Los términos «tiempo libre» y «ocio» parecen contrarios a la idea de organizar. Sin embargo, el tiempo que dedicamos a ese tipo de actividades sigue siendo eso: tiempo. Y, como tal, no se puede recuperar. ¿Tú invertirías dinero sin saber dónde ni con quién?¿Verdad que no? Entonces, ¿por qué hacerlo con nuestro tiempo libre?
En este artículo vamos a ver qué significa realmente ocio y tiempo libre, además de cuál es la diferencia. También veremos los pros y contras de planificar qué hacer en nuestro tiempo de descanso para que sea de calidad. ¡Vamos a ello! ¡No pierdas tu tiempo!
Qué es tiempo libre
Lo primero es lo primero. Vamos a definir bien qué es tiempo libre y qué es ocio.
Todos conocemos lo que significa tiempo, aunque también hay que decir que pocos lo entendemos. Aún así, no ahondaremos en esa definición, sino en el matiz que le da la otra palabra: «libre». Libre es lo contrario de atado, o esclavo. Es decir, y sin complicarnos mucho, tiempo libre es todo aquel período de tiempo en el que no estamos obligados a realizar una tarea específica. Una tarea obligada sería el trabajo, los estudios, o los quehaceres domésticos.
Qué es ocio
La definición de ocio es muy parecida. Tanto es así, que muchas veces usamos amabas palabras de manera indistinta. Y es normal, pues en la definición de la RAE, en su segunda acepción, ocio significa: «Tiempo libre de una persona». Aún así, hay una diferencia muy importante.
En qué se diferencia el tiempo libre del ocio
La clave para ver la diferencia entre los dos conceptos es la relación entre el ocio y la satisfacción. Un ejemplo sencillo. Imagina que, en tu tiempo libre, te dedicas, por propia voluntad, a colaborar con una ONG. Es tu tiempo libre, y tú decides en qué emplearlo. Sin embargo, y con excepciones, no lo calificarías de «ocio», ¿verdad?
Y este es un punto muy importante. Todo el mundo tiene tiempo libre, por mucho que algunos digan eso de: «no tengo tiempo ni de descansar». Pero no todo el mundo disfruta de ocio, y menos, del sano.
El ocio, por lo tanto, se relaciona con el disfrute, el relax, «cambiar de aires», desconectar o descansar.
El tiempo de descanso
Vamos a añadir una idea más: El tiempo de descanso. Ocio está relacionado con diversión. Y divertirse, desahogarse de vez en cuando es importante. Sin embargo, descansar es vital. Si no dormimos bien, tenemos muchos problemas. Y lo mismo pasa con descansar. Nos afecta en todo ámbito de la vida. De ahí que existan dos días libres a la semana, y un período de un mes de vacaciones en la mayoría de trabajos.
Como leía recientemente en un libro, la forma en que se distribuyen las semanas bien podría ser un 5.2: 5 días de trabajo, y 2 días en los que cambiar la rutina.
Descansar bien está relacionado con relajarte, con recargar las pilas para volver con energía a tus obligaciones.
Juntando los tres conceptos llegamos a una conclusión muy interesante: NO TODO EL OCIO NOS PERMITE DESCANSAR. Terminar el viernes de trabajar, e ir con el traje de oficina a la discoteca, y seguir bailando de carrerilla hasta el domingo de madrugada podría considerarse ocio, pero ni mucho menos iríamos descansados al trabajo.
Creo que la clave para disfrutar de tiempo libre que incluya actividades interesantes, ocio y que además nos permita descansar correctamente está en el equilibrio.
Por qué hay que programar el tiempo libre
Hay quien dice que programar el tiempo libre nos impide ser felices. Encontré un estudio interesante sobre esto. Sin embargo, hay algunos peligros en no planificar el tiempo libre.
