En la vida hay dos tipos de personas: «maestros» y «alumnos». Están los que creen saberlo todo, y siempre pretenden enseñar a los demás. También los hay que reconocen que no saben nada, e intentan aprender. A veces, un alumno necesita expresar su punto de vista a un maestro, o hasta enseñarle algo. Pero se encuentra con un auténtico muro. Entonces… ¿cómo enseñar a un maestro con efectividad?
RESUMEN DEL AUDIO:
No con afirmaciones, porque lo verán como una afrenta, y seguirán con su misma opinión. La única manera de enseñar a alguien entendido y que lo sabe es con preguntas.
¿Q ventajas tienen las preguntas?
Exigen una respuesta (verbal o mental). Obligan a pensar. Cuando afirmamos, no hay que pensar. Solo puedes aceptar o rechazar, pero la pregunta no.
No es cualquier pregunta. No es cuestión de poner en un aprieto ni nada parecido.
¿Qué tipo de preguntas podemos hacer?
Pregunta de opinión (Tú q opinas sobre este tema??) Es una muestra de respeto. Yo pienso esto, pero, ¿tú qué opinas?
Pregunta de dos opciones. ¿Tú qué piensas que es mejor, esto o esto? Quizá la persona no había caído en una o incluso en ninguna de las dos opciones.
Después de la pregunta principal, pueden ir otras como… ¿cómo llegaste a esa conclusión?
Si lo que la persona expresa no coincide con lo que pensamos nosotros, podemos intentar razonar, siempre con preguntas. (Y entonces, ¿cómo es que…?)
Si usamos preguntas bien pensadas, al tratar con nuestro jefe, con nuestros padres, con un maestro, con un funcionario… etc. no solo podremos expresarnos, sino que además, nos ganaremos el respeto. La otra persona dirá… Uy, estoy tratando con alguien que sabe lo que se dice.