Se calcula que dos tercios de la población activa en el mundo no tiene trabajo. España, por ejemplo, es el segundo país de la Unión Europea con más desempleo, después de Grecia. Por otro lado, muchos de los que sí trabajan, lo hacen en condiciones abusivas. Por eso, ¿cómo buscar un buen trabajo de forma efectiva? Vamos a ver algunos conceptos equivocados sobre la búsqueda de empleo, bastantes ideas para una buena búsqueda, y también una pirámide que hay que convertir en un cuadrado. ¿Quieres saber más? ¡Lee el capítulo!
La búsqueda de empleo se ha convertido en la búsqueda del tesoro
Un triunfador se levanta y busca las circunstancias, y si no las encuentra, las fabrica.
George Bernard Shaw
Aunque existen diversas ayudas para sobrevivir sin tener un empleo estable, para la mayoría de las personas esta no es la opción ideal. La mayoría queremos tener un trabajo que nos permita cubrir las necesidades básicas nuestras o de nuestra familia, además de ahorrar un poco si se puede, y tener algún que otro capricho, también en lo posible.
Sin embargo, buscar trabajo se ha convertido en una auténtica odisea, sobre todo, para ciertos sectores de la población. Jóvenes con poca preparación académica y sin experiencia, personas de mediana edad que han perdido su trabajo después de muchos años, mujeres que han visto repentinamente cómo cambiaba su situación familiar… son algunos de los grupos de población que más dificultades encuentran para encontrar un empleo digno.
Se da el caso de que algunas de estas personas en búsqueda activa de empleo, no lo consiguen, pasando incluso varios años en la misma dinámica. Una causa fundamental es que estas personas no tienen nociones de cómo buscar trabajo de forma efectiva, principalmente, porque nadie se lo ha explicado.
Para resolver esto, vamos a poner nuestro granito de arena desde aquí, hablando de una pirámide que hay que romper definitivamente.

4 diferentes perfiles
Dividiremos la población en cuatro grupos:
- Los que necesitan trabajar, pero no quieren.
- Los que tienen un buen empleo, y están conformes.
- Aquellos que tienen un empleo, pero les gustaría cambiar
- Finalmente, los que están buscando trabajo.
Para los del punto 1, mejor que dejen de seguir leyendo, no sea que les explote la cabeza. Tampoco creo que mucha gente con este perfil esté leyendo este artículo. Aún así, todos conocemos estos individuos que pasan largas temporadas sin trabajar, encadenando estos períodos con contratos temporales de poca calidad. Y eso, como último recurso, porque mientras haya una ayuda del tipo que sea que permita malvivir… Lo dicho, este artículo no es para ellos.
En el caso de los del punto 2, pueden seguir leyendo, porque, aunque mucha gente piense que es cierto, eso de que el empleo puede ser fijo es una falacia. Mañana te puedes ver en la calle, y como no andes rápido, encontrar un empleo puede convertirse en un problema.
Los del punto 3, van a poder aplicar las ideas que trataremos, con una salvedad. No van a tener mucho tiempo para buscar otro trabajo. Aún así, hay algunas cosas que pueden ir haciendo.
Por supuesto, nos vamos a centrar en el cuarto grupo. Así que si estás desempleado y de verdad quieres encontrar trabajo, un buen trabajo, sigue adelante, verás que los puntos que vamos a tratar te ayudarán.
Algunos puntos a tener en cuenta antes de ponerse a buscar trabajo
Antes de nada, si ahora mismo no tienes trabajo, me gustaría darte una buena noticia. Eres rico. Sí, no lo dudes. No hablamos de dinero, sino de tiempo. Y eso, tener tiempo es un tesoro hoy en día. Por supuesto, siempre que lo aproveches bien.
Otra puntualización importante que nos tenemos que meter en la cabeza tiene que ver con una expresión que seguro habrás oído. «A ver qué empresa necesita trabajadores» / «A ver si encuentro alguien que necesite un….»
