Crea dos veces

Alfarero creando una vasija

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Para la reflexión de hoy, me gustaría proponerte un acertijo. Lo extraje de un libro titulado: Sherlock Holmes. Resuelve sus mejores enigmas.

Sherlock y su fiel amigo Watson investigaban un crimen y buscaban huellas por un sitio donde no había ni un alma. Sherlock preguntó a su amigo si había viajado mucho. Watson respondió que sí. A lo que Sherlock dijo: “En ese caso estoy seguro de que no es la primera vez que ve un lugar donde hay carreteras sin vehículos, calles sin transeúntes y ríos sin rastro de seres vivos”.

Efectivamente, Watson había explorado los límites de un sitio así, varias veces.

¿Sabrías decir de que sitio se trata?

El acertijo

No te apures. Mientras seguimos con la reflexión, es posible que lo adivines. Si no, al final tendrás la respuesta.

Sherlock Holmes y su pipa

Todo se crea dos veces

Ya lo decía Stephen Covey:

"Todas las cosas se crean dos veces. Siempre hay primero una creación mental, y luego una creación física." – Stephen Covey Clic para tuitear

Uno de los grandes problemas de la vida moderna, con sus exigencias de atención y mil cosas a la vez, es precisamente la falta de foco. No se está a lo que hay que estar.

Conducimos mirando el móvil, conversamos mientras escribimos un correo, o vemos la tv mientras hacemos los deberes de los niños. Ya sabes… eso de la multitarea. Claro, así nos va…

Sin embargo, además del foco en las actividades que estamos realizando, hay otro punto a tener en cuenta.

No puedes innovar, o crear nada, si antes no lo has imaginado. Todo lo que no siga este sencillo proceso será simplemente tachar tareas de una lista impuesta (con mucha suerte, autoimpuesta).

Capturando ideas

Todos los grandes autores dedicaron mucho tiempo a reflexionar, a meditar, a pensar en ideas que se les iban ocurriendo.

Hoy día tenemos sistemas de organización personal, como el GTD, que facilitan la tarea de “capturar” las ideas que se nos vayan ocurriendo. El paso de capturar también es parte del método C.A.R., que simplifica bastante el proceso de pasar esas ideas sin forma, a acciones concretas.

Pero todo eso no servirá de nada si no paramos un rato y creamos con nuestra mente.

“No es de dónde tomas las cosas, es adónde las llevas.” – Jean Luc Godard Clic para tuitear

En mi caso, dedico una hora diaria, de lunes a viernes, a la revisión de las bandejas de entrada. Lo hago después de comer. Si algo de lo que hay en esas bandejas, como puede ser una nota que he escrito durante la mañana, requiere de reflexión, bloqueo en el calendario un tiempo para hacerlo.

GTD y C.A.R.

Si conoces el sistema GTD te habrás dado cuenta de que no lo uso correctamente. Como muchos otros, he ido hackeando mi propio sistema. Ya lo mencioné antes. Lo he llamado: Método de productividad personal C.A.R.

Siguiendo este método, cuando bloqueo ese tiempo de reflexión, como si de una cita con el médico se tratara, estoy creando por primera vez. Sí, es en mi mente solamente. Pero imaginar los diferentes escenarios, las técnicas, las herramientas, los procesos que llevaré a cabo… es todo ese ejercicio mental el que te ahorrará un montón de tiempo si finalmente lo llevas a la práctica.

Ni que decir tiene que debes buscar un momento y unas circunstancias propicias. Viene bien algo de silencio, o unos auriculares con música de fondo sin letra.

Aunque se pueden hacer consultas en internet, lo ideal es huir de la tecnología en lo posible. Si tienes que buscar algo en línea, hazlo solo después de haber meditado un tiempo. Y si puedes hacer todo esto en medio de la naturaleza, además de creatividad, habrás disfrutado de mucha paz.

Reflexionando en un entorno tranquilo

¿Y tú? ¿Dedicas periodos de reflexión que te permitan crear?

Imagina un mundo real

A la hora de intentar crear algo, hay que intentar imaginar e ir un poco más allá de nuestros límites mentales.

La realidad que nos rodea hace que nuestra manera de pensar se amolde. Si naces en un determinado lugar, pensarás que las cosas son de cierta manera, creerás en lo que cree la gente del lugar. Así que, cuando te pongas a imaginar, los límites serán lo que ya conoces. 

Cuando viajas, y sales de tu madriguera, conoces otras formas de pensar, y ahora tu imaginación se expande. 

En otras palabras, no puedes imaginar lo que no conoces. Pero eso no quiere decir que no exista. 

Este uno de los motivos por el que muchos emprendimientos fracasan. No fueron capaces de imaginar ideas, soluciones, porque se limitaron únicamente a lo que ya conocían. 

Por contra, muchos de los grandes éxitos se dieron gracias a mentes brillantes que imaginaron algo que no existía, y ellos lo hicieron realidad. 

Es ese “campo de distorsión de la realidad” de Steve Jobs, ese planeta X de Lowell, esa manzana de Newton. Es ese viaje a la Luna de Verne. 

Por eso, te propongo un juego inverso. Imagina algo que no conozcas. Sal de tus límites, y convéncete de que ese mundo existe en algún sitio… 

… Imagina un mundo real, y créalo.

La resolución del acertijo

No, no me he olvidado. Me gusta mucho el tema de la creatividad, pero sé que te había dejado pendiente la respuesta al acertijo.

¿Has podido resolver el acertijo del principio? ¿Te ha servido el artículo para intentar imaginar cuál era ese lugar donde hay carreteras, calles y ríos sin vida? ¿Un lugar que tú también has explorado alguna vez?

No le demos más vueltas. La respuesta es: un mapa.

Así, este acertijo nos da una pequeña lección. Al igual que un mapa nos ayuda a visualizar un sitio, antes incluso de estar allí, usar nuestra imaginación nos puede ayudar, y mucho, a llevar a la realidad nuestros sueños.

"Hay algo más importante que la lógica: es la imaginación." – Alfred Hitchcock Clic para tuitear
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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?