Seguramente has oído hablar de los inputs y los outputs. Estos dos términos se suelen usar principalmente en economía, pero también tienen una aplicación muy interesante en productividad personal. En este artículo vamos a ver qué significa un input y un output, en qué se diferencian, y por qué son tan importantes.
Modelos input-output
Al modelo empresarial de input-output se le conoce como modelo Leontief, por el creador, Wassily Leontief, ganador además de un premio Nobel por su investigación. Este modelo demuestra la interdependencia entre diferentes empresas, ya que los outputs (productos) de una pueden ser los inputs (necesidades) de otra.
En informática, se define un input como una entrada, que puede ser un comando. El output es la salida, o el resultado de haber aplicado un comando. Por ejemplo, pulsar CTRL+Z sería un input, y el que la última acción se deshaga sería el output. También se diferencian entre terminales de entrada (inputs), como el ratón o el teclado, y terminales de salida (outputs), como un monitor o una impresora.
Existen otros modelos input-output similares, en los que la idea central es que una serie de elementos entran, y después de ser procesados, salen como un producto u objetivo completado.
Qué es un input en un sistema de productividad personal
Un input es una entrada. Se puede traducir por aporte. Los inputs son toda la documentación, información y cualquier elemento físico que vamos a necesitar para lograr cierto objetivo. En muchas ocasiones, se trata a cualquier entrada de información como un input, aunque todavía no sabemos si nos llevará a un objetivo, o si habrá que generar un nuevo objetivo en base a ese input.
Qué es un output en un sistema de productividad personal
Un output es un producto, una producción. Es el resultado final de procesar todos los inputs.
Lo normal es que haya muchos inputs que terminan transformándose en algunos pocos outputs.
Por qué son tan importantes los inputs y los outputs en productividad personal
¿Y qué hay de la productividad personal? En este caso, el producto es cualquier objetivo que nos hayamos marcado. Entregar un informe, reparar el coche, o elaborar una página web serían outputs.
Por otro lado, cualquier entrada de información sería un input. Estamos hablando de un correo electrónico, una nota con una idea que se nos ocurrió mientras paseábamos, un Whatsapp o una postal que recibimos en nuestro buzón. Todo eso serían inputs.
Y fíjate, ¿dónde está el problema de la mayoría de personas poco productivas? Pues que tienen muchos inputs, descontrolados, que no se procesan correctamente, y por lo tanto, no se convierten nunca en outputs. Son muy «empezators», cuando deberían ser más «terminators».
¿Cómo se puede controlar este flujo de trabajo para lograr un equilibrio entre inputs y outputs?
No pretendemos funcionar como si fuéramos empresas andantes, pero sí hay algunas ideas que nos ayudarán a que nuestro modelo de input-output esté equilibrado. Algunas de estas ideas se tratan más a fondo en el curso del método de organización personal C.A.R.:
- Limitar la entrada de información. ¿Realmente hace falta leer este libro si no apliqué nada del último a pesar de que era buenísimo? ¿Es necesaria esta suscripción? ¿Debería tomar nota de esta idea o guardar este enlace?
- Controlar TODAS las vías de entrada. Haz una lista con todos los sitios por donde te entra información sin que tú la generes. Anota tus cuentas de correo electrónico, la mesa del escritorio si te dejan papeles u objetos ahí, las app de mensajería instantánea… Que no se te quede nada.
- Procesar TODOS los inputs. Márcate un tiempo diario para revisar todas las bandejas de entrada que anotaste en el paso anterior. Revisa también tus anotaciones. Con cada elemento, piensa: ¿qué tengo que hacer con esto? ¿cuál es el output que quiero para este input?
- Programar acciones concretas. El objetivo es descartar los inputs innecesarios, y transformar los demás en outputs. Para eso, es necesario que pienses qué tienes que hacer, cuándo y cómo.
La proporción ideal de inputs-outputs sería 1:1. Es decir, entra un correo, y sale una acción hecha. Obviamente, esto es casi imposible, pues muchos inputs son directamente, basura. Además, al ser el tiempo limitado, no podemos hacer todo lo que nos gustaría.
Por eso, transformar los inputs en bloques de tiempo en nuestro calendario nos ayudará a verificar que, efectivamente, estamos teniendo suficientes outputs en nuestra vida como para considerarnos alguien productivo.
Resumiendo
Aunque no somos empresas, inevitablemente todos queremos transformar los muchos inputs que recibimos en outputs. El problema es que la mayoría de personas no controlan lo que les entra, y pierden inputs valiosos. Además, no se suelen preocupar de transformar los inputs en acciones concretas para generar outputs. Por eso, es necesario conseguir un equilibrio que nos lleve a conseguir resultados gastando pocos recursos. Eso nos convertirá en personas efectivas.