El negocio de decirte cómo hacerlo

Vende humos

Tabla de contenidos

Seguramente recuerdes haber visto en alguna película a estos comerciantes que iban con una carreta tirada por caballos, de pueblo en pueblo, vendiendo alguna pócima capaz de curar enfermedades o algún crece-pelos milagroso. Atrás quedaron esos tiempos… ¿o no?

Seguro que sabes la respuesta. Hoy sigue habiendo vende-humos, lo que ocurre es que, tanto sus técnicas como sus productos, han avanzado mucho.

El problema de fondo es el mismo: el vendedor no cumple con lo que promete. En ocasiones, ni siquiera el propio vendedor es capaz de aprovechar los supuestos beneficios de aquello que vende. Un ejemplo obvio, siguiendo con la introducción, sería una persona calva que vende crece-pelos. Otro ejemplo: una dieta aconsejada por alguien con sobrepeso.

Podríamos pensar que hoy en día, el conocimiento es tan abundante y tan accesible, que ya no es tan sencillo que nos engañen. Sin embargo, es justo al contrario. Precisamente por la facilidad que hay para hablar de lo que uno quiera, hasta sin la necesidad de identificarte, la cantidad de información falsa, o engañosa, ha crecido alarmantemente.

No hablamos simplemente de compartir lo que sabes, sino de cobrar por un servicio con el que, supuestamente, tú vas a arreglar un problema, cuando en realidad, ni tú mismo lo consigues.

Me gustaría hablar de 3 temáticas en concreto en las que nacen los vende-humos con bastante facilidad, y que están haciendo mucho daño a bastantes personas, que terminan defraudadas, y sin dinero en los bolsillos.

La bolsa de valores

Este punto se podría hacer extensible a cualquier tipo de inversión financiera. Si te gusta el tema, sabrás que hay muchas personas que se dedican a decirte cómo debes invertir.

Cada cierto tiempo, salen nuevos tipos de inversión. Por ejemplo, últimamente se habla mucho de criptomonedas.

Hace un tiempo, estudié a fondo el tema de la bolsa, y hasta llegué a hacer pruebas con robots. Leí bastante literatura y comprendí hasta cierto punto, como se mueve este mundo. Te recomiendo un libro si te quieres ahorrar tiempo y dinero: Leones contra gacelas, de Jose Luis Cárpatos. El libro es 100% realista. No te desaconseja invertir, pero te explica con detalle los pros y los contras. Creo que cualquiera que valore si va a invertir o no, debería leerse este libro.

El SEO

El SEO es el search engine optimization. Se trata de posicionar tus contenidos en internet, lo más arriba posible en las búsquedas de Google, principalmente. Cuando una persona busca «comprar bolsos baratos», evidentemente, quien va a vender muchos bolsos baratos es la página que aparezca la primera en Google.

El SEO busca maneras (aceptadas por Google o no), para forzar el posicionamiento de tú página, y por lo tanto, lograr así, que los beneficios de tu trabajo aumenten.

Parece una tontería, pero hablamos de muchísimo dinero. Hay expertos SEO y también agencias que se dedican, cobrando sus honorarios, obviamente, a ayudar a empresas para lograr posicionarse.

El emprendimiento

Un tercer ejemplo es el emprendimiento. La frase que se suele repetir es que ya ningún trabajo es seguro, y que debes buscar la manera de hacer lo que te gusta y no depender de nadie.

Al igual que en los casos anteriores, hay miles de páginas web y expertos que te ayudarán a conseguir emprender. Pero, por supuesto, si realmente quieres lograrlo, deberás invertir y gastar dinero.

Puntos en común de los negocios de decirte cómo hacerlo

La primera pregunta que habría que hacerse es: Si es tan sencillo ganar dinero en bolsa, posicionar páginas web, o emprender, ¿por qué ese experto no se dedica a hacerlo para él mismo? Es decir… ¿por qué perder el tiempo en enseñar a otros a ganar dinero, si tú mismo puedes lograrlo?

Evidentemente, podría haber razones para que alguien decidiera ayudar a los demás. Puede ser que se haya cansado de ganar tanto dinero, que ahora, prefiera descansar, y dedicarse a enseñar lo que sabe. ¡Esto sería magnífico! Pero fíjate que aquí tienes una clave para desvelar si alguien es o no un «vende-humos». Si él consigue los resultados que promete.

