Árboles que dan trabajo

Escultura Manuel Ledesma

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Para muchos, cada vez es más difícil conseguir un buen trabajo. Para otros, el que quiere trabajar, tiene trabajo en cantidad. ¿Qué opinas tú?

Siendo honestos, trabajo hay. Trabajo hay muchísimo, en realidad. Puedes, por ejemplo, picar piedras, y trasladarlas de un sitio a otro, y cuando hayas terminado, volver a trasladar las piedras al sitio de donde las trajiste.

Perdona la tontería, pero es que, si lo piensas, puedes trabajar todo lo que quieras. La cuestión no es esa. La cuestión es si hay trabajo digno por el que te paguen un salario correspondiente por lo que haces, y que te permita vivir a ti y a tu familia. Y de ese, ya no hay tanto.

Dependiendo del lugar donde vivas, o del momento de la historia, pudiera ser que hubiera muy poco trabajo, y que sea difícil conseguir el sustento.

Es en estas situaciones cuando hay que tirar mano del ingenio, e intentar buscar soluciones efectivas.

El caso de Manuel Ledesma

Precisamente, en relación a esto, me gustaría compartir contigo el caso de Manuel Ledesma, un vigilante de seguridad en paro.

Hace 7 años, mientras paseaba con su perrito en un pequeño bosque que hay frente a su casa, vio unos tocones de ecualipto, y se le ocurrió empezar a tallarlos, realizando figuras de paisajes, edificios, y otras representaciones.

No era un trabajo sencillo. Primero, le quitaba la corteza, lo dejaba secar entre 6 y 7 meses, y después comenzaba a tallar las figuras durante 2 o 3 meses más, dedicando entre 4 y 5 horas al día, hasta que perdía la fuerza en sus muñecas.

En total, en el momento en el que encontré esta noticia, hay unas 12 esculturas. Sus creaciones han sido publicadas en periódicos, como El País, La opinión de Málaga, y en webs turísticas.

Tanto es así, que ese pequeño bosque, al que llamaban “Monte Calvario”, ahora ha sido denominado “Bosque de esculturas”.

Muchos han visitado las obras de Manuel, y hasta algunos le han comparado con artistas como Pieter Brueguel.

Me gustaría compartir algunas reflexiones sobre este caso, ya que creo que nos puede ayudar a salir adelante en situaciones complicadas, sobre todo en relación a la falta de trabajo.

Hay muchos como tú

Una primera reflexión que me gustaría compartir de esta historia tiene que ver con una búsqueda que realicé intentando averiguar más sobre la historia.

Busqué por “Manuel Ledesma”, y me aparecieron varias personas, con diferentes cargos. Esto es algo normal, porque tanto el nombre como el apellido son comunes.

Sin embargo, por más Manueles Ledesma que haya, yo buscaba uno en particular: el tallador de árboles.

De igual manera, vas a encontrar a muchos como tú. Por eso, la cuestión es si te estás diferenciando de alguna manera. ¿Qué haces que no hacen los demás?

La efectividad no es copiar a los demás, sino aprender y desarrollar habilidades de tal manera que seamos distintos a otros.

Eterno aprendiz

Una segunda reflexión que saqué de la historia tiene que ver con algo que expresó Manuel. En una de las entrevistas, Manuel dice que es simplemente un aprendiz. Y añade: “seguiré siéndolo toda la vida”.

Me encanta esta actitud. Hay personas que no consiguen lo que quieren, precisamente porque se piensan que ya saben.

En realidad, siempre se puede seguir aprendiendo. Las personas humildes, que aceptan ayuda, y que se preocupan por formarse, son las que siguen progresando.

Aprende, pero sobre todo practica con pasión

Los expertos dicen que las obras de Manuel tienen detalles del arte románico, gótico o mudejar.

Sin embargo, cuando se le preguntó a Manuel al respecto, él respondió que “no había estudiado nada de eso. Me viene todo de golpe y me dejo llevar. Es como un diálogo entre la madera y yo”.

Este es un punto muy interesante. No está de más aprender. Pero si te fijas, las personas que realmente consiguen cosas importantes, es porque hacen. Y haciendo, se aprende.

Además, Manuel combina muy bien la práctica con la pasión. Pasión es eso que tú harías, aunque no te pagaran por ello. Es eso que haces cuando se te pasan las horas del reloj sin que te enteres. Es ese fluir, ese “flow” que le dicen los ingleses.

Esta combinación, que ya tratamos en la ciencia de la felicidad, el proceso MPS. Se trata de encontrar algo que nos guste, se nos de bien, y ayude a otras personas.

Solo con dos de estos tres factores, ya tendremos bastantes probabilidades de que nos vaya bien.

Planificación y herramientas

Hay otra cita curiosa de Manuel. Según el periódico El País, dijo: “Soy muy nervioso e inquieto, así que siempre tengo que estar haciendo algo“. Cierto día, escogió un tronco seco, compró un kit de herramientas, y empezó a tallar.

Es decir, aunque nos dejemos llevar por la pasión, una de las claves de la efectividad es planificar correctamente, y usar herramientas de calidad.

Esforzarse está bien, pero debe ser un esfuerzo inteligente. Es imprescindible ponernos objetivos con un mínimo de proyección. Por ejemplo, los criterios SMART, nos pueden ayudar a este respecto.

Por otro lado, las herramientas son fundamentales. A más profesional sea el trabajo, más profesional debe ser la herramienta. El ingenio nos puede ayudar bastante, pero, si no queremos tirar nuestro tiempo, no quedará más remedio que adquirir herramientas.

No te rindas

En una de las entrevistas, Manuel termina diciendo: “Ojalá alguien me haga algún encargo”. Desconozco que fue de Manuel Ledesma.

Sea como sea, este hombre, este artista, disfrutó de lo que hizo. Y eso no se lo quita nadie.

Como decíamos al principio, trabajo hay, quizá no el que nos gustaría. Pero que tal si, mientras tanto, seguimos aprendiendo, practicando con pasión, haciéndonos únicos, diferentes.

¡No te rindas!

*Si quieres más información sobre la búsqueda de empleo, te recomiendo el artículo: “Cómo buscar trabajo: rompe la pirámide”.

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?