¿Tú apuestas? Seguramente no. Pero… antes de responder tan rápido, piensa por un momento.

¿No apuestas cuando dedicas tu tiempo, atención y cariño a los tuyos esperando recibir lo mismo? ¿No apuestas cuando das de tus energías y emociones en tu empresa esperando cobrar la ansiada nómina? ¿Y me vas a decir que tampoco apuestas cuando forjas una amistad dando tu intimidad esperando recibir lealtad?
¿Apuestas también si haces ejercicio por un puñado de salud? ¿Y qué hay de cuando estudias con la ilusión de aprobar? ¿O cuando apruebas con el objetivo de trabajar?
Pues mira… ya que apuestas… apuesta fuerte. O dicho de otro modo, con pasión (no confundir con presión).
Apuesta con pasión pero sin presión
Pasión y presión son términos bastante contrapuestos.
La pasión es un sentimiento vehemente, capaz de dominar la voluntad y perturbar a la razón. La pasión es libertad, es un caballo desbocado.
La presión, sin embargo, es una cuerda que te amarra, que no te deja respirar; un muelle comprimido deseando saltar.
Amar no es amarrar
Y hasta en terrenos tan pasionales como el amor, no hay que confundir pasión con presión.
Uno demuestra que ama su vida cuando se amarra el cinturón de seguridad del coche. O cuando te amarras las cuerdas en una escalada. Y también hay buenas intenciones cuando amarras el barco al muelle para que no vaya a la deriva.
El punto en común en todas estas situaciones es que la razón es por seguridad, y normalmente, es uno mismo el que decide amarrarse. Además, uno mismo también podrá liberarse cuando lo desee.
De la misma manera, amar a alguien no es amarrarle para que esté siempre contigo y haga lo que tú quieres. Eso es esclavitud, secuestro, no amor. El amor se gana, y el deseo de permanecer con alguien debe salir de uno mismo.
Amar es respetar, al mismo tiempo que ofreces la seguridad de una mano amiga que te sostenga para no caer.
Por eso, sea que lo quieras aplicar al amor, a las relaciones personales, o al inicio de un proyecto, asegúrate de que no dependes de los resultados. Está bien ponerte objetivos, medir, iterar, aprender y mejorar. La fuerza bruta, sin inteligencia no da resultados óptimos. Pero la presión podrá impedir que lo disfrutes. La presión excesiva puede echar al traste cualquier proyecto o relación, por bueno que sea.
Se podría resumir en una frase:
Apuesta fuerte; y hazlo con pasión (pero sin presión). ~ EfectiVida Clic para tuitear💪 ¿Te pasa con frecuencia que no consigues hacer lo que te propones? Si quieres aprender las mejores técnicas para aumentar tu disciplina y transformar tus deseos en realidades, échale un ojo al curso de autodisciplina que tenemos en la academia.