Vamos a ver… ¿qué es una empresa? Una empresa no es una ONG, ni tiene como objetivo ayudar a la gente y darles un trabajito para que vivan bien. Una empresa es una entidad cuyos dueños quieren ganar dinero. Si lo pudieran hacer con robots y sin personal humano, lo harían sin dudarlo un instante. Que nos quede muy claro: las empresas no necesitan trabajadores. Al contrario, somos nosotros los que necesitamos un empleo.
Y no vale ese argumento manido de que un robot no haría lo mismo que un humano. Las máquinas no enferman, no protestan, no cobran, no hay que pagar prácticamente nada de impuestos, y trabajan 24 horas casi sin errores. Además, el nivel de industrialización está haciendo que trabajos muy «humanos» estén pasando a las manos de los robots.
Somos nosotros los que necesitamos encontrar un trabajo
Por eso, el enfoque correcto al buscar trabajo, si queremos encontrarlo, es qué puedo aportar yo a una empresa para que gane dinero si me contrata. Mira… si tú vas a una empresa que no requiera ahora mismo más empleados, y le convences de que, si te contrata, va a ganar un 10% más al año, esa empresa te va a contratar seguro.
Mucha gente no consigue un buen empleo porque se centran en sus necesidades, y cuando finalmente localiza una empresa que «necesita» empleados, se convierten en un número más desechable desde que haya una oportunidad.
Claro está, el gobierno sí da trabajo por cubrir las necesidades de ciertos sectores de la población que tienen menos probabilidades de encontrar uno por su cuenta. Pero, ¿qué tipos de trabajo? Temporales, con muy poco sueldo, con tareas más bien físicas… Si queremos uno de esos, no hace falta que hagas nada especial, por lo menos aquí en España. Apúntate en todas las listas que existan en tu comunidad, y espera sentado que ya te llamarán. Obviamente, no es de eso de lo que trata este artículo.
No aceptes lo primero que te den
Otro concepto equivocado es aceptar lo que te echen. Me acuerdo una época en la que estuve buscando trabajo. Venía de intentar emprender, pero no salió bien porque, aunque tenía bastantes clientes, me daba vergüenza cobrar. Finalmente, empecé a asistir a entrevistas, y en varias de ellas, me dijeron que estaba contratado. Entonces, yo les cortaba y les decía algo así como: «Muy bien, muchas gracias. Pero yo le he respondido muchas preguntas y yo todavía no sé nada de la empresa». Algunos se quedaban un poco parados, y después de una pausa, me explicaban amablemente cómo funcionaba la empresa, cuánto se pagaba, etc.
No sé si ves la idea. Muchas empresas pretenden que aceptemos lo que nos den. Como, al fin y al cabo, somos nosotros los que les hemos ido a pedir trabajo… Este enfoque está también equivocado. Si quieres un buen empleo, el objetivo es negociar un acuerdo. La empresa te contrata para que les des un servicio determinado, y ellos a cambio te dan una nómina aceptable. Ir con la idea de aceptar lo primero que te den te posiciona en un lugar complicado para encontrar un buen empleo. Hay que hacer valerse.
La pirámide de la búsqueda de empleo
Vamos allá con la pirámide que vamos a terminar odiando y deseando romper. Esta pirámide dibuja de una forma sencilla los diferentes métodos como la gente busca empleo.
Por cierto, ¿qué método para buscar empleo consideras tú más efectivo? Piénsalo por un momento.
La base de la pirámide: el currículum
En la base de la pirámide, encontramos a la mayoría de personas: con el currículum vitae en una carpetita dejándolo en tiendas, oficinas, etc. A mí personalmente me da un poco de lástima cuando veo a jovencitos deambulando por zonas comerciales entrando en las tiendas y dejando su papelito. Como todos sabemos, muchos de esos currículum van directamente a la papelera. Los chavales quieren encontrar empleo, pero el método es muy malo.
