C’est ne sont pas tes oignons se pronuncia “se ne son pa tes oñión” (o algo así) en español. Es una expresión francesa que significa literalmente: “Esas no son tus cebollas”.
Hace un tiempo, mientras estudiaba francés, le dije a una buena amiga de la familia que me enseñara alguna expresión en francés que, sin llegar a ser una palabrota, fuera graciosa. Me dio un par de ejemplos (sabía de lo que se hablaba, pues había vivido en los suburbios de París).
De todas las frases que me dijo, la de las cebollas fue la que más me gustó.
¿Qué significa “c’est ne sont pas tes oignons”?
La traducción de esta frase bien podría ser “ese no es tu problema”, «a ti qué te importa» o “métete en tus asuntos”. Pero… ¿qué tienen que ver aquí las cebollas?
Parece ser que la frase viene del entorno rural, en una época en la que la mayoría de la gente tenía su propio terreno para cosechar. Y un cultivo que muchos tenían, eran las cebollas. Todavía en la actualidad, Francia es una de las grandes exportadoras de cebollas, cebollinos y demás familia.
En resumidas cuentas, cuando alguien se metía en el terreno del otro, se le recordaba que esas no eran sus cebollas.

No te metas en cebolla ajena
Siguiendo con la ilustración, imagina que tienes tu terrenito, que cuidas con cariño. De pronto, observas que varios de tus vecinos se saltan la verja, y se ponen a trabajar en tus tierras. Unos se disponen a recoger cebollas, otros a limpiar las malas hierbas, otros a plantar.
El caso es que, al poco, empiezan a discutir porque no se ponen de acuerdo en el método a seguir para cada cosa. Uno dice que si así, el otro que si asá. Al final, más que ayudar, se están cargando la cosecha. No te queda más remedio. Sales, y les dices: “Vecinos… ¡c’est ne sont pas vos oignons!”

Creo que la analogía es fácil.
¿Cuántas veces, los demás, se meten en nuestro terreno, dándonos consejos y diciéndonos lo que tenemos que hacer y cómo? ¿O cuántas veces somos nosotros los que hablamos de lo que deben hacer los demás? ¿Cuánto tiempo pasamos criticando, y hablando de lo ajeno?
Por supuesto, un nivel sano de interés en los demás es más que apropiado. Pero, recuerda: No son nuestras cebollas. Cuanto más tiempo pasemos en otras huertas, menos pasaremos en la nuestra. ¿Te imaginas todo lo que podríamos avanzar en la vida si nos negáramos a hablar de los demás y nos dedicáramos a ver cómo mejorar NOSOTROS?
Ya lo dice el dicho: “Quien habla de vida ajena, es porque no tiene la suya llena”. Así que, recuerda, cuando tengas la tentación de saltar la valla del vecino, o veas a alguno acercarse a tus asuntos, dile (o dite) en voz baja: “Amigo… Cést ne sont pas tes oignons”
Todo el mundo parece tener una idea clara de cómo los demás deben vivir sus vidas, pero no tienen ni idea de cómo vivir la suya – El alquimista (Paulo Coelho) Clic para tuitear