La técnica del rascacielos : el mío es más alto

Los rascacielos más altos

Tabla de contenidos

Un rascacielos, como su propio nombre indica, intenta rascar o rozar el cielo. Ya desde la época de la torre de Babel, se buscaba llegar a lo más alto. Hoy día existen numerosos rascacielos. ¿Sabes cuál es el más alto? Vamos a ver algunos datos curiosos, pero, sobre todo, nos centraremos en una técnica llamada «la técnica del rascacielos«. Veremos en qué consiste, y sus ventajas e inconvenientes.

El rascacielos más alto del mundo

¿Sabes cuál es actualmente el rascacielos más alto del mundo? Pues es el Burj Khalifa, en Dubai, con 828 metros de altura

El rascacielos más alto del mundo
Burj Khalifa, con 828 metros

Curiosamente, según la Wikipedia, los edificios más altos del mundo ya no están, como antaño, en Estados Unidos, sino en China y Oriente Medio. 

Listado de los rascacielos más altos del mundo actualmente
Listado de los rascacielos más altos del mundo actualmente

Además de los diferentes rascacielos ya construidos, tenemos un listado de otros que, en breve, pasarán a ser los más altos del mundo.

Listado de los rascacielos más altos del mundo en construcción

Como puedes ver en el listado de arriba, tenemos pendientes de su culminación, el Jeddah Tower con 1000 metros de altura, y el The Tower, en Dubai, con nada más y nada menos que 1300 metros de altura.

Por cierto, sabrán edificar rascacielos, no lo dudo, pero poner nombres no es lo suyo (The Tower, Jeddah Tower, y Burj, en árabe, que significa… ¡sorpresa!: Tower en inglés, torre en español). Originales, lo que se dice originales, no han sido mucho.

Y otra observación más. Es IMPRESIONANTE la cantidad de metros que tienen o tendrán estos edificios. Recuerdo estar en una ocasión con mi hermano, caminando por un acantilado en Gran Canaria (Roque Faneque), con unos 1000 metros de caída. Mirabas hacia abajo, y la altura era tal que perdías la noción de dónde estabas. Lo dicho: ¡IMPRESIONANTE!

Tamadaba y sus acantilados

El tema de las antenas de los rascacielos

Además de estos datos, la entrada de Wikipedia explica algunas cosas curiosas sobre los rascacielos, como por ejemplo, el tema de las antenas. En la tabla «Cronología» se puede ver perfectamente como algunos edificios competían entre sí con diferencias de tan solo unas decenas de metros.

A veces, estas diferencias estaban en el tamaño de la antena. Claro, unos decían que la antena había que contarla como parte del edificio, otros que no. Finalmente se consideró que no era un elemento arquitectónico, con lo cual, no entraba dentro de la medición total.

Esta discusión sobre las antenas tiene un «porqué». No sirve de nada ser el segundo rascacielos más grande del mundo. Bueno, sí sirve, pero entiéndeme, la fama se la lleva el primero. El primero es el que ostenta el Guinness.

El primero es el que se lleva la fama

Por eso, la idea de un rascacielos no es necesariamente que sea el mejor edificio, que tenga más calidad, sino simplemente que supere una métrica: los metros (valga la redundancia). 

Bueno… estarás pensando en qué tiene que ver esto con la efectividad y con el título del artículo. 

La técnica del rascacielos y el SEO

La conexión entre la efectividad y los rascacielos viene por una técnica llamada «La técnica del rascacielos». Originalmente, esta técnica se usaba (y se sigue usando) en Marketing, en particular, en el posicionamiento SEO.

Cuando haces una búsqueda en Google, verás que, en primera página, aparecen una serie de resultados en orden (supuestamente) de importancia. Es decir, se espera que en la primera posición, esté la página web que mejor responda a tu búsqueda. 

Sin embargo, desde que se conoció la importancia de aparecer en estas búsquedas lo más arriba posible, se desarrollaron infinidad de técnicas para engañar (digamos mejor convencer) a Google de que te coloque ahí. Al conjunto de prácticas con ese objetivo se le llama SEO. Así que no, esas páginas que tu ves en primeras posiciones, no están ahí por casualidad

Pues bien, una de las técnicas SEO (de posicionamiento web), es la del rascacielos. Consiste en investigar una de las páginas que estén más arriba, ver sus métricas, y, a continuación, superarlas

No vamos a entrar en materia, porque no es el objetivo de este artículo, pero te dejo un enlace con más detalles. También hemos hablado en EfectiVida sobre cómo analizar de forma adecuada. Así que, simplemente, quédate con la idea siguiente:

La técnica del rascacielos consiste en investigar a uno de los mejores en cierto sector, y superar sus métricas. 

Otros usos de la técnica del rascacielos

Aunque esta técnica originariamente se ideó para el marketing, en realidad, la podemos aplicar a cualquier cosa en la vida. Se puede aplicar a las ventas, a cualquier tipo de negocio, a la construcción, a una promoción en un empleo, a los exámenes, a campañas electorales, etc.

