«No es el arco. No es la flecha. Es el indio». Esta frase, que analicé en un episodio del podcast hace algún tiempo, viene a decir que lo importante no son las herramientas, sino las capacidades de la persona que las maneja. Esto es totalmente cierto. Sin embargo, en ocasiones, la herramienta también juega un papel decisivo. Sin quererlo, esto es lo que me ha ocurrido en un caso muy particular que quiero compartir contigo.
RESUMEN DEL AUDIO:
Empecé el podcast con micrófonos muy malos. 10€, 15€, 25€, un adaptador… Hice curso de Audacity en Youtube (se puede aprender de todo en internet). Mi profesión es técnico… Compré paneles fonoabsorventes (25€), tampoco me sirvieron.
Al final, por vergüenza, compré un micro. Investigué antes de decidirme por uno (Blue Yeti, micro de los podcasters). Me costó 90€ en vez de 130€. Gastar ese dinero me da temblores. Me intenté convencer de que hacía bien.
- Me quité suscripciones por valor de 10+3+3 (16 al mes), en menos de un año está pagado.
- Lo puedo vender porque aquí no hay esos micros (no traen barcos cargados de micrófonos; es una isla). A la gente le da miedo de comprar por internet (gastos de aduana; sí, canarias es españa; de Valencia sí, de china no…)
- Me he gastado en otros micros unos 75€, la diferencia tampoco es tanta.
¿Resultado? Es muy bueno, no tengo que editar el audio, no me tengo que acercar con riesgo de romperme el cuello, tardo mucho menos, la calidad es mejor, tiene funciones que ni utilizo.
¿Era el arco o era el indio?
No siempre se cumple, y evidentemente, por muy buenas herramientas que tengas, si el “indio” no es bueno, vas apañao.
¿Conclusiones?
Para ser efectivo, hay que gastar dinero de forma inteligente. Comprar herramientas físicas o virtuales de calidad. Dejarse llevar por los consejos de los expertos, aunque nos creamos más listos.
La combinación de las capacidades humanas bien desarrolladas más el uso de herramientas de calidad, da resultados 100% efectivos.