Otra razón para querer enseñar a los demás, es la necesidad que todos llevamos dentro de compartir lo que aprendemos. Pero aquí encontramos otro factor que desvela a los farsantes. Si tu deseo es compartir de verdad, eso se nota. No quiero decir que vas a regalar tu tiempo ni tu trabajo ni tu conocimiento. Pero vas a tener el deseo sincero de ayudar a los demás. Por otro lado, como experto en la materia, tampoco tiene la necesidad de vender demasiado, porque ya consigue sus propios resultados gracias a sus métodos.

A este respecto, hay otro libro que explica muy bien la relación natural entre un mentor y un alumno. El mentor disfruta de enseñar lo que ha aprendido con su experiencia, y el alumno desea aprender y hace sacrificios para lograrlo. El libro se titula: Sé imparable. Muy recomendable también si te gusta el tema del emprendimiento.

¿Lo has hecho tú?

Así, el factor fundamental es si la persona es capaz, o ha sido capaz en el pasado, de conseguir los resultados que ofrece. Y el segundo factor es si tiene un deseo sincero de ayudar a los demás, o solo quiere aprovecharse.

Esto se podría resumir en dos frases: «Haz lo que digo, no lo que hago», y «Consejos vendo, para mí no tengo».

Necesitas esfuerzo

Por otro lado, hay que tener en cuenta una ley universal relacionada con la efectividad. La mayoría de las cosas exigen esfuerzo. Esfuerzo inteligente, sí, pero esfuerzo igualmente. Es decir, sin trabajo, no hay resultados.

Huye de aquellos que te quieren enseñar técnicas sencillas para ganar mucho dinero. Si quieres resultados debes invertir. Puede ser tiempo, puede ser dinero, puede ser esfuerzo. Pero gratis, no hay nada.

Por otro lado, ojo con otra técnica vende-humos. Podría ser que te esforzaras en seguir el método y las sugerencias que te han dado, pero no logres los resultados prometidos. Hablas con el experto en cuestión, y te dice que el problema lo tienes tú, que no te has esforzado lo suficiente.

Claro, ¡así cualquiera! Si te va bien, es gracias al experto. Si te va mal, es porque no te has esforzado.

Mucho cuidado con esto, porque hay parte de razón en el argumento, pero puede ser usado de forma incorrecta, haciendo ver que la persona siempre es la culpable de que el método no funcione, cuando en realidad, el método es una patraña. Una vez más, como mínimo, el propio experto debería ser capaz de obtener resultados.

El factor suerte

Hay que tener en cuenta que no todos tenemos las mismas circunstancias, ni las mismas capacidades. Y tampoco podemos obviar el factor suerte. El problema de los métodos, sobre todo cuando son muy específicos, es que no van a funcionar igual en todo el mundo, ni en todas las ocasiones.

Por eso, hay que huir de resultados casi mágicos tipo «adelgaza 20 kilos en 2 semanas». Es mucho mejor ser honesto y reconocer que los resultados son variables.

Cómo encontrar a alguien que te ayude de verdad

¿Quiere decir todo esto que cualquiera que te ofrezca un servicio para ayudarte a lograr un objetivo es un vende-humos? ¡Por supuesto que no! Es justo cobrar por tiempo y por conocimientos.

Conozco algunos expertos en diferentes temáticas, a los cuales, dado el caso, pagaría por sus servicios sin dudarlo. En el artículo «Cómo encontrar un curso online de calidad», te propongo una «técnica» de 6 pasos para comprobar si alguien es de fiar o no. Incluso, en ese mismo artículo, te dejo enlaces a cursos de referentes en los que yo confío.

Además, en el artículo «Cómo evitar que te engañen», te dejo algunas ideas sencillas para tener en cuenta, y no ser timado.

La cuestión, como muchas otras veces, está en el equilibrio. Ni fiarse de todo el mundo, ni impedir que nadie te ayude.

¿Se te ocurren más ideas que pudieran ser útiles? ¿Por qué no nos ayudas y las compartes?

Terminamos con una frase que nos resume muy bien un factor ideal, y que debería ser imprescindible en todo aquel que de verdad quiera ayudarnos.

Escuchad el consejo del que mucho sabe; pero sobre todo escuchad el consejo de quien mucho os ama. – Arturo Graf Clic para tuitear
Método científico
Productividad

El método científico y la efectividad

Una de las claves para ser personas realmente efectivas es contarnos la verdad. No la verdad absoluta, pero tampoco nuestra verdad relativa y subjetiva. Para

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?