Incluso es posible que te recuerde, como a mi, a cuando alguien intenta conquistar a su futura pareja, y tiene un contrincante. ¿O no?

Simplemente, se trata de superar a otro examinando sus números, y superándolos. Recuerda que no se trata de calidad, sino de ser el «más» en algo.

A veces, observamos esta técnica en cosas cotidianas, sin que sus protagonistas la hayan aplicado conscientemente. Un ejemplo: 

Los vecinos y las flores en el balcón

Imagina la siguiente situación: vas caminando por una calle, observando las diferentes viviendas sin percatarte de nada fuera de lugar. De pronto, al pasar a la siguiente calle, ves algo extraño. Aunque es la misma manzana (cuadra), y los edificios tienen el mismo estilo, en una calle, en los balcones había cristaleras, pero en la otra calle, todos tienen flores. 

¿Cómo sucedió esto? Normalmente pasa así: un vecino dice: «voy a poner una plantita en el balcón, que seguro que queda bonita«. El otro vecino dice: «¿Una planta? Pues yo voy a poner 2«, y el otro, que se suma a la competencia dice: «2… pues yo voy a poner unas colgantes, que van a llegar a la planta de abajo«. 

¿Te diste cuenta? ¡Sí! LA TÉCNICA DEL RASCACIELOS. La idea es ser más que el otro. 

He puesto un ejemplo tonto, pero seguro que tu has visto cosas similares. 

La técnica del rascacielos aplicada a las flores en un balcón
Un ejemplo de la técnica del rascacielos aplicada a las flores en un balcón

La técnica del rascacielos es sencilla de entender, así que no le vamos a dar más vueltas. Mejor, centrémonos en los pros y los contras, los beneficios y las desventajas. 

PROS DE LA TECNICA DEL RASCACIELOS

  • Ganas siempre. Normalmente, si superas al otro vendedor y vendes MÁS, o facturas MÁS, se te considera mejor. Y así con cualquier otro campo. Es una técnica muy efectiva. 
  • Es sencilla de aplicar. No tienes que hacer un estudio de mercado, ni desarrollar un prototipo, ni experimentar… nada. Superas los datos que obtengas de investigar al otro y listo. Dicho sea de paso, te ahorras un montón de dinero. No quiere decir que sea sencillo construir un rascacielos más alto que el anterior. La idea es que es sencillo de proyectar. 
  • Puedes repetir la técnica las veces que quieras. Una vez que has superado a tu competidor, te puedes ir a descansar durante un tiempo. Mientras no te superen a ti, seguirás siendo el primero, y, por lo tanto, tendrás la fama que querías, las ventas, o lo que sea que te hayas marcado como objetivo. ¿Que te superan? Vuelves a repetir la operación. Además, si ya has llegado hasta ahí, ahora no es tan complicado crecer un poco más. 

CONTRAS DE LA TÉCNICA DEL RASCACIELOS

  • El tercer punto a favor, es a su vez, un punto en contra. Aunque te conviertas en el primero en algo, es muy posible que otros te superen. Puede ser que eso ocurra porque han aplicado este método, o bien, porque sencillamente ha pasado el tiempo y te has quedado atrás. Además, llegar a lo más alto no es fácil. Saber lo que tienes que hacer, sí, pero evidentemente, llevarlo a la práctica no es tan sencillo. 
  • Esta técnica no es win win. No ganan todos. Aquí se trata de que ganes tu, y que pierdan los demás. Si no conoces las técnicas win win, te pongo un ejemplo. Vas a un mercadillo, y el vendedor te da un precio: 100 dirhams. Tu le dices: «es muy caro, te doy 50 dirhams«. Él te dice: «Eso es mucho, solo puedo llegar a 75«. Y finalmente, aceptas. Él ganó, porque seguro que tenía margen, y tu también, porque te vas con la sensación de que te lo has llevado por menos de lo que costaba. Probablemente alguien piense que este mundo es así; o «te aclimatas o te aclimueres», como dice un cuñado mío. Pero, a la larga, las técnicas donde solo uno gana, no dan buenos resultados. Además, no es lo más ético, y el «rascacielos» no está basado en principios
  • Se olvida el objetivo principal. Cuando uno hace un edificio, lo construye para que viva gente en él, lo mejor posible. Si lo haces para superar una altura, te has confundido de objetivo. Puedes lograr las dos metas, pero eso es más complicado. Con la técnica del rascacielos, lo que haces es forzar el resultado, no es natural. No importa tanto la calidad, sino las métricas. Evidentemente, necesitas un mínimo de calidad, pero no es tu prioridad. Nuevamente, para mi, por una cuestión de ética, este punto también es un inconveniente. Además, en efectividad (y minimalismo también) menos, es más. 

Un par de ejemplos reales de la técnica del rascacielos

Para más señas, déjame que te ponga un par de ejemplos. Los dos están relacionados con el marketing online

Los videos de YouTube

El primer ejemplo son los videos de YouTube. En sus inicios, la idea era simplemente que cualquiera que lo deseara, grabara un video, que después sería visible para otros usuarios. 