Un peligro evidente de no programar el tiempo libre es que no tengamos suficiente. Si somos de los que decimos a todo que sí, o de los que se creen importantes por estar siempre ocupados, o simplemente nos encanta nuestro trabajo, es posible que nuestro tiempo libre se reduzca. Si no tenemos ningún tipo de responsabilidad familiar, y nos encanta lo que hacemos, quizá no sea un problema grave. En el resto de casos, tener tiempo libre para uno mismo y para los que nos rodean es imprescindible para llevar una vida sana y equilibrada.
Otra razón importante para organizar nuestro tiempo libre es justo la contraria: el exceso de ocio. Queremos tener ocio, pero no convertirnos en ociosos. Hoy más que nunca tenemos a nuestra disposición todo tipo de entretenimientos. Los hay para todos los gustos: deporte, videojuegos, cine, televisión, fiestas… Ya puedes ser rarito en tus preferencias, que seguro que encontrarás cosas que hacer. Además, casi todo el mundo tiene recursos para poder consumir ocio sin límite. Una buena gestión de nuestras prioridades y principios incluiría limitar el tiempo libre.
Y una tercera razón para tener claro de antemano qué hacer con nuestro tiempo libre es el uso que le demos. Aunque está claro que no tener nada que hacer puede ser beneficioso, perder el tiempo durmiendo un montón de horas sin necesidad, sentados en el sillón viendo la tv, o encerrados en casa navegando por internet, tampoco es que sea muy útil. Y mucho menos creo que te haga feliz.
Programar el tiempo libre marca la diferencia
Programar nuestro tiempo de ocio no es tan sencillo. De hecho, hay una profesión dedicada a ello: Monitor de tiempo libre. Y muy demandada, por cierto.
Por otro lado, y aunque dedicáramos tan solo un par de horas a la semana de nuestro tiempo libre a alguna actividad productiva, ¿te imaginas cuánto podrías lograr?
Es evidente que la gente valora el tiempo libre y la paz mental, pero convertirse en lo que se llama un hombre ocioso no comporta ningún beneficio real, es una vida vacía.
Eliji Yoshikawa
El tiempo libre se debe planificar para disfrutar
He mencionado tres razones, pero seguro que se podría añadir alguna más. Sea como sea, planificar el tiempo libre no quiere decir analizar y programar con todo detalle lo que vamos a hacer procurando que no se escape ni un minuto. Eso es más bien enfermizo. Piensa que el tiempo libre consiste en que realicemos actividades distintas a nuestras ocupaciones «obligatorias» del día a día. Simplemente se trata de distribuir el tiempo libre para que no sea mucho ni poco, añadiendo actividades variadas que nos permitan disfrutar y descansar.
En otros términos, y aprovechando la temática de este blog, si quieres ser efectivo, debes planificar tu tiempo libre con sentido, sin olvidar las cosas importantes de la vida.
Por eso, antes de comenzar la planificación en sí, pregúntate qué es importante para ti. Es curioso, porque la mayoría pondrían en primer lugar la familia, la salud, el desarrollo personal y ese tipo de cosas. Sin embargo, cuando se hace un registro de en qué gastamos nuestro tiempo, resulta que a lo menos que se lo dedicamos es a la familia, a la salud, al desarrollo personal, etc.
Otras cuestiones a tener en cuenta:
- ¿Voy a consumir tiempo que me impida cumplir con mis obligaciones laborales o familiares?
- ¿Es suficiente el tiempo que he asignado como tiempo libre o por el contrario me he quedado corto?
- ¿Voy a disfrutar? (Si tienes familia: ¿Va a disfrutar mi familia de lo que he programado?)
- ¿Me permitirá descansar?
- Cuando vuelva a la rutina, ¿me sentiré bien o más bien tendré la sensación de haber perdido el tiempo?
El tiempo libre posibilita el florecimiento del espíritu creativo, mientras que las agendas demasiado estrictas, por el contrario, lo sofocan.
