Diferencias entre coste, valor y precio

Cuánto cuesta

Tabla de contenidos

¿Sabrías decirme el precio de la ropa que llevas puesta? ¿Y su coste? ¿Y el valor? Aunque lo parezcan, estos 3 términos son distintos, y pueden marcar la diferencia entre manejar bien la economía o sufrir para llevar una vida digna. Hoy veremos las diferencias entre coste, valor y precio.

También hablaremos de por qué las cosas no pueden ser buenas, bonitas y baratas al mismo tiempo, del coste de oportunidad y del coste del tiempo. Además, para poder calcular el coste real de las cosas, te enseñaré una fórmula muy sencilla y útil.

Por qué es necesario saber calcular coste, valor y precio

Una vez, conversando con un amigo, hablábamos del coste de la gasolina… A mí me gusta mucho calcular las cosas; bastante. Así que sé cuánto me consume el coche en l/100 km (tantos litros a los 100 kilómetros), que es un valor indicativo.

Hablando del tema, mi amigo me dijo que su coche gastaba muy poco, y que era un “mechero”. Le pregunté cuántos litros le gastaba a los 100 km., y me dijo que no lo sabía, que él iba todas las semanas a la gasolinera y le echaba siempre lo mismo, 20€. Claro… calculando así las cosas, igual resulta que no es todo tan bonito como te parece.

*Por cierto, a raíz de esto, terminé publicando un artículo donde explico cómo calcular el coste por kilómetro de un vehículo.

La cuestión es que, si de verdad queremos ser personas efectivas, es bueno conocer el coste, el valor, el precio, y las diferencias entre estos conceptos.

Vamos a ver las diferencias básicas entre precio, coste y valor de forma muy sencilla:

Precio

Precio es lo que vemos en la etiqueta. Lo que pagamos en dinero por ese objeto o actividad.

Coste

Desde el punto de vista del cliente, el coste es lo que nos cuesta comprar algo. Incluye el tiempo que dedicamos a comparar, a comprar, el dinero en sí… Además, 20€ no es el mismo coste para un pensionista que cobra 600€ que para un directivo que cobra miles de euros al mes. El coste es algo así como el sacrificio personal.

Para una empresa, el coste es la cantidad de dinero, tiempo y otros recursos necesarios para poner un producto en venta.

Valor

Y finalmente tenemos el valor. El valor es lo que te da eso que has pagado. Una cosa muy barata puede ser valiosa, o al revés. También hablamos de valor sentimental, y eso no se paga con dinero. Las experiencias que compramos, como un viaje, la ropa, y cosas parecidas tienen un valor muy distinto que el precio y el coste. Incluso es posible que el valor de algo varíe con el tiempo, mientras que el coste y el precio son términos más absolutos.

En el video de abajo tienes una interesante calculadora de precios en horas. La autora tiene un interesante blog de finanzas:

Por eso, todo el mundo tiene claro cuál es el precio de algo, y más o menos, también se sabe con facilidad cuánto cuesta. Pero el valor es más difícil de calcular. Vamos a usar una fórmula muy sencillita, no te asustes, para tener una idea más precisa del coste y el valor de las cosas. La aplicaremos a 4 ejemplos comunes para ver cómo funciona.

Pero antes, déjame dejar sentadas un par de ideas como base.

Bueno, bonito y barato

¡Cuántas veces habremos oído esta expresión! “Bueno, bonito y barato”.

Sin embargo, como seguramente todos sospechamos y damos por sentado, más allá del lema propagandístico, lo de que sea bueno, bonito y barato, es una utopía. 

De hecho, es una matriz curiosa, ya que, en la mayoría de los casos, solo podrás tener 2 de las 3 opciones. 

  • Puede ser bonito y barato, pero no bueno. 
  • O puede ser barato y bueno, pero no bonito. 
  • También puede ser bonito y bueno, pero no será barato. 

Por eso, además de entender el coste, el precio y el valor de cualquier producto, es importante saber lo que queremos, y cuáles serán nuestras preferencias en cuanto a calidad o aspecto.

Esto del «bueno, bonito y barato» también se podría aplicar a servicios o a otros conceptos, pero parece más sencillo verlo en objetos físicos. 

La cuestión es que no podemos tenerlo todo al mismo tiempo. Saber asumir esto, así como entender nuestras prioridades, será un valor diferenciador en un mundo que cada vez se parece más a un mercadillo. 