La historia de YouTube

Para grabar no era necesario un equipo de alta tecnología, pero llegó uno un día, y dijo algo así como: «¡Bah! Esa cámara no sirve… Yo voy a grabar con esto, que es mucho mejor». Después vino otro, y otro, y ya vamos por grabaciones en 3D, 4k, 5k y lo que vendrá. 

Lo mismo con el micro, los focos de iluminación… y después vinieron las carátulas de inicio y de final, los sonidos, la música de fondo… Y no contentos con eso, hay quien le añade un montón de efectos. 

Pero, ¡un momento! ¿Cuál era el objetivo de grabar un video? Sí, era compartir un contenido. Claro, con el afán de ganar visibilidad, y de ser más en esto o en aquello, hemos terminado en una situación curiosa: el envoltorio es más valioso que el regalo

Al final, ves un video de un Youtuber famoso, y… efectos todos los que quieras, pero contenido valioso, poco. 

Los blogs

Lo mismo sucede con los blogs. El propósoto inicial era compartir un contenido, contar tu historia, resolver un problema, divulgar conocimiento.

Resumen de cómo empezaron los blogs en internet

Para ganar visibilidad, alguien dijo: «Pues yo voy a poner, no una imagen, sino varias«. Siguieron los enlaces, los colores y un sin fin de cosas más. Aparte de las fotos, otro dijo: «Sí, pero hay que conseguir más visitas«, y otro: «Y yo voy a conseguir más suscriptores«. 

A otro se le ocurrió poner un banner (estos carteles flotantes que te ocupan toda la pantalla) para que te suscribieras. Y, como esto no era suficiente, empezaron regalándote un folletito. Y el siguiente de la cola pensó: «un folleto no, yo voy a regalar un libro de 200 páginas«. 

Una vez que tienen tu correo con la excusa del regalillo, te empiezan a mandar mensajes contándote sus vidas, porque han oído de que, según un experto, hacen falta 7 u 8 impactos para poderte vender algo. (¡¡¡Y yo sólo quería saber cómo se hace un batido de fresas!!!)

En la actualidad, además de contarte su vida y casos de éxito, te regalan, no solo el libro, sino un curso y una masterclass (que es lo que está de moda ahora). 

Y yo pregunto: ¿Hasta dónde vamos a llegar para ganar visibilidad y/o vender nuestro producto?

Otras aplicaciones de la técnica

NO quiero que me malinterpretes. Una cosa es dar calidad, y usar métodos para que el contenido sea fácil de consumir, y otra es olvidarte de por qué haces lo que haces. 

Sea como sea, en ambos ejemplos, se extrae una conclusión: Hemos pasado de una era en la que las empresas tenían la «sartén por el mango» y estafaban sistemáticamente a los usuarios, a la época actual, en la que los usuarios tienen el poder absoluto. Te pueden hundir la empresa difamándote en una red social, y tienen derecho de recibir un montón de cosas gratis, para finalmente, después de un laaaargo proceso, ver si les interesa lo que ofreces o no.

Lo sepan o no los que difunden contenidos en internet; lo hagan conscientemente o no, los dos casos anteriores son claramente aplicaciones de la técnica del rascacielos, que a estas alturas podríamos llamar amigablemente la técnica del «y yo más»

Si eres, como yo, alguien que intenta difundir, seguro que sabes de lo que hablamos. Si eres un usuario más de internet, es posible que a partir de ahora, te fijes en algunas de las cosas que hemos hablado.

¿A que se te ocurren más aplicaciones de esta “técnica del rascacielos”? ¿Por qué no lo compartes y de paso nos dices qué te parece todo esto?

Aquí no usamos «eso»

Si sigues el canal de YouTube o este blog, te habrás dado cuenta de que no sigo del todo estos métodos. No le pongo carátulas ni efectitos a los videos; tampoco verás esos molestos banners en el blog, ni nada parecido. Y, tranquilo, si te suscribes al blog o a cualquiera de los canales (lo cual es muy cómodo), no vas a recibir correos con mi historia de vida. Suficiente tengo ya con grabarme y escribir. El tiempo no me da para más. 

Lo cierto es que tampoco utilizo estos canales para vender nada. Esto es una ventaja, porque no tengo presión para llegar a más y a más. Por supuesto, si llego a una mayor cantidad de gente, mejor. Incluso puede que esta locura mía, me de de comer algún día, si no, no pasa nada. Simplemente comparto lo que aprendo por gusto. No se qué pasará en el futuro, pero pienso que el día que quiera ofrecer algo, lo diré directamente. Me preocuparé porque sea bueno, y, el que lo quiera, lo pagará. Sin dobleces.

¿Debes usar la técnica del rascacielos?

¿Y tu? ¿Usarás esta técnica en algún momento? Evidentemente, dependerá de tus objetivos, del campo en el que te muevas, y de algún que otro factor más. Tu debes valorar. Lo que está claro es que el método es sencillo y funciona.

Para concluir, permíteme una reflexión (ya que hemos hablado de rascacielos):

Los campos se vacían, las ciudades se llenan. ¡Que bueno seria que se hiciera un promedio!

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?