¿Te conformas o te contentas? Es una pregunta difícil de contestar, porque muchas veces nos conformamos con algo cuando deberíamos estar contentos, y al revés. Así que, ¿qué te parece si examinamos un poco más de cerca estas dos palabrejas?
Qué es conformarse
Según la RAE, conformarse es ajustarse a algo, concordar. El término conlleva la idea de «dar forma». Incluso una acepción es darse por satisfecho con algo.

Aunque conformarse no parece algo horrible, como resignarse o aguantarse, tampoco es que nos haga pensar en felicidad absoluta.
Qué es contentarse
Recurriendo una vez más a la RAE, contentarse es quedar contento, satisfacer un gusto o aspiración o dar alegría.

Esto parece que suena mejor. La propia palabra nos hace pensar en alguien contento, como un emoticono sonriente.
¿Qué es mejor? ¿Conformarse o contentarse?
Ahora que tenemos a mano las definiciones de ambos términos, ¿qué será mejor?
Fíjate que contentarse con todo no es lo ideal. Eso nos convertiría en personas ilusas, crédulas, como locos que son felices en su mente, aunque nadie lo comprenda.
Por otro lado, conformarse con todo lo que sucede nos convierte en veletas, que se mueven como el viento. Seríamos moldeables y adoptaríamos la forma de lo que requiriese el momento. ¿Que alguien quiere que seamos un saco de boxeo? Me conformo. ¿Que otro quiere que seamos su asistente personal gratuito? Me conformo. A esto se le llama conformismo, y no suele conducir a lograr algo noble. Como dice cierta frase, «solo los peces muertos se dejan llevar por la corriente».
De momento vamos mal, pero, ¿y si dejamos de pensar en blanco y negro y buscamos los colores? Tendemos a pensar de forma excluyente (es mejor conformarse que contentarse o al revés). ¿Qué hay si vemos estas palabras como amigas y no como enemigas?
En realidad, juntar las dos ideas tampoco parece ideal. Si además de adoptar la forma que otros quieren de ti, encima eso te pone contento, pues…
Entonces, ¿qué hacemos?
Autoconformarse Y autocontentarse
Pues mira, no solo vamos a juntar palabras, sino que también vamos a añadir algo en su inicio: un «auto».
Conformarse y contentarse son reflexivos. Realizamos una acción cuyos resultados sufrimos nosotros mismos. Nos conformamos y nos contentamos. Pero si además añadimos el prefijo «auto», le añadimos un toque de decisión personal.
Y esta es la clave. Tú y solo tú decides con qué te conformas, es decir, a qué te adaptas, y con qué te contentas, es decir, qué cubre tus expectativas. Tú te auto-conformas y te auto-contentas.
Así que, ante cualquier situación, pregúntate:
- ¿Puedo hacer algo por cambiar esta situación? ¿El qué?
- Si no puedo hacer nada por el momento, ¿podré hacerlo en el futuro?
- ¿Me interesa conformarme o debo luchar y buscar alternativas?
Habrá situaciones en las que no vamos a querer conformarnos ni nos van a hacer más felices. De eso va la paciencia.
En otros casos, decidiremos que «eso» sí nos beneficia. A lo mejor no a corto plazo, pero sí más adelante. Entonces, nos adaptamos, nos amoldamos y por lo tanto, nos hace estar contentos. No tanto por la situación, sino por el motivo por el que la aceptamos.
Por supuesto, habrá situaciones en la vida en las que será muy fácil adaptarse y que nos harán muy felices. En esas no hará falta el «auto».
Resumiendo
Aunque es fácil distinguir entre contentarse y conformarse, ambas palabras no son excluyentes. Podemos amoldarnos y también estar contentos por ello. Eso sí, para eso, para ser felices con lo que nos ocurre, debemos ser nosotros (los del «auto») quienes decidamos si nos conformaremos y nos contentaremos o no.