El otro día mi mujer me decía que iba a poner un bote en el escritorio para ir enrollando notitas con cosas que agradecemos cada día. Después de un año, se pueden rescatar todos esos papelitos, desenrollarlos, e ir leyéndolos. Es un ejercicio interesante para recordar todas las cosas buenas que tenemos.
A mí no me pareció una gran idea. Sobre todo porque eso de ocupar un espacio del escritorio, conseguir un frasco, papeles de tamaño pequeño, escribir y enrollar papelitos todos los días, me pareció un punto de fricción importante. Ya sabes, de esas cosas que generan tanto trabajo, que hacen que el hábito sea difícil de mantener.
En su lugar, propuse usar el diario de Telegram para añadir los agradecimientos. Se podría escribir un hashtag para diferenciar esos mensajes de otros de otro tipo. Con añadir un atajo de teclado conseguimos no tener que escribir tanto. Por ejemplo, agr (que se transformaría en «#Agradecimiento: «). A continuación, se escribiría lo que agradecemos. Después de un año, obviamente con un bloque de tiempo en el calendario, nos acordaríamos de rescatar estos agradecimientos. Para ello, en nuestro diario en Telegram, usaríamos la función de «búsqueda», y pondríamos nuestro hashtag: #Agradecimiento. Así veríamos todos los mensajes que hemos escrito sobre agradecer.
Cuando le expliqué a mi mujer el método que se me había ocurrido en el momento, me dijo: «¡Qué simple eres!». Después añadió algo así como que la próxima vez me enviaría un correo electrónico en vez de regalarme una tarjeta. Lo peor de todo es que creo que eso no me importaría, jejeje.
Bromas aparte, creo que cada día que pasa me voy haciendo más minimalista, y más digital en ciertos sentidos.
Tú puedes elegir el método que te apetezca. Igual un tarro con papelitos te resulta muy coqueto. Es una opción totalmente válida, y para muchos, probablemente más eficaz. Sea como sea, la idea es que todos los días, por muy malos que sean, tienen algo que agradecer. Y recordarlo de vez en cuando es un buen ejercicio para mejorar la vida.
*Imagen de cabecera: Robert Armstrong from Pixabay