¿Sabes tu fecha de nacimiento? Seguro que sí. Sin embargo, hay mucha gente que desconoce ese dato. Así que… ¿hasta qué punto importa la fecha en que nacimos?
Un ejemplo de alguien que no sabe cuándo nació es el nuevo CEO de Ikea en España: Nurettin Akar (puedes encontrar su historia aquí). También recuerdo una familia de la Patagonia que entrevistó el popular aventurero español Calleja. Las niñas de esa familia tampoco sabían qué edad tenían. Un tercer caso es un señor bereber que conozco personalmente. Él nació en unas montañas de Marruecos, y en su documento tiene una fecha inventada.
En realidad, hay mucha gente que no sabe cuándo nació. Rizando el rizo, nadie anotó cuando nació. Nos fiamos de que se nos registró correctamente, pero no nos acordamos.
Le damos importancia a las fechas, pero hay que recordar que el calendario es un modo de medición. De hecho, hay más de un calendario activo (chino, judío, musulmán…).
El calendario es útil. Por ejemplo, sirve para quedar un día en concreto.
Pero lo que importa es lo que representa, no la medición.
Esto nos lleva a una reflexión: ¿Estás usando tu tiempo de manera correcta? Como dice cierta frase: «No importan tanto los años de vida, sino la vida en los años.»
*Imagen de cabecera: Madlen Deutschenbaur en Pixabay