3 razones por las que el debate entre notas en papel o digital no tiene sentido

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Uno de los típicos debates en el campo de la productividad (efectividad, como me gusta llamarle a mí) es si capturar información en notas de papel o en formato digital.

Me gustan mucho los debates, y esa “salsita” que te da defender una postura. Por supuesto, el objetivo es compartir y aprender sin llegar a enfadarse.

Este tema de las notas en papel o en digital es uno de esos debates que me gustan, sin embargo, como te iré explicando, creo que carece de sentido.

1. No hay debate en ciertos casos

Eso sí, para empezar, un par de aclaraciones. Este debate carece de sentido para ti, si:

  • Realizas algún tipo de escritura artística
  • Disfrutas del placer de un tipo de escritura en particular
  • Por requerimientos del trabajo debes usar un sistema u otro
  • Tienes algún tipo de limitación que te obliga a usar una opción en particular.

Como ves, hay diferentes circunstancias que hacen innecesario el debate. Por poner un ejemplo más específico, si disfrutas de hacer escritura artística con pluma antigua, no hace falta que te plantees si es mejor para ti el formato digital. Sigue disfrutando, y listo.

2. No hay debate si hablamos de efectividad

Más allá de estas salvedades, desde el punto de vista de la efectividad, una clave es contarse verdad. Y lo cierto es que hay ventajas enormes en escribir en formato digital.

Puedes capturar de forma más rápida, guardar permanentemente, modificar, compartir, añadir multimedia… y un montón de ventajas más.

Tomar notas en formato digital es más efectivo porque es más eficaz, y además, más eficiente.

Entonces, ¿por qué hay bastantes personas que prefieren tomar notas en papel? ¿Por qué incluso defienden esta postura expertos en productividad personal? Hablamos de eso en un artículo más extenso: La efectividad compasiva. Pero básicamente, se pueden dar las siguientes razones:

  • Miedo al cambio
  • No haber probado
  • El ego (que prefiere seguir pensando igual)
  • El hábito analógico durante muchos años
  • Requerimientos puntuales externos

Tengo la impresión de que, en épocas pasadas, también se generó debate cuando vino el primer loco a decir que había inventado un sistema mejor que los rollos de papiro: el códice. Mismos argumentos, diferentes épocas.

3. El debate se ha quedado obsoleto

Hasta ahora te he presentado dos motivos por los que el debate entre tomar notas en papel o en formato digital no tiene sentido. Por un lado, porque si es una elección u obligación, poco importa debatir al respecto. Y por otro lado, porque, si lo miras desde el punto de vista de la efectividad, el formato digital gana por goleada.

Pero aún así, me he dado cuenta de una tercera razón para abandonar este debate: capturar notas en formato digital mediante un sistema de entrada de texto está obsoleto.

¿A qué me refiero? Al reconocimiento de voz y otros sistemas de reconocimientos inteligentes, como el facial o el gestual.

Lo cierto es que es todavía más rápido hablarle a un altavoz inteligente o desbloquear tu teléfono con tus ojos, que tomar notas en papel o en una aplicación digital.

Y este tipo de formatos basados en inteligencia artificial no son solo el futuro, sino el presente. Quizá los vimos en películas futuristas, pero el tiempo pasa rápido y ya están en nuestras casas.

Es cierto que todavía hay agunas limitaciones, como la calidad de reconocimiento en algunos idiomas, o la compatibilidad entre dispositivos, pero desde el punto de vista de la efectividad, hablar de forma natural a un aparato y que este registre en formato digital la transcripción a texto es una auténtica pasada.

Como ya sabes, estas capturas de información son válidas para el método C.A.R., ya que, en el momento de analizar, simplemente hay que recuperar esas capturas.

¿Vas a seguir debatiendo? ¿O vas a probar?

Y aquí viene la reflexión de este artículo. ¿Seguiremos inmersos en un debate obsoleto? ¿Nos negaremos a un nuevo avance? No es necesario que seamos los primeros en probar todo lo nuevo que sale, pero si la industria da por bueno un formato, bastante gente está contenta, y parece más efectivo, ¿por qué no probar?

Ni siquiera es necesario que adquieras un altavoz inteligente ni que desarrolles una aplicación avanzada de reconocimiento gestual. Basta que le des más uso al smartphone que tienes en tu mano.

Como te decía al principio, en realidad me encantan estos debates, por más que tenga una opinión bastante firme al respecto. Al final, se trata de eso, de aprender unos de otros y de pasar un buen rato. Y si encima seguimos buscando la efectividad personal, pues, ¿mejor? ¿no?

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Sobre el autor

Jaír Amores
Mi nombre es Jaír y soy de la cosecha del 78. Estoy felizmente casado; tenemos dos preciosas hijas, y vivimos en Las Palmas de Gran Canaria, España. ¡Sí! ¡El paraíso! Desde muy chico, ya me atraía la efectividad. Disfrutaba haciéndome un horario, automatizando tareas. Y… no sé si a ti te ha ocurrido también: me daba cuenta de muchas cosas que podrían hacerse mejor. Me sigue pasando, por cierto. Estoy convencido de que la efectividad y la productividad personal son fundamentales, pero… sin olvidar las cosas importantes de la vida. Porque, ¿de qué serviría mejorar si no nos hace más felices?