El efecto Google : Por qué no te acuerdas de nada

Efecto Google

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Hace algunos años, las empresas más fuertes del mundo eran del sector energético o bancario. Pero el mundo va cambiando, y en la actualidad, las empresas que dominan los mercados son tecnológicas: Apple, Google (Alphabet), Amazon, Facebook, Microsoft. Y son tan potentes que llegan al punto de transformar nuestras vidas. Una consecuencia de la era digital en la que vivimos es el llamado «Efecto Google». ¿Qué es el efecto Google? Y… ¿es bueno o malo? ¿efectivo o inefectivo? ¡Vamos a verlo!

¿Qué es el efecto Google?

Básicamente, y dicho de forma sencilla, el efecto Google consiste en que nuestro cerebro se niega a guardar información que podríamos encontrar rápidamente buscándola en internet. 

Tienes más información en este enlace de Wikipedia.

No se si te ha pasado algo parecido: alguien te invita a algún sitio, y te va a explicar cómo llegar a la dirección. Pero tu le dices que prefieres que te la pase por un mensaje, y ya Google Maps te dirá por dónde tienes que ir.

Este es tan solo un ejemplo de cómo nuestro cerebro prefiere a Google que a la retentiva natural. En otras ocasiones, simplemente desechamos datos porque sabemos que los podremos recuperar cuando lo deseemos.

El efecto Google: si lo tienes en internet, ¿para qué lo vas a guardar en tu cabeza?
El efecto Google: si lo tienes en internet, ¿para qué lo vas a guardar en tu cabeza?

¿Por qué se produce el efecto Google?

La razón detrás de este efecto no es Google, ni internet, ni el Big Data, ni nada parecido. En realidad, la clave está en la manera en que trabaja nuestro cerebro. Nuestra mente es el paradigma de la efectividad.

Puede sonar contradictorio, pero es así. Aquí, en EfectiVida, hemos hablado mucho sobre efectividad. Seguramente ya sabes que la efectividad es la mezcla ideal entre dos conceptos: eficacia y eficiencia. Eficacia es conseguir objetivos, y eficiencia es usar los menos recursos posibles.

Y yo pregunto: ¿Hay algo más efectivo que buscar la solución a todos tus problemas consultando al Sr. Google? Creo que no. Y nuestro cerebro lo sabe.

Por cierto, esto del efecto Google no es cosa sólo de los jovenzuelos. En el tweet de abajo hay un cuadro con unas estadísticas muy interesantes sobre el uso de internet dependiendo de la edad:

Ahora bien, todo esto, realmente… ¿es bueno o es malo?

Ventajas del efecto Google y de Internet

La verdad es que, Internet, nos guste más o menos, es un milagro moderno. Es como si fueses caminando por la calle, y detrás tuya, te siguiera un camión con un montón de contenedores llenos de libros y de robots dispuestos a darte la información que necesites al instante.

Es una biblioteca mundial, una memoria extendida, como una especie de disco duro portátil, invisible, accesible las 24 horas del día, ampliable, modificable e ilimitado.

Google es la biblioteca de las bibliotecas
Google es la biblioteca de las bibliotecas

El caudal de conocimiento que tenemos a nuestra disposición es increíble. Hay datos, estudios, ideas, por las que sus autores dedicaron y sacrificaron sus vidas. Y nosotros, con hacer un par de clics, tenemos todo eso gratis, siempre que queramos.

No solo tienes información en una especie de memoria colectiva. Todos estos datos están enriquecidos con videos, imágenes, infografías, y, por si todo esto fuera poco, también tienes las opiniones de otros usuarios.

Cuando uno se da cuenta del poder que tiene en sus manos, no puede sino reconocer que lo que se ha logrado es un hito en la historia. Y esto… esto parece bueno.

Tengo que decir que no es el ideal de vida. Por lo menos, el que yo desearía. Me gusta mucho la tecnología, y todo lo que tenga que ver con la efectividad, pero preferiría vivir en plena naturaleza, rodeado de animalitos, y disfrutando de la familia y de los amigos; con tiempo libre y sin tanto «progreso». Pero esto es lo que hay. 

En este sistema en el que vivimos, renunciar a las enormes capacidades que nos da internet nos colocaría en una desventaja competitiva demasiado grande como para obviarla. Nos impediría, entre otras cosas, acceder a puestos de trabajo, mejorar nuestra educación, en definitiva, progresar en la vida.

Desventajas del «efecto Google»

No todo son alegrías, por supuesto. Hay muchos detractores de este efecto un tanto descontrolado en nuestras cabezas. Viene a la mano esta cita de un famoso pensador y divulgador:

Vivimos en una sociedad profundamente dependiente de la ciencia y la tecnología en la que nadie sabe nada de estos temas. Ello constituye una fórmula segura para el desastre

Carl Sagan

Después de examinar el tema, he encontrado al menos 3 cosas negativas, pero también posibles soluciones.

  1. La calidad de la información
  2. La dependencia
  3. El riesgo de no usar el cerebro

Vamos una a una: 

Problema 1: La calidad de la información

Al haber tanta cantidad de información, no es tan sencillo encontrar exactamente lo que buscas (dejando la basura a un lado, claro está). Es posible que encuentres información sesgada, incorrecta, incompleta o totalmente falsa.