No conozco los datos exactos, pero ponle que, de 1000 currículum, te llamen de 10 tiendas para una entrevista, y de esas 10, una, en el mejor de los casos, te ofrecerá un trabajo más parecido a un acuerdo de esclavitud romano que a un empleo decente.
Habrá quien encuentre un buen trabajo así, pero sin duda hacer lo que hace la mayoría de la gente es lo menos efectivo.
Por supuesto, también puedes intentar diferenciarte con un currículum de calidad. Si quieres más información sobre esto, te dejo un enlace a una página muy interesante, con plantillas bastante chulas: 15 ejemplos de plantillas para currículums.

Nivel 2: Carta de presentación y sistemas digitales
Si subimos un escalón en la pirámide, encontramos menos gente, pero con métodos un poco más sofisticados. Estos no se conforman con ir entregando currículum, sino que añaden una carta de presentación, o se hacen un video-currículum.
También usan medios digitales. Se apuntan en empresas de trabajo temporal, o en entidades públicas, y dejan su reseña y sus datos de contacto.
Por cierto, en España hay más de 300 portales dedicados a la búsqueda de empleo donde puedes dejar tus datos. Algunas personas ponen anuncios en todos los portales que encuentran. Nuevamente, hacer esto no es la mejor idea.
Es más efectivo escoger 5 que sean muy buenos, y dedicar tiempo a añadir un video currículum, una carta de presentación, una historia de vida… Es decir, trabajar más tu perfil, aprovechando todos los recursos que te permita la plataforma. Después, hay que estar al tanto de tus notificaciones y de actualizar tu perfil.
Nivel 3: contactos
Seguimos subiendo en la pirámide y se va estrechando. En el tercer nivel encontramos menos gente que usa este método: los contactos. En muchos países, la economía se mueve por «amiguismo». Si conoces a la persona clave y tienes cierta amistad con él, no te preocupes, que si está en su mano, te dará un trabajo.
También hay que decir que muchas empresas privadas luchan contra esto, y se esfuerzan en conseguir gente que esté formada y capacitada para el puesto, no simplemente familiares o amigos de.
Aún así, ¿qué te parece la idea de anotar todos los contactos que has hecho durante tu vida y llamarles para decirles que estás buscando empleo? Acuérdate de algún amigo de la infancia, de un compañero de instituto o de carrera. Por supuesto, al hablar con ellos, añade también qué puedes aportar tú si te contratan. También puedes tirar mano de los contactos secundarios: los amigos y familiares de tus padres, hermanos, hijos…
Dentro de este nivel, hay quien aprovecha las redes sociales para hacer algo parecido. Algunas personas dedican tiempo a buscar a ciertas personas en concreto, como directores de recursos humanos o gerentes de empresas, y contactan con ellas por mensaje directo o por correo electrónico, informándoles de que están buscando trabajo. Si lo haces bien, puedes crear una relación con gente con muchos recursos. Esta faceta de las redes es interesante: nadie es tan importante en una red social como para que no le puedas contactar. Además, es gratis. Solo te ocupará tiempo, y en eso, recuerda que eres rico.
Un dato curioso para que entiendas la efectividad de este método. El 80% de los puestos de trabajo no se ofertan en ningún sitio, sino que se ocupan con contactos que la empresa ya tenía.
Nivel 4: Prueba de trabajo gratuita
En esta zona encontramos ya muy poquita gente, pero los que están aquí, encuentran trabajo mucho más rápido.
Se trata de acudir a una empresa de nuestra elección, y ofrecernos para trabajar gratis como prueba durante un tiempo, el suficiente como para que tanto la empresa como nosotros sepamos si interesa un acuerdo. Claro, necesitaremos contar con algunos ahorros para poder mantenernos mientras tanto.
Aunque este método pueda sonar complicado, y evidentemente hará falta un poco de resiliencia, en realidad es tan sencillo como ir a una zona industrial, preguntar por el encargado y explicarle en unos minutos lo que queremos. Si quiere pensarlo, dejemos nuestra tarjeta de contacto o incluso un currículum.
