro al mes.
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¿Por qué debes aprender a leer de forma orgánica?

Las nuevas tecnologías, la manera de aprender, y otros progresos en el campo de la redacción y la educación, hacen que la manera de leer esté cambiando.
Las exigencias actuales en cuestión de tiempo y enfoque, obligan a muchos a leer rápido y encontrar la información que se necesita, obviando el resto.
Por ejemplo, es muy probable que, ahora mismo, mientras estás leyendo este artículo uses técnicas como “skimming” (identificar rápidamente los conceptos, palabras clave, datos y fechas), “scannig» (lectura exploratoria para encontrar lo que necesitan), o la más famosa lectura en vertical.
En un artículo digital hay enlaces a otras páginas web, fotografías ampliables, formularios rellenables y un sin fin de posibilidades que hacen que la lectura actual ya no consista en leer de principio a fin.
Además, nuestro estado de ánimo, el tiempo disponible, las necesidades intelectuales, nuestro oficio o trabajo… todo esto cambia. Así que, ¿por qué no permitir que nuestra lectura se adapte?

Hemos hablado ya en EfectiVida sobre técnicas de lectura que se pueden aplicar tanto a lectura en papel como al medio digital. Te animo a que les eches un vistazo:
Lectura comprensiva (la técnica de la cebolla y la lectura en «ese»)
Cómo recordar todo lo que lees
Sea que leas más o menos rápido, lo cierto es que la diferencia entre lectura orgánica y lectura lineal, puede afectar notablemente al disfrute en la lectura y a su eficacia.
¡Hay tantas maneras de leer, y hace falta tanto talento para leer bien! – Gustave Flaubert (escritor francés) Clic para tuitearMi experimento personal con la lectura orgánica
Siempre me gustó leer. Pero leía más bien de forma lineal: un solo libro a la vez, de principio a fin. Por eso, desde que oí hablar de la lectura orgánica, inmediatamente me propuse probarla.
Ya hemos comentado antes que, en realidad, todos estamos leyendo de una manera u otra, de forma orgánica. Sin embargo, ahora vamos a centrarnos en la lectura por placer, sea esta del tipo novelesco o con contenidos más técnicos.
Te cuento mi caso: Normalmente, leo todos los días, temprano en la mañana, la Biblia, unos diez minutos. Además, dedico otros 10 minutos a leer otro libro cualquiera. Desde hace un tiempo, como familia, dedicamos la noche de los miércoles a leer una horita aproximadamente, cada cual, el libro que quiera. Y, además de esto, y de las muchas lecturas que realizo al día (manuales, mails, publicidad, facturas, etc), aprovecho ratos muertos para leer algo más, por placer.
Una cosa que sí hacía desde hace tiempo es no marcarme objetivos de lectura. La meta es leer un tiempo cada día, no leer un número de libros a la semana, o al mes.
3 métodos
Básicamente he probado 3 métodos: leer un libro en exclusiva hasta acabarlo, leer varios libros a la vez -hasta 7, según me apeteciera-, y leer unos 5 libros a la vez, pero cada vez que entraba en el lector, leía el que más tiempo llevaba sin abrir.
De los tres métodos, me quedo con el segundo. ¿Por qué?
Porque al final, terminas leyendo lo que tenga más calidad o lo que más te gusta. Si te cansas un poco, lees de otro libro. En promedio, lees más que de las otras maneras, porque siempre vas a tener ganas, si no de uno, de otro.
Además, con el segundo y tercer método he descartado algún libro. Siendo honrado, esto me ha costado mucho. Soy bastante cuadrículado, y no entraba en mis planes empezar un libro y no acabarlo. Ahora que ya me he acostumbrado, reconozco la efectividad del método. Al fin y al cabo, ¿para que sirve leer algo que no te aporta nada? Estás perdiendo el tiempo.
La educación ha logrado que las personas aprendan a leer, pero es incapaz de señalar lo que vale la pena leer – George Travelyan Clic para tuitearLo que sí puedo decir como resultado del experimento es que, desde que estoy leyendo de forma orgánica, disfruto mucho más que antes de la lectura.
Aclaraciones sobre la lectura orgánica
Para finalizar, me gustaría hacer algunas aclaraciones sobre este tipo de lectura:
Disponibilidad y variedad
Una cosa a tener en cuenta es la disponibilidad de diferentes opciones. Nosotros, en casa, usamos Nubico. Pagamos una cuota mensual que nos da acceso a una variedad enorme de libros. Hay más aplicaciones de este tipo en el mercado. Otra opción sería una biblioteca. Si no tienes varios libros a la mano, la lectura orgánica se hará más difícil.
📚 Si te gusta leer libros, necesitas disponer de un buen catálogo. Una buena opción es Kindle Unlimited, con más de 1 millón de libros que puedes disfrutar en cualquier dispositivo con la aplicación gratuita de Kindle. Y si prefieres audiolibros, tienes la opción de Audible. Mas de 90.000 títulos, sin anuncios y con contenidos descargables. En ambos casos, tienes una prueba gratuita de 30 días para decidirte.
Lecturas cronológicas
Otra cosa importante es que, en determinadas lecturas, como las que tenemos que hacer al cursar estudios, o al realizar algún tipo de curso, es difícil no leer en orden. Lo mismo pasa con novelas, historias, biografías, y demás. Por supuesto, siempre podrás saltar las secciones menos aplicativas si aún así, logras tus objetivos. Y también puedes aplicar el resto de conceptos de la lectura orgánica.
Tiempos de lectura
En cuanto a los tiempos asignados para leer, creo que es preferible proponerse leer un tiempo determinado al día como mínimo, en vez de ponerse como meta un libro cada cierto tiempo.
Hay libros más largos que otros. Unos son densos, mientras que otros se leen muy fácil. También hay libros que exigen más meditación, u otras técnicas de estudio y de repaso para recordar o aplicar lo leído. Por estos y otros motivos, creo que es más razonable no ponerse objetivos tipo leer un libro a la semana.
¿Qué pasa si no cumples? ¿Y si acabas antes? ¿Te verás forzado a leer más rápido porque no llegas al objetivo? ¿Leerás sin ganas?
Dicho esto, evidentemente, es digno de elogio cualquiera que lee un libro a la semana, al mes, o incluso al año. Ya eso es mucho más que la mayoría. Además, a algunas personas les beneficia, y hasta necesitan ponerse metas concretas y medibles.
Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él – Nicolás de Avellaneda Clic para tuitear¿Y tú? ¿Cómo vas a leer?

Una vez más, la conclusión es y debe ser, personal e intransferible. La idea es probar, aprender nuevas metodologías, disfrutar de la variedad, y, sobre todo, leer.
¿Qué te parece? ¿Prefieres lectura lineal u orgánica? ¿Lo has probado ya o lo piensas probar? Cuéntanos tu opinión.
La lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo – Joseph Addison (poeta inglés) Clic para tuitear