Coste de oportunidad

Más allá de la selección entre factores como bueno, bonito o barato, o de las diferencias entre coste, valor y precio, hay otro concepto muy interesante, que estaría bien entender.

Me refiero al coste de oportunidad. Se suele obviar, pero es muy importante tenerlo en cuenta.

El coste de oportunidad serían las oportunidades que pierdes al comprar algo o al hacer algo.

Un ejemplo sencillo: si estás montando en moto (una experiencia) no puedes leer un libro al mismo tiempo. Por lo menos, de momento. O haces una cosa o la otra. Todas las cosas que no haces son ese coste de oportunidad. Es un ejemplo tonto, seguro que a ti se te ocurren mejores.

Cuánto vale tu tiempo

Otro factor a tener en cuenta es cuánto vale tu tiempo; cuánto vales tú. Y esto se puede medir en función del tiempo. El tiempo es oro, dice el dicho, pero, ¿cuánto vale el oro? Lo mismo con tu tiempo. Tiene un precio.

¿Qué precio le pondrías a una hora de tu tiempo? Para cuantificar esto, podemos usar simplemente lo que vale una hora de trabajo.

Aquí en España, una hora promedio podría estar en torno a los 10€. Si tienes una jornada estándar de 8 horas, serían 8x10x25 días laborables: 2000€. De esta cantidad, descuenta impuestos, lo que se queda la empresa, etc., y te saldrá un sueldo mileurista, que es lo habitual ahora mismo.

Es un promedio, por supuesto, tu hora de trabajo puede ser más o menos. Hay gente que tiene tanto valor, que su hora de tiempo cuesta millones, y también hay personas que, por determinadas circunstancias, no cobrará esta cantidad. La idea es que tú pongas una cantidad. A mi me viene muy bien este promedio, porque a la hora de usar la fórmula, va a ser más fácil de explicar.

Así, vamos a poner que tu hora de trabajo tiene un precio de 10€, y esto se podría aplicar por extensión a tu hora de tiempo.

La fórmula para calcular el coste de las cosas

Como hemos visto hasta ahora, el precio nos lo dan los vendedores, el valor es algo más subjetivo, y lo ponemos nosotros. Pero el coste es algo que sí se puede calcular con ciertos parámetros.

Vamos allá con la fórmula para calcular el coste. La fórmula es:

CE+CT
CE = Coste efectivo (precio)
CT = Coste del tiempo (valor de tu hora x cantidad de tiempo)

Vamos a aplicar esta fórmula a 4 ejemplos que nos van a clarificar el concepto de coste.

Ejemplo 1: EL CINE

Cine antiguo

Coste efectivo del cine = 7€

¿Cuánto tiempo estarás viendo la película? Pongamos 2 horas. Así que CT=2 x 10€ = 20€

Claro, para que todo esté correcto, faltan cosas. Además del tiempo que tardas en ver la película, hay que añadir el tiempo que tardas en ir al cine, en comprar las entradas, y en regresar a tu casa. Vamos a poner 1 hora más en total.

También habría que añadir si compras un refresco y las roscas (palomitas, maiz… es curioso este alimento, en cada sitio se dice distinto). Añadimos un mínimo de 3€ más.

Y la fórmula queda así:

CE = 7€ + 3€ = 10€
CT = 2h duración peli + 1h trayectos y compra = 3 horas x 10€ = 30€
CE + CT = 10€ + 30€ = 40€

Es decir, el cine tiene un coste de unos 40€. Ya esta cifra indica algo, y es que el cine no es nada barato.

Claro, aquí hay cosas relativas. Es cierto que “gastas” dos horas en ver la película, pero igual a ti esas dos horas te dan un valor tremendo. Aún así, esta cifra nos va a servir para comparar y para darle un valor más realista.

¿Y qué pasa si veo la peli en mi casa?

Vamos a comparar ir al cine con ver una película en tu casa.

Damos por sentado que no vamos a piratear la peli, y que la pagamos con alguno de los muchos sistemas existentes. La película te puede costar 5€, y la puedes ver varias veces durante un tiempo. En cuanto al refresco, las roscas y todo eso, podemos poner una cifra, pero seguro que va a ser muchíiiisimo más barato que en el cine. Pongamos 2€ más. En cuanto al tiempo de duración, es el mismo: 2 horas. Eso sí, no tienes que trasladarte (ni usar el coche, que no lo hemos contado), ni aparcar, ni nada de eso. Aplicamos la fórmula y nos da lo siguiente:

CE = 5€ + 2€ = 7€
CT = 2 horas = 2 x 10€ = 20€
CE + CT = 7€ + 20€ = 27€

Multiplica por la famlia

La diferencia es obvia. Ahora multiplica esto si en vez de ir tu solo al cine, van una familia de 4 personas.

