A menos que vivas en una cueva o algo similar, probablemente sepas que Will Smith, en la gala de los Oscars, le dio una buena bofetada al cómico Chris Rock. No entraré en defender ni criticar el guantazo que ya ha originado miles de memes y chistes fáciles. Lo que me interesa es ver este suceso desde el punto de vista de la probabilidad. Además, eso nos llevará de viaje a una cuestión interesante relacionada totalmente con la efectividad personal: ¿La bofetada de Will Smith? ¿fue causada por un entorno VUCA? ¿o fue un cisne negro? O dicho de otro modo, ¿deberíamos planificar o reaccionar?
Por qué Will Smith le dio una bofetada a Chris Rock
En un principio, cuando Will se levantó y se dirigió como un tren de mercancías hacia Chris, nada hacia presagiar el tremendo bofetón que se llevó el cómico. Ni siquiera él, artífice de aquel suceso histórico, supo verlo venir, hasta que sintió el golpe de lleno. Todavía hoy, pasados unos cuantos días, sigue «procesándolo».
Es más. Después del cachetón, la gente que presenciaba la gala, seguía riendo. Chris continuó haciendo chistes, y el público reaccionaba como si les pulsaran un botón para seguir como si nada. Guau! Ni siquiera ver a Will alzando la voz sin micro paró la supuesta comedia.
Pero no, no había montaje, no era parte del espectáculo. Sencillamente, eran dos hombres enfrentados. La cosa venía de lejos. Chris Rock y la esposa de Will, Jada Pinkett Smith, habían tenido algunos enfrentamientos. No contento con eso, el cómico cruzó una línea roja: reírse del aspecto físico de alguien causado por una enfermedad. Lo sabía, y lo hizo. Sabía que no eran sus amigos. No tenía la confianza para hacer eso, y menos delante de millones de personas. ¿Que la reacción de Will estuvo mal? Claro. Estamos de acuerdo. Seguro que había mejores formas de reaccionar. Pero lo que hizo el cómico tampoco fue brillante.
Bien, no vamos a entrar a discutir este tema. No me interesa, y creo que a los lectores de EfectiVida tampoco. La pregunta que me surgió es: teniendo en cuenta el contexto, este suceso, ¿fue fruto de vivir en un entorno VUCA? ¿o fue un cisne negro?
Las diferencias entre VUCA y cisne negro
Por si no te suenan estas dos expresiones, te lo resumo muy rápido:
- VUCA es un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo. (Escribí dos artículos sobre el tema: Por qué no creo en los “entornos VUCA” y Ni VUCA ni TUNA ni BANI)
- La expresión de «cisne negro» viene del libro de Nassim Talib, y se refiere a un suceso que casi nadie esperaba, pero que termina sucediendo.
Bien, de las dos opciones, ¿con cuál te quedas?
Para mí, la respuesta está clara. La bofetada de Will Smith es un «cisne negro» en toda regla. Tal y como explica el Dr Talib en su libro, un cisne negro es un suceso inesperado, muy llamativo, pero que, en realidad, algunas personas sí esperaban.
Aquí vienen algunos ejemplos:
- Un pavo de acción de gracias que ha sido alimentado durante algo más de 350 días supone que todo va bien, que su dueño está encantado y que vivirá eternamente siendo engordado plácidamente. Pero llega un buen día en que su dueño se lo carga para la cena. El pavo no previó ese acontecimiento tan diferente a su promedio de vida, pero su dueño sabía perfectamente lo que iba a suceder.
- La crisis económica del 2008 fue un cisne negro. Nadie la esperaba, aunque algunos analistas con cabeza, sabían que esa burbuja tenía que explotar.
- El ataque a las torres gemelas fue otro cisne negro porque, ¿quién iba a imaginar algo así? Mientras, la CIA, y los propios terroristas, además de otras personas, ya sabían que eso era factible.
- El covid-19 pilló por sorpresa a la mayoría. Sin embargo, había científicos estudiando ese tipo de virus, y haciendo pruebas en cuevas llenas de murciélagos en china.
¿Y la bofetada de Will Smith? Bueno, casi nadie lo esperaba. Pero, si fueses Chris Rock, debías haber sabido que alguien que «creció sin hacer mucho caso a la policía» podía reaccionar así ante una ofensa de tal magnitud. Las personas cercanas a la familia también podrían haberlo imaginado, y hasta haber lanzado una frase del tipo: «Estos, cualquier día, se van a dar un par de guantazos».
