El cuento del reloj

Un reloj viejo

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Dice cierto cuento:

Un padre antes de morir le dijo a su hijo: “Este es un reloj que tu abuelo me dio, y tiene más de 200 años. Pero antes de que te lo entregue, quiero que vayas a la relojería del pueblo, y les preguntes cuánto vale.”

El hijo fue, regresó, y le dijo al padre: «Papá, me han dicho que no me dan ni 5 dólares por él, porque es muy viejo». 

El padre dijo: «Muy bien. Ahora vete, por favor, a la cafetería, y pregúntale al dueño cuánto cuesta».

El hijo fue, regresó, y le dijo al padre: «Papá, me dijo que no me daba ni 5 dólares por él, porque no servía para nada». 

El padre dijo: «Muy bien hijo. Te pido una última cosa: ve al museo y pregunta al director cuánto cuesta este reloj». 

El hijo fue, regresó emocionado, y le dijo al padre: «Papá, me dijo que este reloj está valorado en un millón de dólares». 

Finalmente, el padre respondió: «De la misma manera, hijo mío, solo en el lugar correcto te sabrán valorar. No vayas a un lugar donde no te valoren, y si lo haces, no te enfades si así sucede. Quien sabe tu valor es quien te conoce y te aprecia.«

*Adaptación propia de un cuento que un amigo vio en un estado de whatsapp. Si quieres hacernos llegar cualquier reflexión o historia que te parezca de interés para otros, puedes hacerlo desde el formulario de contacto.

Déjame que te pregunte… ¿estás en donde te valoran?

Dicho de otro modo: Si faltases, ¿quién lloraría por ti? Piénsalo por un momento, por favor. 

Probablemente muchos sentirían pena; unos más que otros. Pero algunos te echarían de menos de verdad. Lo pasarían mal en tu ausencia, no porque te necesitaban para sobrevivir, sino porque te querían de verdad. 

Dicen que Reír y Llorar son primos hermanos. Tan solo hay que dejar que salgan de dentro. Aquellos que te quieren, sonreirán al recordar tus locuras, para después derramar alguna lágrima, y continuar. 

Esos son los que más importan. Mucho más que los amigos en Facebook, o los seguidores en Instagram. Son más que compañeros de trabajo, o de estudios. Ellos no son simples vecinos. Y tampoco te quieren solo por ser familia. 

Ellos son por los que debes luchar ahora, que todavía estás. 

Donde te echen de menos… es ahí.

Inefectividad a propósito

¿Cuál es tu récord haciendo cola (en fila)? El mío lo batí hoy, en el día en que escribo estas líneas. 2 horas en la

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?