En el caso del cine serían 40€ x 4 = 160€ (ya estamos manejando cifras que imponen un poco). En el caso de la peli en casa serían 5€ + (2€ x 4) + (20€ x 4) = 5€ + 8€ + 80€ = 93€. Ahora la diferencia es todavía mayor, porque el cine lo tienen que pagar todos, mientras que la peli en casa se paga una sola vez independientemente de cuántas personas la vean.

Como decíamos antes, el valor es distinto. El sonido, la pantalla, la sensación… no es lo mismo. En casa no puedes alquilar películas de estreno. No es una cuestión técnica, es que, obviamente, les interesa que la gente vaya al cine y page un precio mayor. Por otro lado, no te tienes que trasladar, no tienes que aguantar a algunos energúmenos que tienen la mala costumbre de ir al cine también…

De igual manera, la fórmula deja claro que ir al cine es bastante caro en comparación con alquilar una película en casa.

Ejemplo 2: IR AL TRABAJO EN COCHE O EN TRASPORTE PÚBLICO

Cuánto cuesta el coche y el transporte público en la ciudad

Esta es una cuestión eterna, sobre todo en las grandes ciudades. En sitios como donde yo vivo, usar el coche es innegociable.

Supongamos que el coche te cuesta 150€ a la semana. Es un promedio muy por encima. Tienes que pagar una cuota, más seguro, impuestos, reparaciones, mantenimiento, gasolina, aparcamiento, multas, garaje… Seguramente estoy calculando por debajo. Por cierto, por si te sirve esta cifra, en España, en muchos convenios laborales, se pagan 0,19 céntimos el kilómetro, si el trabajador usa su coche propio.

Ahora pongamos que para ir al trabajo, tardas una hora, media hora por trayecto. Y que, a la semana, dedicas otra hora más en limpiar el coche y en su mantenimiento.

La fórmula sería:

CE = 150€
CT = 1 hora x 5 días laborables + 1 hora semanal de mantenimiento = 6 horas x 10€ = 60€
CE + CT = 150€ + 60€ = 210€

Es decir, a la semana, usar el coche para ir al trabajo son 210€, al mes, unos 840€

¡Pues voy en transporte público!

¿Cuánto te costaría ir en transporte público? Un ticket semanal podrían ser 10€ a la semana. Claro, el trayecto es el doble de tiempo: una hora por trayecto. No hay cuotas, aparcamiento, multas, nada de lo anterior. Así que la fórmula se queda así:

CE = 10€
CT = 2 horas x 5 días laborables = 10 horas x 10€ = 100€
CE + CT = 10€ + 100€ = 110€

La diferencia es notable. Al mes, usar el coche son 840€ al mes, y el trasnporte público serían 440€. Casi la mitad. En un mes te estarías ahorrando 400€. Es que, incluso, si necesitas coche el fin de semana, te puedes alquilar uno o pagar un taxi. Aparte del coste de oportunidad. Mientras vas en coche, como mucho, puedes aprovechar para escuchar podcast o para mal llamar con el manos libres. En metro, bus y similar, puedes hacer muchas cosas más, y te ahorras el estrés de buscar aparcamiento, la probabilidad de accidente, etc.

Igual, cada uno es libre de decidir, pero la fórmula deja clara la diferencia.

Una cosa más sobre esto, imagina el resultado de la fórmula si usas bici, o si vives cerca de donde trabajas…

Ejemplo 3: ESCRIBIR UN LIBRO

Cuánto vale escribir un libro

La fórmula se puede usar también para saber cómo rentabilizar nuestro tiempo.

Imaginemos que escribes un libro. Puedes hacerlo a coste 0, pero pongamos que pagas a alguien para que te haga las ilustraciones y otras tareas similares. En total te gastas 500€ en tu libro. Además, inviertes 50 horas de trabajo.

