Los Beatles eran 4. Y punto. Era un cuarteto. Y funcionaban bien así. Sin embargo, en diferentes momentos de su historia, más allá de los 4 conocidos, hubo otros miembros de la banda.
De ahí que la prensa usara a veces esta expresión -“el quinto Beatle”- para referirse a estos otros personajes.
Uno de ellos fue Pete Best, primer batería de la banda. A Brian Epstein, manager por aquel entonces, no le gustaba la forma de tocar de Pete, ni su implicación. Así que propuso a Ringo Starr.
Después de algunas desavenencias internas, Pete fue expulsado del grupo, y sustituido por Ringo.
Y siguieron siendo 4.
De forma parecida, en ocasiones, tenemos que “dejar ir” ciertas cosas para poder sustituirlas por otras mejores. Hablamos de hábitos, de bloques de tiempo, de tareas, de procesos, de objetivos… No se puede abarcar todo, y por eso hay que centrarse en unas pocas cosas a la vez.
Pero también hablamos de personas. No puedes tener un millón de amigos, ni tener una relación especial con todos los miembros de tu familia. Tampoco puedes contratar a todos los empleados que quieras. Al igual que sucede con los procesos, en este caso, la cantidad es limitada.
No soy partidario de “despedir” a nadie sin antes dar oportunidades. Pero, cuando, después de hablar con claridad y dar oportunidades, es evidente que, más tarde o más temprano, la decisión será la de prescindir de alguien, mejor que sea temprano. Así se minimizan las pérdidas, y se puede probar con algo nuevo.
Así que, piensa… ¿tienes algún “quinto Beatle”?