Daniel Goleman
Cómo organizar el tiempo libre
El tiempo es parecido al dinero, con una salvedad: una vez que ha pasado, no vuelve. Al igual que hay que tener un presupuesto para nuestra economía, también hay que tener un presupuesto de tiempo. ¿Y cómo se hace eso? Sin duda, te recomiendo el método C.A.R., pues incorpora una forma de poner en marcha tus prioridades y usa la técnica Timeblocking.
¿Por qué el método C.A.R.? Primero, me parece muy sencillo de usar por cualquier persona, independientemente de su nivel de estudios o de la cantidad de ocupaciones que tenga. Además, una de las cosas más atrayentes de este sistema es que, si se usa correctamente, de un solo vistazo puedes ver en qué estás gastando tu tiempo.
No es lo mismo calcular mentalmente cuánto tiempo dedicamos a esto o a aquello, que verlo plasmado en un calendario. Ser consciente de la realidad te permitirá, entre otras cosas, asignar de forma efectiva tu tiempo libre.
Organizando bloques de tiempo libre

Una idea interesante sería poner los bloques de tiempo libre en un color diferente. A mi me gusta el verde, quizá porque lo asocio a «libertad».
Pero, ¡ojo! No se trata de rellenar los días de tal manera que no haya hueco ni para estornudar. Debe haber margen, espacios sin ninguna actividad asignada. Y, sobre todo los fines de semana, las tardes y noches o en vacaciones, los bloques deben ser más amplios de lo habitual.
Dicho de otro modo: una vez asignados los bloques de tareas «obligatorias», todo demás, sería tiempo libre. Y, dentro de este tiempo, bloquearemos tiempo para actividades planeadas, sean estas ocio, descanso, viajes, formación, proyectos paralelos, o lo que queramos.
En los bloques que vayamos asignando es bueno también dar margen. Planificar no es sinónimo de convertirse en robots. Si planeamos que una actividad va a durar dos horas, sería conveniente bloquear 3. No pasa nada. De hecho, estoy convencido que planificar al menos una tarde en la semana con una actividad bien pensada, ya es más de lo que hace la mayoría de la gente.
Sé flexible como la hierba. Eso te hará superar huracanes.
Dedica algo de tu tiempo libre a pensar
Por supuesto, para que el tiempo libre se llene de actividades sanas y con sentido, debemos también bloquear tiempo para pensar. Quizá podríamos bloquear un rato los lunes por la tarde para planificar lo que haremos ese fin de semana, por ejemplo.
Una buena idea es tener en algún sitio (documento, nota…) una lista de actividades para realizar en nuestro tiempo libre. Ahí iríamos anotando todo lo que se nos vaya ocurriendo, además de cosas que hayan hecho otras personas y que nos llamen la atención. Podríamos añadir lugares de ocio, enlaces a sitios web que nos interesen… Así, al sentarnos a planificar, tendremos una base de inspiración.
Si tienes familiares o buenos amigos con los que quieres compartir tu tiempo libre, tenlos en cuenta al organizar los bloques. Esto no implica que ellos también tengan que seguir tu sistema. Tú puedes organizarte igualmente aunque ellos no lo hagan.
¿Y si no se nos ocurre nada que hacer? Bloquea algo de tiempo igualmente. ¿Por qué? Porque cabe la posibilidad de que, como total, no había nada que hacer, llenes tu agenda con más trabajo o más tareas rutinarias.
Una advertencia antes de proseguir. En el sistema Time Blocking, los bloques de tiempo se pueden mover. No pasa nada. Pero no caigas en el error de mover o eliminar los bloques destinados al ocio como primera opción. Convéncete de que son igual de importantes que el resto. Si no respetas tu tiempo libre, correrás el riesgo de convertirte en un esclavo moderno. Mira en qué tareas tendrás que reducir tiempo, de forma equilibrada, pero no deseches el descanso.
El que no tiene dos terceras partes de su jornada para sí mismo es un esclavo, sea lo que sea, político, comerciante, funcionario o erudito.