CE = 500€
CT = 50 horas x 10€ = 500€
CT + CT = 500€ + 500€ = 1000€

Esto te sirve para saber cuántos libros tienes que vender hasta recuperar tu inversión. Si vendes libros hasta conseguir 1000€, ya has rentabilizado el tiempo. A partir de ahí, serían ganancias.

Un libro es un ejemplo perfecto de un ingreso pasivo y escalable. El valor del producto es diferente a su coste.

Ejemplo 4: COMPRAR UNA CAMISA

Cuánto cuesta comprar una camisa

Ahora vamos a usar la fórmula para ver el valor de uso de algo.

Te compras una camisa cara (tampoco mucho). El precio es de 20€. Además, inviertes una hora en compararla.

CE = 20€
CT = 1 hora x 10€ = 10€
CE + CT = 20€ + 10€ = 30€

Este es el coste total. Pero aparte, pongamos que la camisa te gusta mucho, y la usas un total de tres horas cada semana. Como no eres un guarrete, la lavas con frecuencia. No pasa nada, la camisa es de calidad, así que aguanta un año entero. Si aplicamos la fórmula verás que, en un año, sucede esto:

CT = 3horas a la semana x 52 semanas = 156 horas x 10€ = 1560€

Es decir, la camisa te costó 30€, pero tiene un valor de 1560€

La camisa «barata»

Ahora pongamos que te compras una camisa barata y de no muy buena calidad. El precio son 5€, tardas media hora en comprarla. Así que…:

CE = 5€
CT = 1/2 hora x 10€ = 5€
CE + CT = 5€ + 5€ = 10€

El coste aparente de la camisa son 10€. Es verdad que, lo mires como lo mires, la camisa es más barata. Pero ahora mira lo siguiente. La usas 5 veces en el año, una hora cada vez. No te gusta mucho, así que se queda más tiempo en el armario que cogiendo aire. Encima, como también la lavas, pero la tela es de mala calidad, no te dura más de un año. Aplicamos la fórmula y…:

CT = 5 horas en el año x 10€ = 50€

Esto nos lleva a una conclusión muy interesante. La primera camisa puede que sea cara, pero nos da un valor tremendo. La segunda es barata, pero al final sale muy cara en comparación. Además, si piensas en el coste de oportunidad, verás que, las veces que no te pones la camisa barata, tendrás que ponerte otra, con lo que su coste será todavía mayor. Además de almacenaje y otras cuestiones.

La idea es usar la cabeza para algo más que para llevar un sombrero

Bueno… son cuatro ejemplos y diferentes maneras de aplicar los conceptos que, si los mezclas, te dan una cifra aproximada del valor de las cosas. El objetivo de todo esto es usar la cabeza, pensar un poco antes de comprar o de tomar decisiones económicas. Hay que pensar en los costes ocultos, esos que no se ven a primera vista. También te puede ayudar saber qué es un deseo y qué es una necesidad.

También hay que aprender a pensar en términos de tiempo. Tu tiempo vale mucho. El dinero se puede recuperar, pero el tiempo no; no tiene vuelta atrás. A veces, usando este tipo de fórmulas, te das cuenta de que la clave no es trabajar muchas horas, sino aprender a comprar con más sentido (este si que no es común).

Seguro que hay más ejemplos que se te pasan, precisamente, por tu cabeza.

En conclusión

Saber diferenciar entre precio, coste y valor, es esencial para tomar decisiones efectivas en cuanto al uso del dinero. Como hemos visto, es difícil que algo sea bueno, bonito y barato al mismo tiempo. Además, está el coste de oportunidad. Por eso, nos irá mucho mejor si calculamos, aunque solo sea imaginando los resultados de una compra.

Pues nada, no te quito más “tiempo”, que ahora ya sabes las diferencias entre coste, valor y precio, y además ya conoces una fórmula para calcular cuánto te está costando leer o escuchar este artículo.

Eso sí, espero que su valor supere a su coste, porque precio, ya sabes que no tiene, literalmente, vamos… que te ha salido gratis.

La mesa de las medicinas
Reflexión

La mesa de las medicinas

Hace unos años, tuvimos la oportunidad de visitar el museo británico junto con unos amigos. Nos encantó. Vimos muchas cosas bonitas y aprendimos cosas nuevas.

Método CAR

Cómo archivar de forma inteligente

Archivar es la mejor manera de no perder toda aquella información que consideramos útil. Ahora bien, ¿cómo archivar de forma inteligente?

Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?