Por supuesto, ni que decir tiene que, una vez que se acepte la prueba de trabajo, deberemos vendernos lo mejor posible y demostrar que les conviene tenernos en plantilla.

Nivel 5: La cúspide. Tu propio empleo
¿Y qué pasa si no has encontrado empleo con los otros métodos? Llegamos a la cúspide de la pirámide. A la cima donde pocos llegan: el auto-empleo.
¿Has pensado en hacer algo que te guste y se te de bien y cobrar por ello? Hoy en día, hay multitud de oportunidades para lograrlo. Manualidades, servicios, infoproductos… Ponte una página web, aunque sea gratuita, monta tus redes sociales. Pero no para cotillear a la familia. Usa las redes sociales para promocionarte y fabricar tu marca personal.
Te pongo un ejemplo. Donde vivo, hay una cuesta tremenda por donde bajo todos los días para ir a trabajar. Pues resulta que, temprano en la mañana, me solía cruzar con un señor ya mayor, subiendo la cuesta en bicicleta, en sentido contrario al mío. Su «trabajo» era buscar en los contenedores de basura objetos que pudiera re-vender.
Un día, mientras trabajaba en Las Palmas, vi a unos metros de distancia a este señor, con su bici, su casco y su chaleco reflectante, hablando con un amigo.
Oí parte de la conversación. El amigo le preguntó a qué se dedicaba. Y el señor de la bici le respondió que le habían despedido de una empresa, y que estaba harto de buscar trabajo y le dijeran que no, porque ya a su edad, a dónde iba a ir. Entonces, como siempre le había gustado montar en bici, y se encontraba bien, pues estoy yendo todos los días a buscar chatarra. Dedico unas cuantas horas, y con eso, estoy sacando para comer.
¿Qué te parece? Es cuestión de echarle ingenio… y ganas. Y si encima tienes una profesión, pues mejor que mejor. Es muy posible que te paguen por tus servicios si te pones a ello.
Convierte la pirámide en un cuadrado

(Cortesía de Nuhi The Freckled)
Locura es seguir siempre haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes.
Albert Einstein
Resumiendo la pirámide, el objetivo es que no hagamos lo que hace todo el mundo. En vez de eso, hay que convertir la pirámide en un cuadrado. ¿Y cómo se hace eso? La clave está en usar todos los niveles en vez de quedarnos en la base o un poco más arriba.
Podemos, por ejemplo, elegir con quién queremos trabajar o en qué empresa, y después usar algunos de los métodos de los diferentes niveles. También podríamos dedicar una jornada de trabajo a buscar trabajo. Permíteme una anécdota más en este punto.
Un día, mientras estaba trabajando, se me acercó un chico joven y me pidió trabajo. Le dije que no era posible, y aún así me dejó su tarjeta y su currículum. Unos días después, me lo volví a encontrar muy tarde en el día, casi de noche. Y le pregunté cómo le iba. Me dijo: «Aquí sigo. Buscando trabajo». Así que le pregunté cómo buscaba él trabajo. Entonces me explicó que salía por la mañana y hasta la noche no volvía a la casa. Por muy malo que fueran sus métodos, ¡ese chico iba a encontrar trabajo seguro!
Diversifiquemos también en la forma de buscar trabajo. Pensemos por un momento. Hay 5 niveles en la pirámide. Si cada día dedicamos una hora a cada nivel de la pirámide, son 5 horas. Todavía nos estarían sobrando 3 horas comparando con una jornada estándar de 8 horas.
Una opción interesante en vez de una hora a cada nivel de la pirámide, sería dedicar un día de la semana a cada nivel, 4 horas al día, por ejemplo. Los lunes, vamos montando nuestro negocio. Los martes, los dedicamos a entregar currículum. Los miércoles, llamadas a contactos y redes sociales. Jueves, vamos por las empresas a ofrecer una prueba. Y los viernes, plataformas online.
*Como información adicional, te dejo una charla excelente de Sergio Fernández. Viene muy bien verla y tomar notas:
¿Y qué hacer con el tiempo libre?