Nietzsche
Ideas para nuestras actividades de ocio y tiempo libre
Este artículo sería infinito si enumeramos aquí todas las diferentes actividades de ocio y tiempo libre, pero también estaría incompleto si no ponemos ninguna. Así que, buscando el término medio, intentaré dar propuestas originales, distintas a las típicas de «jugar a un juego» o «ir de caminata».
- Caminar por el barrio, pueblo, donde vives. Puedes hacerlo en bici, patines o simplemente dando un paseo tranquilo.
- Repara eso que lleva tanto tiempo pendiente. Pero no lo hagas solo, llama a un amigo o involucra a toda la familia.
- Organiza una fiesta sin motivo. No hace falta que sea el día de nada ni de nadie. Simplemente, una fiesta.
- Visita un museo. (Sí, lo sé. Esta propuesta no es original, pero se está convirtiendo en rara)
- Aprende una nueva afición. Cuanto más práctica sea, mejor.
- Organiza una tertulia entre amigos. Propón un tema y establece unas normas mínimas. Incluso, se puede nombrar un jurado que decida el grupo ganador.
- Visita a alguien a quien hace tiempo que no ves. Avísale antes. O no le avises, puede ser divertido.
- Sal de tu casa con la idea de ayudar a alguien, y no vuelvas hasta que lo hayas logrado.
- Monta a tu familia en el coche y sal sin un destino.
- Busca un sitio donde haya personas que hablen otro idioma y practica frases sacadas del traductor de Google.
- Pinta un cuadro al aire libre.
- Busca un sitio donde haya animales a los que puedas dar de comer. (En muchas playas, en marea baja, basta con entrar en el agua y echar pan)
- Planta un árbol. Revisa que las normativas te lo permitan o hazlo en tu propio terreno.
Disfruta del tiempo libre con los tuyos, aunque no seas rico
Muchas de las actividades mencionadas se pueden realizar en soledad. Sin embargo, muchos concordaremos que se disfrutan más si se hacen en familia o con amigos.
También habrás notado que no son actividades que requieran una inversión importante de dinero. De hecho, hasta este momento, el factor económico no se ha mencionado. Y es que, para disponer de tiempo libre y disfrutarlo, no es necesario ser rico.
¿Qué te han parecido las propuestas? ¿Se te ocurre alguna más que sea distinta a lo habitual? Te animo a compartir lo que tú haces en tu tiempo libre en los comentarios al final del artículo.
La última consecuencia de la civilización es su aptitud para ocupar inteligentemente los ratos de ocio.
Bertrand Russell
Qué hacer si los planes fallan
Bien. Ya hemos planificado nuestras actividades de ocio y tiempo libre, y ha llegado el ansiado día y hora. Pero ahora resulta que los planes fallan. Recuerda: sé flexible. No permitas que los cambios de última hora te amarguen la fiesta. Si las cosas no salen como lo esperado, no pasa nada. Piensa una vez más que disfrutar de tiempo libre organizado ya es más que lo que hace la mayoría del planeta. Ya vendrán más fines de semana o más momentos de diversión. ¡No pasa nada!
Eso sí, algo que puede ayudar a disfrutar del tiempo libre es desactivar las interrupciones, sobre todo las notificaciones de nuestros aparatitos móviles. No queremos que una llamada inesperada y de poca importancia se convierta en urgente y rompa nuestros planes.
Sí, es cierto que organizar nuestro tiempo requiere de auto-disciplina. También hace falta salir de nuestra zona de confort, siendo resilientes y creativos. Pero, sin ninguna duda, disfrutar todas las semanas de un poco de recreación que nos permita descansar y volver con fuerzas a las actividades cotidianas con la sensación de haber hecho algo bueno… no tiene precio. ¡Inténtalo! ¡Valdrá la pena!
Terminamos esta vez con un poema, del gran Lope de Vega, y del que, ojalá, nos sintamos identificados:
Soy rey de mi voluntad;
no me la ocupan negocios,
y ser muy rico de ocios
es suma felicidad.
Lope de vega