Mucho del contenido que encontramos en internet es "comida basura"
Mucho del contenido que encontramos en internet es «comida basura»

Por ponerte un ejemplo, hace poco aprendí una técnica usada por gente que vive de internet. Hay quien la usa de forma ética, y otros (bastantes) de formas menos «limpias». Se llama «scrapear». Consiste en extraer el texto de un artículo publicado, añadir espacios, comas, cambiar alguna palabrita por un sinónimo, optimizar la página, y publicar como si fuera nuevo. Google no se entera, y, como esta gente que usa estas técnicas sabe lo que se hace, incluso se posiciona más arriba que el artículo original. Añaden publicidad, ¡y listo! A vivir del cuento.

Con métodos como este, seguramente te darás cuenta de que en internet, «no todo lo que reluce es oro». ¿Cómo solucionar este inconveniente?

Solución : Mejora las búsquedas y ten espíritu crítico

Una de las cosas que podemos hacer para eliminar esta desventaja es afinar las búsquedas. Dependiendo de lo que vayas a buscar, es recomendable usar el modo oculto o seguro de tu navegador. ¿Por qué? Porque, si usas el modo normal, Google sabrá cuáles son tus intereses, y adecuará la búsqueda a lo que a ti te gusta. Y eso no siempre es lo más efectivo.

Otra cosa a tener en cuenta es aprovechar los operadores de búsqueda. Google es un buscador, no es internet; es una herramienta, y tiene mucho potencial más allá de poner un par de palabras.

Existen infinidad de trucos para mejorar las búsquedas en Google. En la infografía de abajo verás algunos: 

Otra cosa importante: hay vida más allá de Google. Aunque pueda sorprenderte, existen muchísimos buscadores más. Algunos muy superiores a Google, pero quizá no tan famosos. Otros están especializados en ciertas temáticas. Aquí tienes algunos ejemplos:

Otra idea importante: no te creas todo lo que dice internet. Aunque Google sigue mejorando cada día, y la inteligencia artificial promete un futuro donde podremos interactuar con internet como si fuera nuestra madre, hay que seguir teniendo cuidado.

No demos por sentado que lo que hemos encontrado es la verdad absoluta. Hagamos búsquedas alternativas, comparemos, investiguemos la calidad de las fuentes, preguntemos, etc.

Problema 2: la dependencia a Google

Otro factor no demasiado positivo es la dependencia a Google y a Internet en general. A veces parece que no podemos vivir sin el móvil, sin poder consultar a cada rato la pantallita.

Además, de esto, Google e internet tienen dependencia a otra cosa: la electricidad. Si se te acaba la batería del móvil o te quedas sin cobertura, estás perdido. Y esto puede ser literal si lo que estabas usando era precisamente el Google Maps.

La dependencia a google
No se esta ahogando, se quedó sin Wifi

Solución: Sé previsor y desconéctate 

Para evitar quedarnos «colgados» en el peor momento, hay que ser organizado. Si queremos tener a mano una información, mejor descarguémosla. Es bueno también mantener los diferentes aparatos cargados y en buen estado, tanto el software como el hardware (por dentro y por fuera, vaya).

Además, para evitar que nuestro cerebro se adiccione demasiado, no está de más desconectarse de vez en cuando. Un pequeño retiro, unas horas al menos de desconexión pueden ser muy positivo.

Probablemente no podamos hacerlo en el día a día, pero dar un paseo de vez en cuando, consultando un mapa de los de antes, preguntando a la gente, o simplemente viajando sin destino, ayudará a nuestro cerebro a recordar que se puede vivir sin tanta tecnología.

Problema 3: el riesgo de no usar el cerebro

Que nuestro cerebro quiera ser efectivo es lógico, pero hay que tener cuidado. Al fin y al cabo, es como un músculo: si no se usa, puede llegar a atrofiarse. 

El cerebro es un órgano más, y hay que cuidarlo
El cerebro es un órgano más, y hay que cuidarlo

Los investigadores están realmente preocupados por los efectos a largo plazo del efecto Google (valga la redundancia). 

Hay bastantes críticos al uso excesivo de la tecnología para resolver nuestros problemas. Algunos, en vez de llamar a internet «memoria extendida», lo llaman «estupidez expandida«.

Solución: usar el cerebro

Personalmente, creo que el problema no está en Google ni en internet, sino en nosotros. Somos nosotros los que decidimos usar nuestras cabezas para algo más que llevar un sombrero. Somos nosotros los que decidimos tumbarnos en el sillón a ver la tv en vez de ir a hacer deporte. No hay nadie obligándonos a hacer nada.

Además, hay un factor importante a favor del efecto Google: el tiempo. Nos ahorra tiempo. Y ese tiempo, podemos usarlo para «darle caña» a nuestro cerebro en otras actividades.

Podemos ampliar nuestros conocimientos gracias a investigar en Internet cualquier cosa que se nos ocurra. O podemos aprender un nuevo idioma, y a tocar un instrumento. También podemos viajar por el mundo, y hacer cursos de cualquier temática. Y un sinfín de cosas más.

Por supuesto, hay que tener en cuenta que no todo es cuestión de datos. Como dijo Plutarco:

El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.

Plutarco (50-125) Escritor griego

Sea como sea, ejercita tu mente, aunque sea a base de crucigramas o de sudokus. 

Si tienes tiempo, aquí te dejo 10 ejercicios para ir practicando: 

¿Y tu? ¿Qué opinas del efecto Google?

Hemos visto 3 problemas y también posibles soluciones para combatir el llamado «efecto Google». ¿Qué te ha parecido? ¿Hay algo que se me ha escapado? ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo? Aporta lo que veas oportuno, es bienvenido, pero, eso sí: no lo busques en Google.


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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?