Aún dedicando un montón de tiempo a buscar empleo, todavía dispondremos de bastante tiempo libre. ¿Cómo podemos aprovecharlo? Una idea relacionada con la búsqueda de trabajo es formarnos. No tienes por qué gastar dinero. Tienes blogs, podcast, canales de Youtube… infinidad de conocimiento a tu disposición.
En un mundo donde las máquinas están cambiando la forma de trabajar, es imprescindible dedicar tiempo a formarse y aprender.
Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes, pero no existe ninguna máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario.
Elbert Hubbard
Todavía nos sigue sobrando tiempo si tomamos como medida las 8 horas laborales. ¡Pues démonos un premio! Estamos cumpliendo. Si no encontramos trabajo, no será porque no lo estemos haciendo bien. Nadie, ni familia ni amigos nos podrán señalar con el dedo y decir que somos unos «gandules». Así que, ya que puedes, sal a pasear, vete a la playa un rato, pasa tiempo con la familia.
¿Y si ya tengo empleo?
¿Y qué hay si tu caso es ese que decíamos al principio de que tienes trabajo y estás bien? ¿O lo contrario, estás buscando otro empleo mejor? Aún así, puedes aplicar algunas cosas de la pirámide poco a poco.
No tiene sentido que vayas como un loco a entregar currículum al centro comercial, pero sí puedes ir montándote una página web, por ejemplo. No pierdes nada, es un sistema win win win.
Otra cosa importante es ser un buen empleado desde ahora. Además, cuida de tus empleados, jefes y clientes y guarda sus contactos. Llegado el caso, puedes echar mano de ellos. Date a conocer a otras empresas también.
Y, por supuesto, dedica un poco de tiempo a formarte.
¿Estudias o trabajas?
Ya sea para romper el hielo, o por interés verdadero, esta pregunta es bastante común. Y su respuesta también: o una cosa, o la otra, o hasta ninguna («ni ni»).
Sin embargo, la realidad debería ser muy distinta, por lo menos a partir de ciertas edades. ¿Por qué debería ser una cosa O la otra? ¿Por qué no las dos? Sí, estudio, y sí, trabajo. Las dos cosas deberían ir de la mano. Son dos remos de la misma barca, las dos alas de un pájaro.
Estudio porque trabajo. Y trabajo porque estudio. Estudio para seguir mejorando mi trabajo, y trabajo para aplicar lo que estudio.
Y no deberíamos dejar de aprender y de aplicar nunca, aunque a cierta edad, ya nadie nos pregunte.
Que no te confundan. La pregunta sobra.
Sí se puede encontrar un buen empleo
Sinceramente. Llegados a este punto. ¿De verdad es tan difícil conseguir trabajo si sigues estos métodos? Claro, si todos lo hicieran así, habría un problema. No estaríamos hablando de una pirámide, y no habría trabajo para todos. Pero mientras miles de personas sigan buscando trabajo de formas inefectivas, ten por seguro que hay un buen empleo esperando por ti.
No es cuestión de suerte. La suerte no existe como mucha gente la considera. Los que tienen buenos trabajos normalmente no los han conseguido en una lotería.
Cuanto más entreno más suerte tengo
Greg Norman
¿Qué te ha parecido este tema? ¿Has puesto en práctica alguna de estas ideas? ¿Te ha funcionado? ¿Conoces otras formas efectivas de encontrar trabajo? Dilo en los comentarios, por favor. Además, si lo necesitas, contacta conmigo en el formulario de contacto. Estaré encantado de ayudarte.
En conclusión, el trabajo es una bendición o una maldición, dependiendo cómo se mira. El trabajo dignifica al hombre (y a la mujer). Que no seamos como la zorra de la fábula. Tenía mucha hambre, y vio unos racimos de uva colgando. Quiso atraparlos con su boca, y como no pudo alcanzarlos dijo: «Ni me agradan, están tan verdes». No abandones ni culpes al sistema. Inténtalo y lo conseguirás.