Haz un cóctel de áreas de responsabilidad

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¿Cuántas áreas de responsabilidad hay en tu vida? O dicho en otras palabras, ¿en cuántos jaleos estás metido? La mayoría de nosotros somos responsables, en mayor o menor medida, de asuntos que se pueden englobar en áreas de responsabilidad. Algunos ejemplos:

  • La familia (los hijos, la pareja)
  • El trabajo
  • Los amigos
  • La espiritualidad (religión)
  • El emprendimiento (ese proyecto extra)
  • Labores sociales (un voluntariado)

Se les llama áreas porque casi siempre se definen como algo separado. Durante años, y desde que aprendí este concepto, yo también las veía como entidades, en cierto modo, independientes. Sin embargo, cuando desarrollé el método C.A.R. tuve que definir un poco más a fondo este tema. ¿Serviría el método de organización para un área o para varias al mismo tiempo? ¿Habría que integrar la definición de las áreas dentro del método? ¿Tendría que explicar cómo seguir los pasos desde la óptica de cada área?

Algunas conclusiones sobre las áreas de responsabilidad

Si has leído o escuchado los contenidos de EfectiVida, sabrás que soy amante de la simplicidad, de lo esencial. Claro, quería que el método fuese eficaz, totalmente funcional, y adaptado a la mayoría de perfiles. Tuve que estrujarme el coco bastante, la verdad. Y lo he seguido haciendo. Ahora, con más camino recorrido, me gustaría compartirte algunas conclusiones a las que he ido llegando:

  • Somos una sola persona, independientemente de las áreas de responsabilidad que tengamos.
  • Nuestro cerebro separa emociones, pero no áreas de responsabilidad. Parece ser que ciertas regiones del cerebro se activan cuando sentimos miedo, o estrés, pero no hay nada que indique que se dividan zonas según nuestras áreas de responsabilidad.
  • El tiempo fluye sin importarle las áreas de responsabilidad. Da igual si estás en el trabajo o divirtiéndote. Aunque las sensaciones pueden ser distintas, las 24 horas diarias permanecen invariables.
  • Creo que en cierto modo puedes clasificar el tipo de actividades que realizas. Sin embargo, cuanto más separes esas “áreas”, peor te irá. En muchos casos, la insistencia en separar las áreas es el resultado de nuestra falta de sintonía con las mismas. Por ejemplo, si trabajas en algo horrible, es normal que prefieras no hablar de trabajo en casa. Por otro lado, tener un amante y ocultar ese área de nuestra vida suele traer malos resultados.
  • Cuando te va mal en un área de responsabilidad, lo más probable es que eso afecte, y mucho, al resto de áreas. Si sufres en la familia, rendirás menos en el trabajo, por ejemplo.
  • Las personas equilibradas llenan todas las áreas de responsabilidad con las mismas buenas características de su responsabilidad. Mantienen su espiritualidad en el trabajo, y son trabajadoras cuando están realizando labores voluntarias. Sobre todo, son organizadas en todo momento.
  • Las personas con vidas más felices mezclan las áreas de responsabilidad. Se divierten en familia, comparten lo que les sucede en el trabajo con los amigos, y son firmes en sus creencias religiosas en todo momento.

Así, como ves, estas conclusiones no llevan a áreas de responsabilidad totalmente definidas y separadas unas de las otras, sino más bien a un cóctel bien mezclado con un resultado bastante apetecible, por cierto.

Cómo manejar las áreas de responsabilidad en un método de productividad

Muchos métodos de productividad manejan las áreas de responsabilidad de manera independiente. ¿Cómo se aplica esto en el método C.A.R.?

  1. En primer lugar, todos los ítems, independientemente de si son de “trabajo” o de “ocio” o de cualquier otra denominación, se tratan exactamente igual. Se capturan, se analizan, y si son acciones, se agendan en el calendario.
  2. En segundo lugar, recomiendo un solo calendario para todas tus actividades, da igual del área que sean. En mi caso, por ejemplo, tengo un calendario en color azul para todas mis áreas de responsabilidad, y otro en color verde para las actividades que afectan a mi familia. En el calendario de color verde no pongo solo lo que hacemos en familia, sino lo que les afecta. A su vez, ellos colocan ahí lo que yo necesito saber. Un ejemplo. Cuando viajo a otra isla por trabajo, aunque “eso” es de trabajo, es algo que mi mujer debe saber, así que va en ese calendario.

¿Quiere decir esto que abandonamos a las áreas de responsabilidad a su suerte? ¡Claro que no! Nada más empezar el curso del método C.A.R. establecemos las prioridades, que suelen coincidir con nuestras áreas de responsabilidad. Y antes de poner en marcha el sistema, incluimos bloques de tiempo para cubrir nuestras prioridades en esas áreas. De hecho, un buen concepto es que las tareas se deben poner en los huecos que quedan una vez atendidas las prioridades, y no al revés.

¿Y qué hay de la cantidad de calendarios distintos? ¿Puedes tener más calendarios y separar las áreas de responsabilidad? ¡Claro que sí! Puedes tener todos los que quieras. Incluso puedes usar el método solo para tu trabajo o solo para una de las áreas de tu vida. Lo que quiero decir es que no es necesario que gastes tiempo en separar todo eso.

Cómo gestionar los procesos de distintas áreas de responsabilidad

¿Y cómo hago para gestionar de forma diferente los procesos de trabajo de los de familia? Quizá tengas una cuenta de correo electrónico solo de trabajo, y tengas que revisarla varias veces en tu horario, y ninguna fuera de él. No hay problema. La clave está en los análisis de bandejas de entrada. Puedes colocar los que quieras, cuando quieras, y decidir qué analizarás en cada uno. Por ejemplo, puedes poner 2 análisis solo del correo de trabajo en la mañana. Por la tarde, puedes poner un análisis para el resto de bandejas de entrada, sin incluir la de trabajo.

El punto es que, al revisar cuáles son las próximas acciones, esas que tú colocaste en tu calendario, te puedes encontrar con algo del área de la familia, y después, de trabajo, y después, de salud. Y no pasa absolutamente nada.

La clave de la metodología no está en las áreas, sino en el tiempo. Esas dichosas 24 horas. Al final, se trata de usar el tiempo de la mejor manera. Yo suelo aplicar el método 5.2, que consiste en que durante la semana tengo una rutina, y el fin de semana la varío radicalmente.

Sea como sea, creo que la organización personal no debería estar enfocada a separar las áreas, sino a mezclarlas en lo posible. ¿Acaso es un pecado acordarte de tus niños mientras trabajas? No siempre se podrán combinar áreas diferentes, pero cuando sí es posible, tiene muchas ventajas. Ahora mismo, escribo este artículo sentado en la cama, con las niñas dormidas, y mi mujer al lado chateando con una amiga. Estoy unos días de vacaciones, pero no me importa para nada invertir en mi proyecto.

¡No me digas que no se parece a un cóctel de áreas de responsabilidad! Piensa cómo puedes mezclar las tuyas, y te saldrán cócteles fabulosos.

EN RESUMEN: Todos tenemos diferentes áreas de responsabilidad. Pero la idea no es separarlas más todavía, sino mezclarlas de forma armoniosa, aprovechando el tiempo de la mejor manera. Si además, impregnamos las áreas de una bonita personalidad, todo fluirá. Así, finalmente, las áreas de responsabilidad se parecerán, no tanto a las diferentes manzanas de una gran ciudad, sino a un rico cóctel bien mezclado.

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Desde muy pequeño, me gustó leer libros. Y, a fecha de hoy, me sigue fascinando la lectura. Ya casi no leo novelas, sino más bien

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?