La propia academia preveía que esto era un suceso plausible. De hecho, en sus estándares de conducta se cita el «contacto físico inapropiado, [y] el comportamiento abusivo o amenazante».
Así que no, el guantazo de Will Smith a Chris Rock no fue porque vivieran en un entorno VUCA, sino un cisne negro más que pasará a la historia de la humanidad.
La solución al cisne negro
Estoy enfrascado en la lectura de otro libro de Nassim Talib, que continúa con el del cisne negro. Se titula antifrágil, y da la solución al problema de los cisnes negros.
La clave está en programar tu vida de tal manera que tengas una gran parte segura, y una pequeña parte, con todos los riesgos que desees, con el matiz de que, si te sale bien la jugada, tengas resultados positivos ilimitados.
La parte mayoritaria de tu vida, que permanece estable en entornos seguros, te permite vivir con cierta tranquilidad. Por muy mal que salgan las cosas, tienes un colchón donde caer. Pero la otra parte, vive en riesgo. ¿Que pierdes? Sigues teniendo el colchón. ¿Qué ganas? Das el pelotazo.
Lo que Will Smith hizo cumple con este criterio. Si la jugada le sale mal, bueno, perderá el Óscar, pero seguirá teniendo un montón de entradas económicas. Ahora, imagina que, de pronto, miles de personas empiezan a apoyar a Will alegando que era lo que tenía que hacer, que fue un hombre con agallas, que aquella broma no se podía dejar pasar. A Will, su cisne negro le podría haber encumbrado.
Pero lo más irónico es que lo mismo pasa con Chris. Según vaticinan algunas fuentes, la bofetada que recibió en la gala le puede hacer mucho más rico de lo que ya lo es. De nuevo, tenemos un cisne negro positivo. Si le sale mal, bueno, fue un error. Pide disculpas por su mala fortuna con el chiste, y a seguir. Si le sale bien, puede ganar un pleito multimillonario, o tener chistes hasta la eternidad.
Y llegamos a la organización personal
Y todo esto, ¿qué tiene que ver con la organización personal? Bueno, si te fijas, la idea no es reaccionar a entornos supuestamente volátiles, inciertos, en los que puede ocurrir cualquier cosa inesperada.
La idea es que gran parte de tu vida esté perfectamente controlada, «asegurada», planificada para obtener resultados constantes. Al mismo tiempo, puedes apostar algo de tu tiempo, energías o recursos de otro tipo, a sucesos que nadie espera. A los que entienden de inversiones, este esquema les sonará bastante.
Un ejemplo: tener un trabajo estable como funcionario, y dedicar algo de tu tiempo a escribir la novela de tu vida. ¿Que nadie la lee? Sigues teniendo tu empleo. ¿Que resulta ser la novela del año? Pues mejor para ti y para tus millones de lectores.
¿Cómo podríamos aplicar esto a la organización de una empresa? Sigue el mismo patrón. Programa tus operaciones, planifica las próximas acciones, ten en cuenta los plazos… pero, deja una pequeña parte de tus recursos a hacer experimentos arriesgados.
¿Y qué tal si lo hacemos con nuestro calendario? Lo mismo. Planifica tus horas. Olvídate de reaccionar creyendo que vivimos en entornos no manejables. Pon en marcha tus proyectos. Eso sí, deja tiempo sin asignar para hacer lo que te venga en gana, o deja espacios para proyectos extra, como lo de la novela.
En resumen
La vida seguirá después del guantazo de Will a Chris. No sé cómo les irá a ellos, pero creo que a ti y a mí, poco nos afectará. Estoy convencido de que el caos no es casual, y que la vida tiende al equilibrio natural. Incluso cuando hay algún cisne negro, en poco tiempo, todo vuelve a la normalidad.
Por eso me parece muy acertada la exposición de «Antifragilidad». No se trata de abandonar la planificación, porque al final, suceden cosas imprevistas. Tampoco es cuestión de buscar una mezcla entre seguridad y riesgo. Creo que el punto está en encontrar un equilibrio entre ambas partes que te permita que un evento inusual no solo no te rompa, sino que te haga más fuerte. Planificar la mayoría, arriesgar un poco.
¿Cómo lo ves?