Cuando hablamos de redes sociales, muchos pensamos en las típicas Twitter, Facebook, o similares. La mayoría de usuarios de WhatsApp piensan que esa aplicación no es una red social, sino más bien, una aplicación de mensajería instantánea.
Sin embargo, desde que se incluyeron los estados, y la posibilidad de interactuar con ellos, WhatsApp es, sin duda alguna, una red social más. Quizá algunos piensen que como pueden configurar quién tiene acceso a sus estados, ya no se puede considerar una red social. Pero de nuevo, esto es un error, ya que, en realidad, todas las redes sociales tienen opciones de privacidad similares.
También hay quien dice que WhatsApp se define a sí misma como una aplicación de mensajería, pero esto no es del todo cierto. Los propios empleados de Facebook la consideran «una más de la familia», y la incluyen como red social. Y es que WhatsApp hace ya mucho que dejó de ser simplemente una aplicación para chatear. Además, desde la compra de la aplicación por parte de Facebook, la línea de trabajo evidente es dotar a WhatsApp de más funciones de red social.
Podríamos seguir añadiendo puntos al debate, pero no es la idea del artículo. Si quieres más información puedes hacer la búsqueda en Google, y comprobarás por ti mismo lo que dicen los expertos. De hecho, podrás encontrar WhatsApp en listados de rankings de redes sociales en revistas prestigiosas, como la revista Cinco Días, o en documentales como El dilema de las redes sociales (muy recomendable, por cierto).
Cómo usar WhatsApp evitando la parte de red social
El objetivo de este artículo es explicar cómo podemos usar WhatsApp de forma que evitemos la parte de red social. Por supuesto, siempre que este sea nuestro objetivo. Vamos a ver algunas ideas para lograrlo.
Punto 1: No subas estados (ni actualices tu perfil)
El primer punto es sencillo. Si no quieres usar WhatsApp como red social, deja de subir estados. De hecho, esta es la función principal que la convierte en red social. Y créeme, nadie se va a morir porque no subas la foto del helado que te vas a comer mientras disfrutas de tus idílicas vacaciones.
En general, y salvo excepciones, hay muchas aspectos negativos en los estados. Pero no es el objetivo de este artículo hablar de este punto. Simplemente (y obviamente, generalizando) se podría resumir con una palabra: postureo.
Así mismo, para chatear con alguien no hace falta que actualices tu perfil cada día, ni que cambies la frase de perfil. Los demás usuarios te van a identificar por tu número de tlf. así que, en realidad, para que WhatsApp funcione como mensajería instantánea, el perfil es innecesario en muchas ocasiones, y en otras, poco útil.
Punto 2: No mires los estados de los demás
El segundo punto es tan perjudicial como el primero. La cantidad de tiempo que se puede perder viendo la maravillosa vida de los demás es brutal. Sinceramente, mientras estoy escribiendo este párrafo, me pregunto cómo puede alguien discutir que WhatsApp sea una red social, y después esté todo el día mirando estados. Probablemente, tal y como advierten los expertos, las redes sociales sean una droga digital, con todos los síntomas, incluyendo la negación a la adicción. Pero bueno… sigamos.
Al entrar en Whatsapp, veremos 3 paneles: CHATS, ESTADOS Y LLAMADAS. Cada vez que uno de nuestros contactos pone un nuevo estado, la columna ESTADOS aparece con un puntito al lado. Este icono está pensado para obligarnos a ver qué estados nuevos se han colgado.


¿Cómo evitamos esta tentación? Pues bien, debemos entrar en la parte de los estados, e ir pulsando durante unos segundos sobre el nuevo estado. Aparecerá un mensaje como el que se ve arriba en la segunda captura de pantalla: «¿Silenciar los estados de …?». Pulsamos en silenciar, y listo. La primera vez, seguramente tengamos que dedicar un rato a silenciar todos los estados. A partir de ahí, durante un tiempo, aparecerán nuevos estados, y deberemos hacer lo mismo. Poco a poco, irán desapareciendo los estados y el dichoso puntito en la pantalla principal.
Si todavía quieres más presión para que dejes de ver los estados de los demás, puedes irte a las opciones de privacidad, y activar las confirmaciones de lectura. Así, cuando mires un estado, la persona que lo puso sabrá que lo has visto. Ser consciente de eso te frenará a ser tan pródigo en mirar los estados de otros, jejeje.
Punto 3: Archiva las llamadas y los chats
Este punto no es necesario para no usar WhatsApp como red social, pero ya que estamos buscando una forma efectiva de usar WhatsApp, te lo recomiendo.
Usando el método C.A.R., podemos analizar los últimos mensajes recibidos, por si hay alguna acción a realizar con respecto a esos mensajes. Una vez que se hayan agendado las acciones oportunas, desde la sección de chats, pulsamos encima del chat durante unos segundos (sin abrirlo), y nos aparecerá un icono de una caja con una flecha hacia abajo. Al pulsar en él, el chat se archivará y desaparecerá de la pantalla principal.


Lo mismo se puede hacer con el listado de últimas llamadas, solo que en ese caso, en vez de archivar, una vez analizadas todas las llamadas, habría que eliminar el listado.

Punto 4: Cuidadito con los grupos
Por último, sí, hay que hablar de los grupos de WhatsApp, una fuente inagotable de diversión a la par que de problemas. A mayor tamaño de un grupo, más semejanza tiene con una red social.
La solución más radical es impedir que nos metan en grupos (y no abrirlos nosotros, claro está). Para lograrlo, podemos activar esta restricción desde Ajustes, Cuenta, Privacidad, Grupos, donde tendremos que marcar la opción «Mis contactos, excepto», y a continuación, marcar todos tus contactos. Así, antes de que alguien te meta en un grupo, tendrá que invitarte y tú podrás rechazar.
¿Y qué hay si ya estás metido en un montón de grupos? Todo depende. Lo ideal es que un grupo tenga una función específica, y que haya al menos un administrador que ponga orden.
Salvo excepciones, lo ideal sería hacer una limpieza y salirte de todos los grupos que no te aporten nada. No te preocupes; puedes usar una fórmula elegante para irte sin que nadie se moleste.
*En el artículo «7 formas de salir de un grupo de WhatsApp» te doy algunas ideas originales con un toque de humor.
Qué ganamos dejando de usar WhatsApp como red social
Si sigues los pasos anteriores, experimentarás una sensación de libertad muy interesante, sobre todo cuando veas las pantallas de los teléfonos de tus amigos y conocidos, y la compares con tu pantalla de WhatsApp, limpia e impoluta, sin nada que te distraiga.
La cantidad de tiempo que ahorrarás y podrás dedicar a cosas más importantes será enorme.
Además, por una vez, y aunque sea relativo, estarás usando tú la herramienta, en vez de que la herramienta te use a ti.
¿Qué te parece? ¿Te atreves a limpiar tu WhatsApp?
*Si quieres más información sobre cómo usar WhatsApp, te invito a ver el artículo: Cómo usar WhatsApp de forma efectiva.
Resumiendo
Más allá del debate de si Whatsapp es o no una red social, lo importante es cómo usamos esta app. El objetivo de cualquier herramienta es que nos facilite la vida, no que nos la complique. Con una gestión inteligente de funcionalidades como los estados, o los grupos, podemos seguir aprovechando la herramienta como un sistema de mensajería y no como una red social.
*Imagen de cabecera: Webster2703 en Pixabay