¿Tú también dejas tareas para más adelante? ¿Sabes lo que tienes que hacer pero lo postergas? Bueno, en realidad, creo que la pregunta no es si te pasa, sino cuánto te pasa. Casi todos procrastinamos más o menos.
Creo que hay dos razones para este hábito:
- Demasiadas tareas a realizar
- Falta de motivación
Así de simple. O una de las dos opciones, o ambas a la vez.
Una vez detectes qué hay detrás de tu procrastinación, debes atacar el problema.
Para el primer punto (el de demasiadas tareas), hay dos soluciones eficaces: simplificar y mejorar tu efectividad personal de tal manera que hagas más en menos tiempo, sin perder calidad. Lo ideal sería usar un sistema de efectividad personal integral, como (ejem) el método C.A.R.
Pero el segundo punto es muuuucho más complejo. De hecho, en el blog hemos hablado del concepto de resistencia, de los 4 químicos de la felicidad y la fuerza de voluntad, o de cómo conocernos mejor, por poner algunos ejemplos. Incluso hay una sección entera llena de fotos con mensajes motivadores.
Muchos te dirán que la motivación está en tu interior, y yo también creo que es así. Pero si no la encuentras, ¡oye! toda ayuda es buena, ¿no?
Cómo conseguir un extra de motivación
Un pequeño truco para conseguir motivación es preparar “la foto que miras”.
Seguramente pasas mucho tiempo en algún sitio. Puede ser tu coche si tu trabajo tiene que ver con conducir, o si haces desplazamientos frecuentemente. A lo mejor tienes un puesto en una oficina, o hay algún rincón de tu casa donde pasas más tiempo. Quizá vas muchas veces a la nevera, o te gusta mirar al techo de tu habitación. Y seguro que tienes uno o más dispositivos móviles con la posibilidad de poner un fondo de pantalla.
La idea es colocar en esos sitios que miras habitualmente algo que te motive, de tal manera que, cuando lo veas (y lo vas a ver mucho, obviamente), recibas un mensaje positivo, motivador.
Está bien tener la foto de la familia. Yo la tengo. Aunque mi trabajo es más bien en exterior, tengo una pequeña oficina con un tablero de corcho donde he pinchado varias fotos de mi mujer y mis niñas que me motivan muchísimo. También hay colgada una servilleta de papel con unas palabras muy bonitas que me dedicaron. Significan mucho para mí.
Sin embargo, como fondo de pantalla del ordenador tengo el decálogo de principios.
La idea es que no solo te debes limitar a la foto de tu familia. Algunas personas colocan frases, facturas, documentos, objetos… cualquier cosa que tenga un significado especial. Hay quien ha colocado su plan de amortización de un crédito con el fin de conseguir la motivación necesaria para quitárselo de arriba.
No te limites a una sola cosa en un solo lugar. Puedes poner diferentes motivadores dependiendo del sitio. Quizá uno para la nevera, otro para la oficina, otro en el coche, y… los que te hagan falta.
Todavía más motivación
¿Quieres todavía más motivación? ¿Y que además sea, probablemente, una de las pocas motivaciones que viene de afuera y de ti al mismo tiempo?
Te propongo una idea. Un día de estos que estés super feliz, super motivado, con ganas de comerte el mundo a cucharadas, ponte guapo o guapa, y colócate delante de un espejo con tu móvil. Prepara unas palabras sencillas pero motivadoras. Es importante que te hables a ti mismo: “Jaír, tú puedes, bla bla bla”. Practica varias veces y graba cuando estés listo.
Guarda ese video y tenlo a mano. Quizá en la pantalla de inicio del mismo móvil.
Y cuando te falte motivación, llámate a ti mismo y pon el video. Eres tú, pero la versión “dopada”. Por último, hazle caso, “él” te conoce bien.
Deja de procrastinar y ponte a actuar
El subtítulo es una buena frase que te puedes decir a ti mismo. Al final se trata de actuar. El primer paso es el más difícil, los demás vienen solos.
Medita en el resultado final, y ponte en marcha. Hazlo por ti y por los tuyos. Hazlo por las razones que quieras, pero hazlo. Recuerda que tú miras esas fotos, o ese video, pero al mismo tiempo, como se ve en la imagen de cabecera (de forma figurativa), ellos te miran a ti. Así que no les decepciones.
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